viernes, 9 de noviembre de 2007

El olvido de calle Mariscal (Málaga Hoy)

Un patio lleno de basura. Cables sueltos y contadores eléctricos hasta arriba de polvo y suciedad. Y, hasta hace poco, jeringuillas usadas y roedores campando a sus anchas. Es la situación del número 3 de calle Mariscal, cuyos vecinos han denunciado un caso de asustaviejas. “Había que entrar con tacones para que la mierda y las infecciones no se te pegaran por todos lados”, explica una de las inquilinas, madre soltera y con tres críos. Tanto este edificio como el del número 5 fueron inscritos el pasado 18 de abril en el registro de solares, por lo que el propietario –que es el mismo– tiene un año para hacer obras desde ese día. En caso contrario el Ayuntamiento iniciará la expropiación. Hasta ahora no ha hecho nada. “Y aquí no se puede vivir”, afirma otro vecino, que se mudó hace unas semanas con su pareja. “El patio está lleno de basura. Yo vivo en el primero y toda la que tira desde arriba la gente me cae a mí”, se queja otra vecina. Allí residen legalmente cuatro familias, pero hasta el pasado miércoles eran más. Ese día, la Policía realizó la operación Mariscal, en la que detenía a tres personas por tener un punto de venta de droga que hasta poseía un circuito de televisión para controlar la entrada y salida de personas. Otros residentes ilegales se han ido después de lo ocurrido. Pero en el bloque los okupas y los yonquis se mueven con total facilidad entrando a los pisos vacíos con una simple patada en la puerta. La entrada del bloque se encuentra de par en par las 24 horas y el control es inexistente. “Al menos tenemos luz, porque al lado no tenían”, añade otra vecina, que vive en un piso con varios familiares. Se refiere al número 5 de la misma calle Mariscal, que tiene problemas similares. Allí, la denuncia vecinal cuajó y la Gerencia de Urbanismo realizó trabajos de mejora, aconsejados por un informe de Salud que denunciaba la “manifiesta insalubridad” del edificio. La factura la debe pagar la propiedad, que después de la actuación municipal dejó a los pocos vecinos del número 5 varias semanas sin agua, por lo que tenían que comprar botellas para beber o ducharse diariamente. Ahora la pelota está en el número 3, donde se produce un “típico” caso de mobbing inmobilario: “permite la entrada de okupas y drogadictos, no escucha las quejas de los vecinos y le da igual lo qué les ocurra con tal de que se vayan”, afirma el Defensor del Ciudadano, Francisco Gutiérrez. “El Ayuntamiento ha limpiado un par de veces el bloque, pero nada más. Los recados que dejamos al propietario cada vez que pagamos el alquiler no sirven de nada”, dice una vecina del edificio, que parece olvidado a pesar de estar en el céntrico barrio de La Goleta.

1 comentario:

  1. esto es de verguenza que el alcalde de malaga no se preocupe por restaurar y limpiar la zona centrica que esta llena de yonkis y gente de mala vida y llenos de odio. A estos hay que mandarlos a las afueras ya que ellos mismos se encargan de hacer ghettos pues que los hagan alejados y se maten entre ellos. Asi es como pretende traer turismo a la zona. usted cree que cuando atraquen a los turistas en pleno centro van a volver a dejar dinero en esta ciudad?

    ResponderEliminar