miércoles, 7 de noviembre de 2007

El metro se enfrenta a su gran reto técnico en la Alameda (La Opinión)

Cambiar a la empresa que construirá un tramo del metro no es una decisión fácil. Supone cambiar un contrato de concesión, previo acuerdo con Metro Málaga, y sacar a concurso una obra que luego se debe entregar a la empresa concesionaria para su explotación. Sin embargo, precisamente el tramo entre la Alameda y el Parque es uno de los más complejos del proyecto y parece más que aconsejable que el control se extreme en esta parte.
1.TerrenosTanto el Parque como la Alameda están hechos sobre terrenos de aluvión y muy blandos. Son zonas ganadas al mar, donde la roca dura se encuentra muy profunda. Eso plantea un notable problema. Introducir una tuneladora supone un riesgo por cuanto los desplazamientos de tierra se convierten en una amenaza grave y constante para el contratista. Eso llevó a aconsejar la técnica del `jet grouting´, que consiste en hacer inyecciones de hormigón a gran presión sobre el suelo. Eso permite solidificarlo y darle consistencia, lo que reduce el riesgo de desplazamiento y permitiría que la tuneladora pueda trabajar con seguridad al taladrar con más eficacia. Sin embargo, afectan a los ficus igual que los muros-pantalla y parece una técnica menos segura.
2.AlamedaA diferencia que en el Parque, la Alameda tiene el problema de que hay edificios construidos a cada uno de sus lados, que se verían afectados por cualquier desplazamiento de tierra. Además, los ficus tienen unas raíces muy largas y superficiales, con lo que habría que plantearse seriamente su futuro. También es cierto que están llegando al final de su vida natural.
3.La MarinaSi la Alameda plantea dudas sobre el método para hacer el túnel, salvar la plaza de la Marina, y el aparcamiento bajo ella, repite las mismas dudas. Lo más probable es que haya que dejarlo fuera de uso durante las obras. En el caso de optar por los muros-pantalla, incluso habría que romper la cubierta del parking para trabajar en el interior con las pantalladoras. Similares cuestiones habría que plantearlas para pasar por debajo del cauce del Guadalmedina.
4.ArqueologíaMientras el Parque es una zona de relleno y ganada al mar, la plaza de la Marina es donde se aparecen los primeros restos arqueológicos a tener en cuenta, puestos al descubierto durante las obras del actual aparcamiento. El túnel no sería un problema al pasar por debajo del aparcamiento y bajo la cota del mar, sin posibilidad de que tope con un yacimiento. El único problema lo representa la ubicación de la boca de entrada, para no encontrarse con ningún resto de la antigua muralla del siglo XVIII que bordea la Marina. En la Alameda, el único punto conflictivo se encuentra al final, ya que por allí se construyó el fuerte de San Lorenzo a principios del siglo XVIII, aunque fue demolido a finales de ese siglo. Al parecer, todavía existen bajo tierra restos de la cimentación y de bodegas.
5.AndalucíaEl aparcamiento de la avenida de Andalucía es otro de los obstáculos a sortear en este proyecto, al haber un túnel que cruza de una parte a otra de la avenida para dar salida a los coches del parking por la plaza de Enrique Navarro. La profundidad debe ser la adecuada para no chocar y ver cómo se hace si la tuneladora se descarta.

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