El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se mostró ayer tajante y rechazó, como dijeron desde la Consejería de Obras Públicas y Vivienda, que esté haciendo un uso «partidista» del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) al pedir a la Junta que compense a la ciudad por hacer posible que la Administración regional disponga de los terrenos de Arraijanal para construir un parque metropolitano. Más aún, aseguró que su comportamiento responde a «criterios de defensa de los intereses de la ciudad y al malagueñismo».
Después de que el secretario general de Planificación, Ordenación Territorial, Infraestructura y Movilidad Sostenible de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda, Eduardo Tamarit, considerase el martes «lamentable» la utilización del PGOU «de una forma partidista y para confundir a los ciudadanos», De la Torre afirmó que «jamás hemos hecho un uso partidista del Plan, al contrario, hemos seguido un planteamiento y unas coordenadas que están definidas por la defensa de los intereses de Málaga y no por ninguna estrategia de partido».
Frente a esto, pidió a la Junta que «examine si no hubo estrategia partidista cuando hizo la suspensión total de la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana en julio de 2009, sin necesidad de hacerlo». «Ese parón que dio al Plan General fue absolutamente gratuito y también el perjuicio que produjo a la ciudad», declaró a los periodistas, agregando, precisamente, que esa actuación «sólo tenía dos lecturas: o partidismo o no importarle penalizar y dañar las expectativas de Málaga».
De todos modos, el alcalde aseveró que su planteamiento está «en la mejor voluntad para conseguir la aprobación definitiva del PGOU» y añadió que no entra en el detalle de las conversaciones porque primero hay que culminarlas y luego, en todo caso, explicarlas».
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