martes, 22 de junio de 2010

Las ciudades 'invaden' sus puertos (Málaga Hoy)

Málaga sigue la línea de otras urbes que cambian suelos portuarios por lugares abiertos al ciudadano · Predominan los espacios de ocio y comercio, aunque sin 'súper' como referencia

S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 22.06.2010 - 01:00
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Equipamiento diseñado por David Chipperfield en el puerto de Valencia con motivo de la Copa América de Vela.

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Infografías del plan de integración puerto-ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

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Veinte años y la herida abierta. Dos décadas después de que Málaga iniciase la discusión sobre la necesidad de abrir el puerto a los ciudadanos, el debate sigue sin cerrarse. Cuando el asunto sobre los usos públicos de los muelles 1 y 2 parecía solventado en forma de un proyecto consensuado, que impedía cualquier construcción por encima de la cota del Paseo de la Farola y subrayaba la necesidad de generar un espacio comercial de calidad "media-alta", la cuestión sigue sobre la mesa.

Y ello después de que la Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento y la concesionaria del uso comercial del muelle 1, Unión de Iniciativas Marina de la Farola, planteen modificar por enésima vez el plan especial para autorizar la edificación de un equipamiento cultural en la denominada esquina de oro que sobrepasará en 13 metros la cota de la calle. Una particularidad a la que se suma la idea de los privados de asentar un supermercadocamuflado junto a la esquina de los muelles 1 y 2.

La estampa final diseñada para abrir el puerto a la ciudad tiene una doble dimensión claramente diferenciada: de un lado, la correspondiente al muelle del Paseo de los Curas, que alberga el Palmeral de las Sorpresas, de iniciativa pública (más de 30 millones de euros invertidos por la Junta de Andalucía) y la dársena paralela al Paseo de la Farola, de uso comercial-privado (14.000 metros cuadrados de techo).

El escenario al que se retrotrae el puerto de la capital de la Costa del Sol motiva más que nunca tornar la mirada hacia aquellas otras urbes donde los espacios portuarios se agregaron a la ciudad, al objeto de analizar los usos que en cada caso se dan. Siguiendo el consejo del profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, Vicente Granados, este periódico viaja para conocer otras experiencias de integración puerto-ciudad.

Y en todos los casos analizados, la estrategia a seguir es similar a la de Málaga. Espacios de ocio y esparcimiento sobre los suelos antes portuarios; aprovechamiento de los terrenos para generar nuevas playas (caso de Gijón); reserva de parcelas sobre las que edificar iconos culturales, hoteles y usos terciarios (Barcelona, Valencia...). Son las opciones predominantes.

PORT VELL DE BARCELONA

Aunque a una escala distinta, por la envergadura del espacio objeto de la intervención (56 hectáreas), el puerto de Barcelona es pionero en una actuación de estas características. Buena parte de la misma se llevó a cabo coincidiendo con los Juegos Olímpicos de 1992, si bien desde ese origen la anexión de terrenos para el uso de los vecinos ha continuado. Sobre esta localización pesa aún la marca de la fallida actuación del centro comercial Maremagnu, que dio pie al asentamiento de bares de copas y discotecas. La estrategia, que sirvió de ejemplo a no seguir por Málaga, ha sido variada en los últimos años por parte de los responsables del complejo, donde hoy se aglutinan más de cuarenta tiendas de ropa, complementos y joyas, restaurantes, telefonía... Pero en ningún caso un supermercado, como sí se busca en Málaga.

Pero el Port Vell da cabida a mucho más. De hecho, sirve de base al Wolrd Trade Center de Barcelona, un centro de congresos y convenciones de 6.000 metros cuadrados, que alberga las sedes de 100 empresas y 25 comercios; la rambla del mar, un singular paseo sobre el agua; varios hoteles; los museos de Historia de Cataluña y Marítimo de Barcelona; un cine Imax, y el Acuario de Barcelona, entre otros equipamientos.

VALENCIA

La Autoridad Portuaria de Valencia trabaja desde hace años en iniciativas que favorecen una suave transición entre los terrenos ciudadanos y los comerciales del puerto a través de la cesión de terrenos a la urbe. En este contexto se ha dado forma al conocido proyectoBalcón al Mar, resultado de la voluntad de seguir abriendo la ciudad al mar. Este proyecto supone la transformación de los terrenos de la Dársena Interior del Puerto de Valencia de uso portuario a uso cultural y de ocio. En los últimos años se han realizado importantes avances como el Edificio del Reloj, que sirve de sala de exposiciones; la puesta en servicio del puente móvil de ferrocarril, que elimina el tránsito de trenes por el interior de la Dársena, posibilitando con ello la supresión de las vías férreas que circundan esta zona; la unión de los muelles de Levante y Poniente con el fin de suprimir el tráfico rodado que actualmente circula por la Dársena Interior (en fase de proyecto); la cesión efectiva de los tinglados 2, 4 y 5 para su gestión por parte del Ayuntamiento de Valencia. Actuaciones análogas se han llevado a cabo en los Puertos de Sagunto y de Gandía. En el primero de los casos, cabe destacar la colaboración en el proyecto de la Ciudad de las Artes Escénicas, proyecto que supuso la recuperación del antiguo complejo siderúrgico de Altos Hornos del Mediterráneo para convertirlo en una zona para representaciones de teatro, musicales, danza...

