Los trabajos de construcción del túnel del suburbano aportan gran cantidad de relleno para la segunda pista. Estudian reutilizar también el agua
MIGUEL FERRARY. MÁLAGA La obra del metro requiere de la excavación de un túnel con profundidades que llegan a los 20 metros y durante unos 15 kilómetros de trazado. Eso significa una importante cantidad de terreno al que hay que buscar una salida. Aprovechar los recursos no es sólo un concepto vacío, sino que también se puede llevar a la práctica de la forma más insospechada. Reutilizar la tierra que se excava en el túnel es una de las posibilidades que la empresa concesionaria de las obras, Metro Málaga, ha llevado a cabo colaborando de forma peculiar con otra gran obra de infraestructura de la ciudad: la ampliación del Aeropuerto.
La obra del túnel de la línea 2 por la Carretera de Cádiz le ha venido muy bien a la compleja construcción de la segunda pista del Aeropuerto. Todo la tierra que se ha retirado de las capas superficiales del trazado de la galería ha servido para rellenar y nivelar el terreno en la zona de la segunda pista. Es material de buena calidad que ha cubierto parte de las necesidades que se tenían para esta actuación.
No obstante, la calidad y su composición no es uniforme. Conforme se ha excavado más profundo, se ha buscado otro uso para esta tierra: la regeneración de la playa de La Caleta. Esto ha venido acompañado de cierta polémica por parte del Ayuntamiento de Málaga, que se quejaba de su poca calidad para la playa. También es verdad que esta tierra salió a la luz a causa de los temporales que arrasaron con la capa más superficial y propia de un uso como la playa.
Otra parte, sin embargo, no ha tenido salida válida, debido a su baja calidad. Su destino ha sido la Costa, en concreto un vertedero adecuado para acoger este material, como señala el gerente de la Oficina del Metro de Málaga, Enrique Urkijo.
El agua. Queda por buscar una salida al agua que se filtra en los túneles y para la que hay alguna propuesta por parte del Ayuntamiento. Éste ha pedido que ese líquido sea derivado a un depósito para usarlo en el baldeo de calles y riego de zonas verdes.
Aunque la idea es buena, no existe todavía un acuerdo sobre la forma de ejecutarlo. Por una parte, Metro Málaga se compromete a sacar el agua con unas motobombas. Esto no representa un problema ya que inicialmente estaba previsto el mismo sistema para verter el agua en la red de saneamiento. La discusión llega cuando se habla de hasta dónde se debe llevar el agua. El Ayuntamiento pide una infraestructura más ambiciosa para que Metro Málaga le ofrezca el agua y la concesionaria considera que debe ser el Consistorio quien se preocupe por facilitar la adquisición de este líquido.
Es verdad que la solución para reutilizar el agua que se filtra tendrá sentido una vez que se complete el túnel, aunque parece que la salida a este entuerto no está del todo clara.
Mientras tanto, el próximo comienzo de las obras del túnel de la línea 1 ofrecerá más material para reciclar y la posibilidad de aprovechar los recursos.
MIGUEL FERRARY. MÁLAGA La obra del metro requiere de la excavación de un túnel con profundidades que llegan a los 20 metros y durante unos 15 kilómetros de trazado. Eso significa una importante cantidad de terreno al que hay que buscar una salida. Aprovechar los recursos no es sólo un concepto vacío, sino que también se puede llevar a la práctica de la forma más insospechada. Reutilizar la tierra que se excava en el túnel es una de las posibilidades que la empresa concesionaria de las obras, Metro Málaga, ha llevado a cabo colaborando de forma peculiar con otra gran obra de infraestructura de la ciudad: la ampliación del Aeropuerto.
La obra del túnel de la línea 2 por la Carretera de Cádiz le ha venido muy bien a la compleja construcción de la segunda pista del Aeropuerto. Todo la tierra que se ha retirado de las capas superficiales del trazado de la galería ha servido para rellenar y nivelar el terreno en la zona de la segunda pista. Es material de buena calidad que ha cubierto parte de las necesidades que se tenían para esta actuación.
No obstante, la calidad y su composición no es uniforme. Conforme se ha excavado más profundo, se ha buscado otro uso para esta tierra: la regeneración de la playa de La Caleta. Esto ha venido acompañado de cierta polémica por parte del Ayuntamiento de Málaga, que se quejaba de su poca calidad para la playa. También es verdad que esta tierra salió a la luz a causa de los temporales que arrasaron con la capa más superficial y propia de un uso como la playa.
Otra parte, sin embargo, no ha tenido salida válida, debido a su baja calidad. Su destino ha sido la Costa, en concreto un vertedero adecuado para acoger este material, como señala el gerente de la Oficina del Metro de Málaga, Enrique Urkijo.
El agua. Queda por buscar una salida al agua que se filtra en los túneles y para la que hay alguna propuesta por parte del Ayuntamiento. Éste ha pedido que ese líquido sea derivado a un depósito para usarlo en el baldeo de calles y riego de zonas verdes.
Aunque la idea es buena, no existe todavía un acuerdo sobre la forma de ejecutarlo. Por una parte, Metro Málaga se compromete a sacar el agua con unas motobombas. Esto no representa un problema ya que inicialmente estaba previsto el mismo sistema para verter el agua en la red de saneamiento. La discusión llega cuando se habla de hasta dónde se debe llevar el agua. El Ayuntamiento pide una infraestructura más ambiciosa para que Metro Málaga le ofrezca el agua y la concesionaria considera que debe ser el Consistorio quien se preocupe por facilitar la adquisición de este líquido.
Es verdad que la solución para reutilizar el agua que se filtra tendrá sentido una vez que se complete el túnel, aunque parece que la salida a este entuerto no está del todo clara.
Mientras tanto, el próximo comienzo de las obras del túnel de la línea 1 ofrecerá más material para reciclar y la posibilidad de aprovechar los recursos.
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