martes, 9 de diciembre de 2008

La capital sigue a la espera para renovarse (La Opinión)

Trece restaurantes de playa de Málaga están pendientes de renovar sus infraestructuras como ocurrió en el litoral Oeste

M. F. MÁLAGA Los chiringuitos de la capital no son ajenos a las dificultades que sufre el resto del sector en la provincia. No obstante, sí que es cierto que no afecta a todos por igual, ya que una parte importante renovó su infraestructura a principios de la década y se integró en el nuevo paseo marítimo de Poniente. Un convenio entre el Ayuntamiento de Málaga y los empresarios permitió consensuar un modelo único para la docena de restaurantes de esta zona, dotándolos del espacio e instalaciones exigidos por la ley.
El resultado es que se ha renovado una parte importante de la planta hostelera de playa de la ciudad, con instalaciones en buen estado en San Andrés, La Misericordia y la Térmica. Diferente es lo que ocurre en el resto de las playas como La Malagueta, Guadalmar y La Caleta, donde quedan trece chiringuitos fuera de ordenación o con unas instalaciones que se han quedado obsoletas respecto al resto.
Estos trece chiringuitos, diez situados en La Malagueta y La Caleta y tres en Guadalmar, están a la espera desde 2003 para que se renueven las concesiones. Éste sería el primer paso para consensuar con el Ayuntamiento un modelo común de edificio, que bien podría seguir el aplicado en las playas de Poniente.
La eliminación de las maderas de la estructura para cambiarla por materiales más seguros como el hormigón, la dotación de un espacio mínimo de unos 150 metros cuadrados y de instalaciones adecuadas serían los elementos a mejorar. No obstante, como ocurre con el resto del litoral, Costas mantiene sus dudas sobre la ubicación de algunas de estas estructuras, lo que podría dar lugar a que se tenga que reubicar alguno de estos edificios.
La situación de los restaurantes de Pedregalejo y El Palo es muy distinta. Aquí el obstáculo sigue siendo la ocupación de terreno dentro del límite marítimo-terrestre, pero el problema es mucho más amplio ya que afecta a dos barrios tradicionales completos, incluyendo viviendas, con un asentamiento histórico.
La solución planteada tiene como objetivo renovar el paseo marítimo para hacerlo más ancho, ya que actualmente el tránsito de personas convive con las mesas de los chiringuitos y restaurantes. También se incluye ampliar la playa mediante aportes de arena que permitan ganar espacio. Así, la arena comenzaría unos 50 metros más lejos de donde lo hace actualmente, casi a la altura de los espigones construidos en los primeros años de la década de los 90. Eso permitiría legalizar las viviendas y los negocios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario