sábado, 17 de enero de 2009

Los baños árabes de Ronda recuperarán su noria y la curtiduría del siglo XVI. Ronda (SUR)

El Ayuntamiento anuncia una serie de actuaciones inminentes para recuperar turísticamente este monumento

Ronda es mundialmente conocida por ser una ciudad de enorme valor histórico gracias a sus monumentos. Pero lo que no todo el que llega a la ciudad conoce es que, además del Puente Nuevo o la plaza de toros, la ciudad guarda otros muchos lugares de enorme riqueza arqueológica pero que quizás no son tan conocidos como se desearía. La Delegación de Turismo ha anunciado la intención de poner en valor uno de los monumentos más importantes desde el punto de vista histórico y arqueólogico de los existentes en la ciudad, pero cuya situación y ubicación lo convierten en un espacio no todo lo conocido que se desearía, tanto por los visitantes que buscan los lugares monumentales rondeños, como para los propios vecinos de la ciudad. Se trata de los baños árabes, un recinto termal de época musulmana que es considerado por los expertos como la estancia de estas características mejor conservada de la Península Ibérica.

La responsable municipal de Turismo, Isabel María Aguilera, anunció en el día de ayer el inicio inminente de una serie de actuaciones que pretende recuperar y dar a conocer como se merece este monumento rondeño. La primera fase de este proyecto consistirá en unas obras donde se recuperará la noria original existente en complejo, cuando formaba parte del antiguo arrabal islámico de Ronda en el siglo XIV. A la vez se quieren restaurar las curtidurías que se fechan en el siglo XVI.

Una segunda fase de esta iniciativa municipal será la recuperación de los jardines del entorno de los baños árabes y su posible ampliación, aunque estos trabajos tendrán que esperar a que se realicen una serie de sondeos arqueológicos con los que se quiere descartar la posibilidad de que en la zona aún quede algún resto de la época y, en caso afirmativo, poder rescatarlo antes de instalar esta nueva zona que vendría a ampliar el espacio de visita a unos baños en los que se puede contemplar en un casi perfecto estado de conservación las salas de baño frío, templado y caliente, junto al sistema hidráulico de los mismos. Especialmente llamativa es también la sala central, la más grande de todas y que consta de tres cuerpos separados mediante cuatro pares de arcos de herradura sobre columnas de ladrillo y piedra que sostienen bóvedas de cañón con tragaluces, conformando una de las estampas más bellas y conocidas de este lugar. El edificio está cercado con un muro de arcos ciegos, que forman el acueducto, y tiene una torre al fondo con una caja de noria. Del mismo modo conserva el área de calderas donde se calentaba el agua, así como restos de las curtidurías, actividad principal en el lugar una vez que se abandonó el uso como baños tras la conquista cristiana de la ciudad.

Esta no es la primera actuación de la empresa municipal de Turismo para potenciar el conocimiento y las visitas a los baños árabes ya que hace unos años, y con la idea de aportar un aliciente más a los visitantes al monumento, se habilitó una de las salas de los baños como espacio de proyección de un audiovisual en el que se puede ver una reconstrucción, gracias a la animación por ordenador, de cómo era la ciudad en la que época de esplendor musulmana, y cual era el uso y la función social que tenían los baños en los siglos XIII y XIV gracias a una visita virtual por los mismos que aún se puede disfrutar por parte de los visitantes.

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