De las 53 viviendas tan sólo seis titulares residen en su correspondiente piso protegido. El alcalde cree que puede ser "una medida brusca, pero eficaz"
Los vecinos esperan que el anuncio de la Junta de expropiar el número 27 de la calle Cabriel se traduzca en una solución real y efectiva a la bloqueada y "desesperada" situación de este inmueble, pero no pueden evitar sin embargo recibir la noticia con "escepticismo" y "desconfianza", según traslada el representante de la asociación Huerta-La Palma, Francisco Aguado."No estamos precisamente para cantar el aleluya. En cierta manera desconfiamos de esta decisión porque ahora habrá que escuchar y analizar las propuestas que la Junta efectúa a los titulares", sentencia Aguado. No pueden ocultar sin embargo su esperanza ante lo que podría ser el final de las "deplorables" condiciones que presenta este edificio, que ha obligado a algunos propietarios a abandonar su piso.El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, afirma a este respecto que aparentemente puede ser una medida "brusca, aunque eficaz". "Lo importante es el objetivo que se persigue, no tanto el medio. La Junta inicia la expropiación, verá cuáles son suyas y cuáles no y cómo regulariza la situación de unos y otros para, al final, tener una comunidad medianamente organizada", declara el regidor.El número 27 de la calle Cabriel presenta una realidad singular. De las 53 viviendas que alberga en sus 13 plantas (cuatro por piso más una vivienda en el bajo) tan sólo seis inquilinos son titulares del piso protegido, indica Aguado. "El resto, en su mayoría, son inmigrantes", dice.Titulares desaparecidos. Las casas se han realquilado en múltiples ocasiones y sin contratos de por medio lo que ha provocado una difícil situación legal que no permitía a la Junta y al Ayuntamiento de Málaga proceder a su rehabilitación, al no poder constituirse la comunidad de vecinos necesaria.El inmueble es propiedad de la Junta, y el Gobierno andaluz, amparándose en la situación de marginalidad y de grave deterioro existente en el edificio, ha dictado la expropiación del mismo según la Ley 13/2005 de 11 de noviembre de Medidas para la Vivienda Protegida y Suelo, según adelantó ayer este periódico. La rehabilitación corresponde al Ayuntamiento, aunque el Ejecutivo regional se comprometió a correr con los gastos si el Consistorio no procediese a la mejora de las viviendas. Posteriormente, la Junta pondrá el inmueble a disposición del Instituto Municipal de la Vivienda para que los pisos protegidos vuelvan a adjudicarse.Tras la publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) de esta decisión, el Gobierno regional iniciará conversaciones con los titulares afectados. En el aire quedan casi 50 familias en situación no legal que ocupan actualmente los inmuebles. La Junta no descarta que en una futura adjudicación de los pisos se tenga en cuenta a estos residentes. El número 27 de la calle Cabriel presenta unas "deplorables" condiciones. Los vecinos han llegado a residir incluso sin luz eléctrica.
Los vecinos esperan que el anuncio de la Junta de expropiar el número 27 de la calle Cabriel se traduzca en una solución real y efectiva a la bloqueada y "desesperada" situación de este inmueble, pero no pueden evitar sin embargo recibir la noticia con "escepticismo" y "desconfianza", según traslada el representante de la asociación Huerta-La Palma, Francisco Aguado."No estamos precisamente para cantar el aleluya. En cierta manera desconfiamos de esta decisión porque ahora habrá que escuchar y analizar las propuestas que la Junta efectúa a los titulares", sentencia Aguado. No pueden ocultar sin embargo su esperanza ante lo que podría ser el final de las "deplorables" condiciones que presenta este edificio, que ha obligado a algunos propietarios a abandonar su piso.El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, afirma a este respecto que aparentemente puede ser una medida "brusca, aunque eficaz". "Lo importante es el objetivo que se persigue, no tanto el medio. La Junta inicia la expropiación, verá cuáles son suyas y cuáles no y cómo regulariza la situación de unos y otros para, al final, tener una comunidad medianamente organizada", declara el regidor.El número 27 de la calle Cabriel presenta una realidad singular. De las 53 viviendas que alberga en sus 13 plantas (cuatro por piso más una vivienda en el bajo) tan sólo seis inquilinos son titulares del piso protegido, indica Aguado. "El resto, en su mayoría, son inmigrantes", dice.Titulares desaparecidos. Las casas se han realquilado en múltiples ocasiones y sin contratos de por medio lo que ha provocado una difícil situación legal que no permitía a la Junta y al Ayuntamiento de Málaga proceder a su rehabilitación, al no poder constituirse la comunidad de vecinos necesaria.El inmueble es propiedad de la Junta, y el Gobierno andaluz, amparándose en la situación de marginalidad y de grave deterioro existente en el edificio, ha dictado la expropiación del mismo según la Ley 13/2005 de 11 de noviembre de Medidas para la Vivienda Protegida y Suelo, según adelantó ayer este periódico. La rehabilitación corresponde al Ayuntamiento, aunque el Ejecutivo regional se comprometió a correr con los gastos si el Consistorio no procediese a la mejora de las viviendas. Posteriormente, la Junta pondrá el inmueble a disposición del Instituto Municipal de la Vivienda para que los pisos protegidos vuelvan a adjudicarse.Tras la publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) de esta decisión, el Gobierno regional iniciará conversaciones con los titulares afectados. En el aire quedan casi 50 familias en situación no legal que ocupan actualmente los inmuebles. La Junta no descarta que en una futura adjudicación de los pisos se tenga en cuenta a estos residentes. El número 27 de la calle Cabriel presenta unas "deplorables" condiciones. Los vecinos han llegado a residir incluso sin luz eléctrica.
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