El proyecto 'estrella' de la Junta para recuperar parte del casco antiguo, la zona de los arrabales, acumula cinco años y medio estancado mientras el Ayuntamiento vacía la bolsa de ayudas a la rehabilitación
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 26.01.2011 - 07:19Corren malos tiempos para la rehabilitación del centro. El barrio neurálgico de la ciudad asiste en los inicios de 2011 a un escenario poco halagüeño en lo que a la recuperación de edificios se trata, más aún cuando la apuesta del Ayuntamiento de Málaga por colaborar económicamente con la iniciativa privada en la restauración de inmuebles se vacía de fondos y cuando discurren ya casi cinco años y medio sin que la Junta de Andalucía haya impulsado aún el plan con el que buscaba revitalizar parte del casco antiguo, en concreto la zona conocida como los arrabales.
El estancamiento de las iniciativas de ambas administraciones contrasta con el carácter estratégico que se pretendía dar justamente a la rehabilitación como alternativa de escape para las empresas constructoras, marcadas desde el inicio de la crisis económica. Sin embargo, el horizonte próximo está manchado de sombras. Algo que parecen tener claro los constructores de la provincia, que se quejan del recorte en aportaciones económicas que han realizado las dos instituciones. "Se han reducido los objetivos del plan de vivienda, lo que indica que no centran su apuesta en aquello que sí proclaman", explicó la responsable de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), Violeta Aragón.
En este ámbito geográfico es especialmente llamativo el letargo que padece la iniciativa autonómica de revitalización de los arrabales, donde la Consejería de Obras Públicas dibujó la construcción de unas 600 viviendas de protección oficial, la mitad aproximadamente en alquiler para jóvenes profesionales, al objeto de que pudiesen ubicar en un mismo espacio el lugar de trabajo y de residencial. La pretensión no era otra que la de "descentralizar" el modelo del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) y trasladarlo al casco antiguo mediante lo que se ha denominado como tecnocasas. Pero el deseo sigue sin tomar forma.
Y no queda claro cuándo lo hará. Preguntada por este asunto, la delegada de la Junta en Málaga, María Gámez, dijo que se trata de un tema que "va dando sus pasos" y aclaró que la primera de las promociones de tecnocasas, que se ejecutará en la calle Lagunillas, con 104 pisos, se encuentra aún a la espera de que se finalice el proyecto constructivo. La responsable autonómica no supo precisar cuándo se podrán licitar las obras, aunque el arquitecto responsable del diseño, Salvador Moreno Peralta, estimó que en unos días el asunto estará culminado.
A esta pieza deberán sumarse posteriormente otras dos edificaciones, en las calles Gigantes y Cobertizo del Conde, con alrededor de 80 pisos sociales más. Todo ello sumará una inversión próxima a los 20 millones. En cualquier caso, no parece factible que el plan sea realidad antes de mediados de 2012 o principios de 2013.
Pero las tecnocasas eran sólo uno de los elementos a destacar de un programa mucho más amplio y que, según diversas fuentes consultadas, hubiese supuesto un paso cualitativo para Málaga capital. Los otros grandes atractivos, dejados de lado, eran los equipamientos públicos a desarrollar en el casco urbano: la Facultad de Bellas Artes en el Instituto Gaona, truncado después de que la Universidad optase por trasladar estas dependencias al campus de El Ejido; la reconversión del edificio de Cofarán, cuya recuperación ya ha sido impulsada por el Ayuntamiento fondos estatales, para instalar talleres de formación de cerrajería, bordados e informática, entre otros; la implantación en el antiguo garaje Las Delicias del Centro Andaluz de Apoyo al Diseño Industrial...
El alma del plan, Salvador Moreno Peralta, admitió ayer que el plan está "descafeinado" y recordó cómo en sus orígenes se trataba de una operación de revitalización "completísima". "Lo más innovador de la operación era la presencia del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) como ente gestor de las viviendas", explicó. "Para poder recuperar una zona no basta con unas casas estupendas para jóvenes del conocimiento", apostilló, al tiempo que preguntó: "¿Qué pasa con los equipamientos complementarios, con las calles...?"
En cualquier caso, la responsabilidad del estancamiento del proyecto no es sólo imputable a la Junta, sino que ha de ser extendida también a la Casona del Parque y al equipo de gobierno del PP, al que correspondía tramitar las expropiaciones de fincas sobre las que desarrollar las actuaciones. Esta labor, según los responsables regionales, no se hizo con la debida premura, ya que se prolongó varios años.
Todo ello acabó haciendo que el número inicial de parcelas sobre las que intervenir se redujese significativamente, pasando de unas 150 a menos de la mitad. De hecho, muchos de los suelos fueron sacados del programa después de que los propios propietarios lo solicitasen, alegando su intención de desarrollar actuaciones particulares en los mismos.
La otra cruz que pesa sobre el centro es la decisión del Ayuntamiento de vaciar la bolsa de dinero con la que desde hace unos diez años se subvencionaba a los propietarios en la recuperación de inmuebles. El presupuesto municipal para este concepto ha pasado de algo más de 5 millones en 2010 a 0 euros en 2011, algo que el concejal de Vivienda, Diego Maldonado, justificó en la necesidad de dar prioridad a otras partidas de carácter social.
En los últimos años esta línea ha sido estratégica en la gestión municipal, como muestra el que desde 2000 se hayan destinado alrededor de 65 millones de las arcas municipales a la mejora de los edificios, beneficiando a unas 25.500 viviendas y posibilitando una inversión global (incluyendo la aportación privada) de 258 millones.
En relación con este escenario, el decano del Colegio de Arquitectos, Antonio Vargas, destacó cómo en los últimos años las dos administraciones han realizado numerosas actuaciones en el casco antiguo, sin que las mismas, "más allá de ciertas obras de lavado de cara en algunas calles", hayan "lucido". Y no parece que la situación vaya a variar con la reducción de aportaciones por parte del Consistorio y la ralentización de maniobras de la Junta. "Ambas administraciones deberían reflexionar sobre cómo ha estado funcionando esto; sería bueno algún foro de reflexión", opinó Vargas, para el que la apuesta de los próximos años en el sector de la construcción pasa necesariamente por la rehabilitación.
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