lunes, 17 de noviembre de 2008

Solares con demasiada historia (SUR)

El Centro encierra numerosos huecos de derribos a la espera de proyectos urbanísticos que no llegan desde hace años, lo que ofrece una mala imagen La Junta y el Ayuntamiento son los responsables de algunas de las actuaciones


SOLARES
Calle Nosquera

Frente a la iglesia de San Julián existe un solar en el que el Ayuntamiento proyectó hace más de cinco años la construcción de una promoción de viviendas para jóvenes. La actuación se pondrá en marcha próximamente.

Calle Gigantes

Hace seis años que el Consistorio aprobó un aparcamiento para este solar. Finalmente lo cedió para el acuerdo con la Junta que contempla la construcción de VPO con teletrabajo y que acumula ya tres años de demora.

Calle Pozos Dulces

El entorno atravesado por las calles Pozos Dulces y Arco de la Cabeza todavía encierra varios vacíos a la espera de convertirse en viviendas protegidas y equipamientos sociales para un casco antiguo que carece de ellos.

Calle Granada

En plena calle Granada, junto a un torreón recientemente rehabilitado, se abre un solar que albergará una promoción de VPO, una plaza, una sinagoga y un restaurante. Por el momento, las obras siguen sin comenzar.

Santo Domingo

El solar existente al norte de la parroquia de Santo Domingo acogerá la futura sede de la Confederación de Empresarios de Málaga, un proyecto que todavía está en fase de elaboración por parte de esta entidad.

Hoyo de Esparteros

Hace seis años que se presentó el proyecto hotelero para revitalizar este enclave del Centro. La Junta ha rechazado el diseño del hotel y sus promotores confían en poder reconducir la actuación para poder acometerla.El casco antiguo de la ciudad encierra numerosos solares que llevan años sin edificarse y que se han convertido ya en huecos casi históricos, pero que ofrecen una mala imagen de la ciudad. No son pocos los malagueños y visitantes que se sorprenden al pasar por determinadas calles -en algunas ocasiones menos transitadas que el resto- y descubrir paisajes urbanos más cercanos a las consecuencias de un bombardeo que a lo que deberían ser lugares con cierta solera y encanto.

En algunos casos, el mantenimiento de estos derribos durante casi una década se debe, entre otros factores, a la demora de proyectos urbanísticos promovidos por administraciones públicas como el Ayuntamiento o la Junta de Andalucía, unas instituciones que sancionan a los privados por dejar parcelas sin edificar durante un determinado plazo de tiempo, pero que no predican con el ejemplo.

El Ayuntamiento tiene un registro de solares en el que introduce las fincas que se declaran en ruinas y son finalmente objeto de derribo. Los propietarios de los inmuebles que entran en este registro están obligados a solicitar la licencia de obras para un nuevo proyecto en el plazo de un año. De no hacerlo, se arriesgan a que el solar sea subastado.

Sin embargo, al mismo tiempo, el Consistorio es el propietario de vacíos urbanísticos del Centro Histórico como el situado frente a la iglesia de San Julián, en la esquina entre las calles Nosquera y Muro de las Catalinas. Hace más de cinco años que los responsables municipales idearon la construcción de viviendas de protección oficial para jóvenes en este enclave, marcado todavía hoy por un punto de prostitución. Transcurrido ese tiempo, la actuación parece que finalmente ve la luz gracias a la inyección de fondos europeos que la pondrán en marcha a lo largo de los próximos años.

Indecisión

Muy cerca de allí se encuentra el enorme solar situado entre las calles Gigantes y Cobertizo de Malaver, que es otro ejemplo de proyectos cuya puesta en práctica se eterniza por la indecisión y desidia de las administraciones. En este caso, tras descartarse la construcción de un aparcamiento municipal, el terreno está dentro del programa acordado entre el Ayuntamiento y la Junta para construir viviendas vinculadas al teletrabajo en algunas de las zonas más degradadas del Centro. Sin embargo, el citado programa acumula ya un retraso de más de tres años que también se deja notar en los derribos que jalonan el entorno de la iglesia de San Felipe Neri.

La zona de Hoyo de Esparteros, el entorno de la calle Pozos Dulces, el vacío existente en plena calle Granada para albergar el prometido 'Plan de la Judería', los numerosos derribos en las calles Beatas y Tomás de Cózar -que no terminan de iniciar su recuperación- y los terrizos que todavía sirven de aparcamiento al otro lado del Guadalmedina son otros solares que aportan al Centro una imagen nada deseable para una ciudad que aspira fomentar su potencial turístico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario