martes, 22 de junio de 2010

Afectados culpan a Aifos de negarse a avalar el dinero de sus pisos (Málaga Hoy)

El dueño de la promotora afirma que siempre tuvo la voluntad de construir las promociones que se vendieron sin licencia de obras

ENCARNA MALDONADO / MÁLAGA | ACTUALIZADO 22.06.2010 - 01:00
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Jesús Ruiz y su mujer, Teresa Maldonado, en el banquillo.

Clientes de la promotora inmobiliaria Aifos que entre 2002 y 2003 compraron viviendas sobre plano, que en la mayoría de los casos nunca se llegaron a construir porque la compañía vendió antes de tener los permisos de obras y jamás logró estas licencias municipales, afirmaron ayer que la compañía no les ofreció ningún arreglo hasta que formalizaron las denuncias por presunta estafa.

Jesús Ruiz, administrador de Aïfos, y su esposa, Teresa Maldonado, que también ejerció esta función durante algunos años, se sientan en el banquillo de la Sección Primera de la Audiencia de Málaga acusados de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores en concurso con estafa por los que la Fiscalía les reclama siete años de prisión a cada uno, además de la indemnización correspondiente las cantidades entregadas a cuenta por las viviendas nunca construidas y 3.000 euros adicionales por daños morales. El fiscal estima el monto de las 16 supuestas estafas en 626.000 euros.

El dueño de la promotora explicó ante el tribunal que siempre tuvo la voluntad de edificar esas promociones radicadas en Rincón de la Victoria y Torrox y contextualizó lo ocurrido como incidentes menores para una compañía que ha llegado a entregar 17.000 viviendas en toda España sin problemas. No obstante, aseguró que cuando surgían impedimentos siempre ofrecía a su clientela la posibilidad de permutar los pisos que querían comprar por otros en otras promociones o devolverles el dinero entregado con creces. Afirmó que llegó a ofertar hasta el triple de las cantidades económicas entregadas a cuenta, pero que estos afectados rechazaban estos arreglos.

Frente a esta versión, los denunciantes que ayer declararon en la vista oral indicaron que sólo tuvieron posibilidad de recuperar su dinero cuando la querella estaba interpuesta y que, en cualquier caso, o se ofrecían las cantidades sin previa consignación notarial o se brindaba la opción de una permuta en zonas que no eran de su interés.

Todos los afectados que declararon ayer coincidieron en subrayar que se sintieron "engañados" por la promotora porque nunca les informó con claridad de la situación legal en la que se encontraban las promociones y les daba largas para no avalar las cantidades de dinero que entregaban bajo el argumento de que la propia promotora ya era aval y garantía de seguridad suficiente. La defensa de Jesús Ruiz y Teresa Maldonado, que ejerce el letrado Nicolás González de Cuéllar, sugirió, en cambio, que fueron los propios afectados los que rechazaron los avales para ahorrarse los costes financieros que implican.

Una de las denunciantes explicó, junto a su hija minusválida, que la familia entregó 40.000 euros que correspondían a los ahorros de la familia para comprar un piso bajo adaptado en la promoción Jardines del Rincón. El contrato de compra venta se firmó en agosto de 2002 con el compromiso de que las obras se prolongarían 20 meses. Esta mujer indicó que como veían pasar los meses sin que las obras comenzaran reclamaron que se les garantizara el dinero aportado mediante aval bancario. "Nos dieron un papel y tiempo después nos dimos cuenta de que no era el aval, sino un documento en el que se comprometían a entregarnos un aval".

Una vez que interpusieron la denuncia la compañía les ofreció devolverles el doble de dinero a cambio de la retiraran pero lo rechazaron porque "me sentía estafada y engañada". Después fueron ellos los que propusieron a Aifos que le permutaran la casa inexistente por otra de otra promotora que cumpliera los mismos requisitos arquitectónicos. Inicialmente aceptaron. La familia buscó una vivienda y la mantuvo reservada durante nueve meses pero la promotora, finalmente, se negó. Otro comprador de Jardines del Rincón dijo que no supo hasta mucho después que en realidad la parcela estaba catalogada como equipamientos en el PGOU de Rincón de la Victoria y que Aifos le planteó cambiar el piso por otro en Estepona o Fuengirola.

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