martes, 9 de marzo de 2010

Benalmádena enfila el camino hacia la normalidad urbanística siete años después. (SUR)

La Junta aprobará en los próximos días el texto refundido del PGOU, paso previo a su adaptación a la normativa andaluza.

La situación exacta del urbanismo en Benalmádena dista bastante de la reflejada en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobada en 2003. La culpa de esta distorsión la tienen la treintena de modificaciones puntuales de elementos que el Ayuntamiento le fue incorporando sobre la marcha, lo que llevó a la Junta de Andalucía a reclamar la aprobación de un texto refundido que aglutinara el planeamiento de 2003, los cambios realizados y las correcciones exigidas por el Gobierno autonómico sobre los mismos. Un proceso que se ha extendido más de la cuenta y que finalmente verá la luz en cuestión de días, cuando la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo de la Junta dé su visto bueno al expediente único. «Nos han confirmado que en la reunión que tendrá lugar el día 15 o el 16 se aprobará el texto refundido», confirmó a este periódico el edil de Urbanismo, Jesús Fortes.
Una vez superado este trámite, Benalmádena despejará el camino hacia la normalidad urbanística mediante la adaptación del PGOU a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), momento a partir del cual se podrán desbloquear proyectos urbanísticos pendientes y, sobre todo, liberar terrenos para la construcción de VPO, puesto que las nuevas sectorizaciones que se ejecuten tendrán que reservar al menos el 30% para viviendas sociales. «Si actualmente no hay suelo para vivienda protegidas es precisamente por que nos falta este trámite», apuntó el alcalde, Enrique Moya.
Paralelamente a la redacción del texto refundido, el Ayuntamiento ha estado trabajando en encauzar el planeamiento del municipio bajo los criterios de la Ley del Suelo, tarea que fue encomendada a los técnicos de la Sociedad de Planificación y Desarrollo (Sopde), empresa dependiente de la Diputación.
«La aprobación del texto refundido, cuya publicación oficial ya hemos encargado, permite clarificar el urbanismo de Benalmádena en un documento único que recoge todas las prescripciones registradas y todas las modificaciones, siempre en consenso con la Junta», incidió Fortes, quien reconoció que en Benalmádena «se ha construido mucho y mal», aunque destacando que «la Junta es la que aprueba definitivamente los expedientes». En cuanto a la adaptación del Plan General a la LOUA, el también teniente de alcalde no quiso marcarse un plazo, aunque confió en que pueda estar lista «a lo largo del año».

Un largo proceso
Sólo entonces se dará por finalizado un proceso en el que han estado trabajando hasta tres equipos de gobierno distintos (los comandados por Enrique Bolín, Javier Carnero y ahora Enrique Moya). En 2005, los intentos del ex alcalde independiente resultaron baldíos, ya que la entonces Consejería de Obras Públicas rechazó el texto alegando que algunas modificaciones suponían una alteración del modelo territorial y no eran acordes a la LOUA. No fue hasta abril de 2008 cuando el Pleno de la Corporación aprobó el envío del expediente único de cumplimiento de la revisión del PGOU.

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