sábado, 16 de octubre de 2010

MÁLAGA Tráfico traza un plan para mejorar los accesos al aeropuerto y aliviar los polígonos. (SUR)

La iniciativa contempla la prolongación de la calle Tucídides para su conexión con la MA-21, y la reordenación de varias rotondas

16.10.10 - 02:04 -
La Dirección General de Tráfico cocina en su despacho los ingredientes de un suculento plan de reordenación viaria que supondrá un balón de oxígeno para algunos de los puntos más conflictivos de la capital. Dicha iniciativa, que la DGT confía en poner en marcha antes de que finalice el año, contempla actuaciones orientadas a mejorar los accesos y la circulación a entornos tradicionalmente congestionados como el aeropuerto, los polígonos o el puerto de Málaga.
El primer foco de este proyecto se sitúa en la calle Tucídides, paralela a la A-7. Como ha podido saber este periódico, el objetivo de la DGT es que esta arteria del polígono Santa Bárbara se prolongue hacia la izquierda (de modo que conecte esta zona con la antigua N-340, denominada hoy MA-21) y hacia la derecha. Esta última ampliación significaría la creación de un nuevo tramo de circulación hacia el Guadalhorce, un punto marcado en rojo en los mapas de tráfico por su densidad de vehículos y sus habituales retenciones, uno de los viejos caballos de batalla de los empresarios de este área industrial.
Hasta aquí la pretensión de la DGT, que entiende que esta modificación aliviará el tráfico al convertirse en una alternativa para quienes deseen ir hacia el aeropuerto, hacia la costa occidental o hacia el Guadalhorce, cuyo traje viario se ha quedado pequeño. Sin embargo, para sacarla adelante necesita superar un escollo urbanístico, lo cual deja la pelota sobre el tejado del Ayuntamiento de la capital.
Escollo con una parcela
Fuentes consultadas por SUR explicaron que el problema es que la extensión de calle Tucídides hacia el polígono Guadalhorce pasa por una parcela de propiedad privada, pendiente de un proyecto de urbanización. Al parecer, el Consistorio ha valorado positivamente el plan diseñado por la DGT y estudia en estos momentos cómo vencer la traba que existe con los citados terrenos, último fleco pendiente para llevarlo a cabo. Mientras se alcanza dicha solución, Tráfico trabaja actualmente en otro nudo viario (el que gira alrededor de la antigua Azucarera) que, como el anterior, arrastra un largo historial de atascos.
En este caso, se trata de la rotonda norte existente entre la MA-21 y la MA-22, en las inmediaciones de la Estación Depuración de Aguas Residuales de Emasa, junto al parque comercial Málaga Nostrum. Además, la iniciativa afecta igualmente a otras glorietas de la MA-22
En este enclave confluyen varias circunstancias que entorpecen la circulación. Por un lado, una señalización deficiente que genera confusiones entre los conductores que quieren incorporarse a la MA-21 en dirección al aeropuerto. Por otro, la acumulación de hasta tres glorietas sucesivas en la MA-22 (carretera que une la citada MA-21 con calle Pacífico) que ralentizan el tránsito de vehículos en horas punta en un área cada vez más sobrecargada al servir de acceso a un área comercial, al palacio de deportes Martín Carpena, al aeródromo, al puerto y al polígono Guadalhorce.
La medida que persigue la Dirección General de Tráfico incluye la colocación de bloques de triblock (unas barreras rojas y blancas rellenas de agua), para impedir movimientos circulares en torno a la glorieta. Asimismo, se prevé indicar con señalización provisional los movimientos permitidos y los giros prohibidos para evitar desorientar a los conductores.
Con esta reordenación se busca agilizar el tráfico creando así carriles exclusivos para quienes crucen esta vía. En este sentido, las fuentes precisan que para Tráfico es prioritario mejorar los accesos al área portuaria, un espacio de primer nivel en el conjunto nacional que requiere de unas comunicaciones por carretera que estén a la altura.
Nueva señalización
Y si la actuación en calle Tucídides requiere la colaboración del Ayuntamiento, en este caso la segunda pata es el Ministerio de Fomento. Una vez que chequee la viabilidad de la reordenación y sus efectos en la mejora de la permeabilidad del tráfico deberá asumir el coste de la instalación de la nueva señalización definitiva en los accesos inmediatos a las zonas antes mencionadas, reforzando los itinerarios para los destinos más significativos.
En el caso de que la iniciativa de los triblock no resultase del todo satisfactoria la DGT valorará pasar al plan B: la instalación de regulación semafórica en este tramo.

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