lunes, 16 de noviembre de 2009

El frenazo inmobiliario arrastra los ingresos de Hacienda en Málaga a los niveles de 2003 (SUR)

La provincia ha recaudado un tercio menos en el último ejercicio, el peor resultado en Andalucía con un retroceso de 985 millones La mayor caída se registra en el impuesto de sociedades, con un 47%
16.11.2009 -
ALMUDENA NOGUES
MÁLAGA

El frenazo inmobiliario arrastra los ingresos de Hacienda en Málaga a los niveles de 2003
La gran hucha del erario público sigue perdiendo monedas. El desplome del consumo y el fuerte crecimiento del paro están pasando factura a las cuentas del Fisco, que tampoco escapan de la crisis. Al cierre del pasado 2008, las estadísticas ya arrojaron un desplome del 30% en la recaudación registrada en la provincia de Málaga que, a tenor de las previsiones, no sólo se repetirá sino que irá a más al finalizar este año. Un dato que, a juicio de los expertos, es cuando menos preocupante.
Las cifras las aporta el propio sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que pone sobre la mesa unos números inquietantes. Según sus balances, en 2008 la Agencia Tributaria ingresó 985 millones de euros menos, pasando de los 3.220 millones contabilizados en 2007 a los 2.235 del último periodo. Se trata de la primera vez en la serie histórica desde 1999 en la que el Fisco pierde dinero entre los malagueños y el total de recaudación más bajo desde 2003, cuando sólo se inyectaron 2.100 millones a las arcas del Estado.
Y lo peor no es lo que ha pasado, sino lo que queda por pasar. No en vano, desde Gestha explican que en los primeros meses del presente ejercicio, el descalabro ya suma otros 481 millones (un 28% más), lo que teñirá de negro el resultado anual. En términos absolutos, este nuevo retroceso representa el mayor descenso económico de toda Andalucía seguido de cerca por el experimentado en Cádiz, donde las pérdidas acumuladas hasta mitad de año ascendían a 400 millones de euros. Además, la caída del 28% es la mayor de las soportadas entre las principales provincias del país (Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla), en las que las pérdidas oscilan en una horquilla que va del 13% al 25%.
Hasta aquí los números. Para comprender su origen recurrimos a los expertos quienes, al unísono, culpan al frenazo inmobiliario de las pérdidas de recaudación. Para José María Mollinedo, secretario general de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), el hecho de que la crisis haya embestido con más virulencia sobre las cuentas públicas en Málaga está íntimamente relacionado con el peso que ha tenido el ladrillo en los últimos años. «El estallido de la burbuja ha salpicado con fuerza a la provincia, lo que ha deteriorado a su vez la actividad del comercio, la hostelería y los servicios», destaca este experto.
Al respecto, las tablas demuestran que el sector empresarial ha sido el más perjudicado por el frenazo económico. Mollinedo sostiene en este sentido que el impuesto de sociedades ha sido el que ha sufrido un mayor descalabro. Al término de 2008, los ingresos por este tributo que grava los beneficios de las compañías bajaron un 47,6% hasta los 462 millones de euros. El recorte fue once puntos superior al que registró el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), que disminuyó otro 16%, hasta situarse en los 921 millones (la mayor partida inyectada a las arcas del Estado).
Contracción del consumo
Todo este escenario tiene un efecto inmediato sobre otra de las principies patas del tablero de Hacienda: el IVA. Y es que como recuerda el coordinador en Málaga del Instituto Andaluz de Estudios Financieros (IAEF), Ángel Yagüe, si aumenta el paro y las empresas ven reducidas drásticamente sus ganancias el consumo se contrae y, por ende, la recaudación por IVA se desploma, como ha ocurrido.
Así, los ingresos por este tributo indirecto (554 millones) han caído un 37% en el último año en comparación con el balance de 2007 cuando este impuesto dejó 879 millones. «Este derrumbe está asociado a la excesiva dependencia del mercado inmobiliario. Hay que recordar que Málaga ha absorbido este tiempo el 25% de las operaciones de compraventa de viviendas de la región. Si no se entregan casas tampoco se paga ese IVA», subraya Yagüe.
Francisco Villalba, consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía -entidad del grupo Unicaja-, insiste en que el mal resultado de recaudación (que tilda de «dramático y muy preocupante») es otro de los síntomas claros del deterioro de la actividad económica que, en su opinión, no retomará el pulso en la provincia hasta que reflote el mercado inmobiliario. De este modo, Villalba considera que el balance del Fisco tardará en remontar «cuatro o cinco años», hasta que el ladrillo salga del gran bache en el que se haya inmerso. «El problema es que hay un stock de viviendas muy importante y hasta que no se absorba no se producirá la recuperación», advierte.
Hecho el aviso, Villalba pasa a las propuestas. En su caso aboga por la racionalización del gasto de todas las administraciones públicas, -«deben ajustar sus cuentas, incluidos los ayuntamientos- y por una gestión más eficiente de departamentos como Sanidad o Educación, «que consumen muchos recursos», subraya. En esta línea, plantea que se evite la duplicidad de las administraciones y aconseja que no se transfieran impuestos para el futuro, «ya que de lo contrario se puede lastrar el crecimiento en años venideros».
Igualmente, el consejero delegado de Analistas Económicos pone sobre la mesa la que se ha convertido durante estos meses en una de las principales reivindicaciones de los sindicatos: la importancia de modificar el soporte de la actividad económica de la provincia de Málaga para que éste no se centre únicamente en el ladrillo. «Hay que reforzar la apuesta por I+D+i y buscar nuevas líneas de actuación», argumenta.
Sea cual sea la estrategia, lo cierto es que las cifras evidencian la urgencia de una reforma que evite que las arcas públicas mantengan estos niveles de pérdidas, insostenibles a corto plazo. No en vano, conviene recordar que aunque no es directamente proporcional, a menos recaudación, menos posibilidades de inversión y proyectos para la provincia.
Por ello, para compensar el déficit y cuadrar las cuentas de 2010, el Gobierno ha pedido a los contribuyentes «un esfuerzo de solidaridad» a fin de poder atender al gasto social creciente. Dicho esfuerzo se traducirá en una subida de impuestos que, según estima Gestha, restará unos quinientos euros anuales de media al bolsillo de cada malagueño. Nada menos que la mitad del sueldo de un mileurista. Con esta medida, la provincia aportará un balón de oxígeno de 115 millones extra al erario público.
Próxima subida del IVA
Las rentas medias serán, según los expertos, las más perjudicadas por el cambio fiscal; una reforma que afectará desde al que se compre un coche (que pagará unos 420 euros de más) hasta al que firme una hipoteca (que tendrá un sobrecoste medio de dos mil euros). Pero no hará falta hacer grandes desembolsos para sufrir sus efectos, ya que el incremento del IVA también arañará céntimos en gestos tan cotidianos como renovar el vestuario, sustituir el viejo televisor, adquirir una maquinilla de afeitar o ir a un restaurante. Y todo a partir del 1 de julio, cuando el IVA normal subirá dos puntos (del 16 al 18%), mientras que el reducido, el de los alimentos, viviendas, restaurantes o transportes se elevará del 7% al 8%.
La medida no es compartida por los técnicos de la Agencia Tributaria, que proponen en su lugar un mayor control de la economía sumergida y que les doten de más capacidad para investigar fraudes, «ya que Hacienda no puede ser tan miope con los corruptos», critican.

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