jueves, 24 de enero de 2008

Los Guindos, una subida de 32 pisos a la chimenea recuperada (La Opinión)


El alcalde de Málaga y un grupo de periodistas visitaron ayer este vestigio industrial de 96 metros tras su rehabilitación
La chimenea de Los Guindos es sólida y voluminosa, como una novela de Thomas Mann. De hecho, fue construida en 1923 gracias a las buenas mañas de un alemán, Félix von Schlippenbach, quien, no contento con ser ingeniero, también era barón. Ayer, el último vestigio de la fundición de plomo de Los Guindos celebró su segunda vida con la concluida rehabilitación de la chimenea, de 96 metros de altura, también conocida como ´Mónica´, por la famosa pintada enamoradiza, ya desaparecida.El alcalde quiso celebrar el final de las obras de rehabilitación dando ejemplo y marchando hacia ´la cúspide´ junto a un grupo de periodistas. Pertrechados de cascos y de mucho respeto por las alturas, los periodistas siguieron al ´sherpa´ Francisco de la Torre, que antes de subir dio algunos consejos para calmar a los más miedosos. "La chimenea tiene una solidez enorme, que nadie tenga la sensación de que esto se cae y, además, no se tiene vértigo". Los andamios, que desaparecerán en unos días, abrazan la chimenea formando una estructura similar a un rascacielos de 32 plantas. La subida a las alturas de ´Mónica´ es como una mala película: se espera que llegue el final, que nunca llega. Pero tras media hora de ejercicio muy bueno para el corazón y algunas caras de coloración verde, el grupo llega a la cima. Las gaviotas vuelan a menos altura que esta maravilla de Los Guindos. Desde arriba, el Parque del Oeste es un nacimiento con río y hasta los pisos ´de lujo´ que jalonan el nuevo paseo marítimo parecen demasiado pequeños para tanta hipoteca. El alcalde posa junto al concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, que explica que ha subido ya tres veces. Será la última vez antes de que los andamios ya sean historia.

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