martes, 7 de julio de 2009

Obras Públicas derribará el silo de Antequera sin usar explosivos (La Opinión)

La Junta usará una máquina especial para demolerlo. La actuación, en agosto, necesita el permiso del Adif


Tráfico. El derribo del silo permitirá concluir la ronda norte. L. S.

LOLA SÁNCHEZ. ANTEQUERA La Delegación de Obras Públicas derribará el silo de Antequera con una máquina pesada, especial para este tipo de actuaciones, que realiza una intervención directa sobre los pilares del edificio a modo de mandíbula gigante, que permite ir deshaciendo la construcción desde abajo hasta arriba.
Se descarta así la posibilidad de utilizar explosivo en la actuación, por lo "aparatosa" que resultan ese tipo de acciones, según confirmó la delegada de Obras Públicas, Dolores Fernández, quién explicó que la idea es que el derribo pueda llevarse a cabo antes del mes de agosto.
"La máquina es un aparato gigantesco, dotado de un enorme brazo y una especie de mandíbula, que permite derribar el edificio en sentido vertical, sin que se produzca ningún tipo de caída lateral, en ocasiones bastante peligrosas", continúo Fernández.
En estos momentos, el proyecto para echar abajo el silo está pendiente de ser visado en el Colegio de Aparejadores de Málaga y, además, también hace falta obtener la autorización del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), ya que el inmueble se encuentra contiguo a una línea férrea que goza de actividad. "El derribo requiere de un plan de coordinación entre Obras Públicas, el Adif y el propio Ayuntamiento, ya que la línea de ferrocarril y el tráfico se cortarán en esa zona durante unas horas", añadió la delegada de Obras Públicas.
La actuación de redacción del proyecto, el plan de seguridad y el derribo en sí fueron adjudicados a una misma empresa, Demoliciones Córdoba, lo que ha favorecido que la actuación no haya tenido que salir de nuevo a concurso.
El derribo del silo permitirá continuar con la obra de la circunvalación norte de Antequera, que comenzó a construirse en el primer trimestre de 1998, con un plazo de ejecución previsto inicialmente de dos años. Su trazado, de algo más de cuatro kilómetros, transcurría desde la cuesta de Talavera hasta el polígono industrial, aunque quedó inconcluso debido a la existencia de este inmueble.

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