lunes, 9 de marzo de 2009

Pendientes de un camino (Málaga Hoy)

Las Barrancas del Ciprés es un pequeño diseminado del distrito de Campanillas cuyo principal problema son los accesos, todos terrizos, que gracias a la ayuda del Consistorio dicen que se mantienen transitables

Tienen el privilegio de vivir en el campo prácticamente dentro de la ciudad. Son los vecinos del diseminado de las Barrancas del Ciprés, en el distrito de Campanillas, formado por varios centenares de vecinos. Sin embargo, disfrutar de la naturaleza cada mañana, pese a la cercanía con el centro de la capital, tiene un coste, en este caso en forma de incomodidades. La principal necesidad de estos vecinos son mejoras en sus accesos, pues todos son terrizos, aunque son conscientes de su realidad y conviven de la mejor forma con ello.

Las Barrancas del Ciprés se encuentra muy próximo al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), apenas a tres kilómetros. Su historia es anterior a la llegada de la urbe empresarial. Carmen Suárez Solana, presidenta de la asociación de vecinos de la zona, dice que la llegada del PTA ha traído cosas positivas al barrio pero las mejores están por llegar. "Algún día el diseminado será urbanizable y se podrán mejorar los caminos pero hasta la presente tenemos que estar muy agradecidos al Ayuntamiento porque se preocupa por conservarlos de la mejor forma", afirma. También valora la llegada del Metro al PTA en el futuro, al que considera marcará un punto de inflexión es el distrito, uno de los más periféricos de la capital.

Más allá de sus accesos, que cuando llueve son un problema, Suárez confía que pronto llegue al diseminado alumbrado público. Pero sabe que es algo que también pasa por una recepción de los terrenos por parte del Consistorio. Pese a todo, los vecinos disfrutan desde hace dos años de la comodidad de tener agua corriente, una inversión que pudieron acometer gracias a una ayuda económica municipal. Puede considerarse un privilegio dado que no todos los diseminados del entorno cuentan con este servicio.

Sobre la vida en las Barrancas del Ciprés, la mayoría de familias residentes tienen allí su primera residencia, aunque hay quien busca en el diseminado su lugar de retiro. Como sea, Suárez dice que la mayoría son malagueños que trabajan en la capital. También analiza el cambio de la zona. "Hace años sólo se escuchaban los pájaros, pero los coches ya hacen acto de presencia también", subraya.

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