BILBAO

Uno de los mejores ejemplos de integración puerto-ciudad es el de Bilbao, que ha dado lugar al desarrollo de la zona de Abandoibarra en la zona de la ría, donde antes se asentaban las instalaciones portuarias. Tras la crisis industrial de principios de los 80, se inició la idea de configurar Bilbao como ciudad turística y de servicios. En 1989 nació el Plan Estratégico para la Revitalización de Bilbao, que permitió el comienzo de las labores de recuperación de los espacios industriales abandonados y los barrios antiguos en deterioro. Ello dio lugar a la construcción del Museo Guggenheim y del Palacio Euskalduna. Hay que destacar también la participación del Puerto de Bilbao en el desarrollo de la península de Zorrozaure, cuyo plan director fue diseñado por Zaha Hadid, ganadora en 2004 del premio Pritzker de arquitectura. Su plan contempla la creación de un parque empresarial relacionado con actividades innovadoras en el que trabajen en materia de investigación la iniciativa privada junto con la Universidad. También se habilitarán zonas comerciales y de ocio. Los espacios que antes ocuparon los astilleros, las playas de contenedores o los altos hornos, se convierten ahora en paseos, parques, galerías de arte al aire libre, nuevos barrios y zonas de negocio.

GIJÓN

El puerto de Gijón fue galardonado el pasado año con el premio que organiza la European Sea Ports Organization (ESPO) -entidad que representa a las dársenas de los Estados miembros de la Unión Europea (UE)- al mejor proyecto de puerto-ciudad, por su labor durante tres décadas desarrollando políticas en beneficio del entorno de Gijón. A comienzos de los años 80, el puerto local estaba abandonado, con una pequeña actividad pesquera y de talleres de reparación, con sus cuatro dársenas secas en bajamar.

La Autoridad Portuaria de Gijón emprendió su rehabilitación entre 1986 y 1995 y lo convirtió en un puerto deportivo con 850 atraques y el paseo marítimo peatonal del que disfrutan los ciudadanos. A partir de este hito, se iniciaron los estudios para intentar recuperar la línea de playas que existían hasta finales del siglo XIX entre dicho puerto y el de El Musel. En dicha zona la arena había desaparecido debido a la ocupación de línea de costa por las instalaciones industriales y la construcción de muros y diques para proteger la superficie ganada al mar, quedando sólo un lecho rocoso. Respetando los dos astilleros en funcionamiento en la bahía y aprovechando la superficie liberada por la desaparición de otros, se proyectaron dos playas, una, la de Poniente, de 800 metros, limitada por dos diques laterales de escollera con una superficie de playa seca de 60.000 metros cuadrados, y otra, la del Arbeyal, con un dique de escollera para contener la arena, lo que supone una longitud de playa de 440 metros lineales y una superficie de arena de 28.000 metros cuadrados.

TENERIFE

La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife convocó en julio de 1998 un concurso de ideas para la ordenación del Muelle de Enlace con el objetivo de permitir la prolongación natural de la ciudad devolviendo así el mar a los ciudadanos. La propuesta presentada por el estudio de arquitectos Herzog & De Meuron fue distinguida con el primer premio. El 16 de enero de 2006 la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife aprobó de manera definitiva el plan. El ámbito de trabajo del proyecto comprendía 17,38 hectáreas y se planteaba mediante un sistema de grandes espacios que se concretan en ocho zonas a las que a su vez se les asigna los usos correspondientes. Ejemplo de ello es la Marina del Atlántico, de 13.313 metros cuadrados, donde se apuesta por uso de servicios náuticos, club marítimo y talleres, así como usos complementarios como comercios, hostelería, oficinas y aparcamientos. A ello se suma una zona recreativa, de 26.783 metros cuadrados. Otras de las piezas es la Plaza. Asimismo, destaca el que dentro de suelo portuario se levanten el auditorio, diseñado por Santiago Calatrava, y el palacio de congresos.

ALICANTE

En el caso de Alicante, la construcción de nuevos muelles para la actividad industrial permitió integrar parte de las viejas instalaciones portuarias en la ciudad. La transformación tuvo lugar a lo largo de la década de los años 90, siguiendo el modelo de Barcelona. En este sentido, destaca la construcción del centro comercial Panoramis, que acoge 40 tiendas, incluyendo unos multicines.

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