El recinto ferial de Cortijo de Torres o Martiricos son algunas de las zonas donde se plantea ubicar el 'botellódromo', que cada año obliga a las arcas municipales a desembolsar casi 2 millones de euros
Al Ayuntamiento de Málaga no le salen las cuentas con el botellón y busca una solución para reducir los elevados costes que supone acotar cada fin de semana el Paseo de los Curas de la capital. La decisión aún no está tomada, pero el equipo de gobierno del PP se plantea trasladarlo a otras zonas como el recinto ferial de Cortijo de Torres o Martiricos, e incluso su eliminación definitiva si no se llega a un consenso.
Los casi dos millones de euros que le cuesta a las arcas municipales habilitar el botellódromo cada año es un precio demasiado alto para mantener este espacio, donde la afluencia de jóvenes es cada vez menor desde que se trasladó allí en 2006 a raíz de la ley aprobada por la Junta de Andalucía y que prohibía el consumo de alcohol en la vía pública.
La ubicación del botellón en el Paseo de los Curas obliga cada fin de semana a acotar la zona, instalar papeleras y baños móviles, colocar una carpa de información, la presencia de la Policía Local para regular el tráfico y la posterior limpieza del Paseo de los Curas. De ahí que el equipo de gobierno el PP se esté planteando reubicarlo en otra zona donde no haya que realizar un despliegue tan amplio de medios, aunque si no se llega a un consenso con los colectivos vecinales y juveniles podría incluso decidirse dejar de disponer de un espacio específico para el botellón.
El único inconveniente es que el Ayuntamiento mantiene un contrato con una duración de dos años con dos empresas, una para la acotación de la zona y otra para la aplicación de servicios químicos, y que no finaliza hasta diciembre.
Pero no sólo los motivos económicos exigen una solución para el futuro del botellón. Las obras del puerto obligarán a trasladarlo igualmente en los próximos meses y el tiempo apremia. El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Málaga ha presentado una pregunta al equipo de gobierno del PP para que explique sus intenciones acerca de la resolución de este problema.
Según aseguró a este periódico el portavoz socialista, Rafael Fuentes, de momento no han recibido respuesta pero su propuesta pasa por "buscar ya otro sitio para anticiparnos y que no se elija de prisa y corriendo como ocurrió con el Paseo de los Curas y de manera unilateral".
El PSOE propone convocar una mesa para negociar con los colectivos juveniles más representativos y los vecinos de las zonas propuestas para alcanzar un acuerdo "que satisfaga a todos". Con lo que no están de acuerdo los socialistas es con la posibilidad de que sea eliminado, ya que "si no hay un punto de encuentro donde los jóvenes se puedan reunir habrá 200 sitios ilegales por toda la ciudad".
Desde que el botellón se trasladó de la Plaza de la Merced al Paseo de los Curas, el número de asistentes no ha dejado de disminuir. Si antes acogía a unos 5.000 jóvenes de jueves a sábado, ahora la cifra máxima no alcanza los 3.000 y sólo los sábados. Los viernes la afluencia es menor y los jueves ya no se celebra.
El área de Juventud del Ayuntamiento tomó esta decisión en agosto del año pasado por los pocos jóvenes que acudían este día, con lo que calcula que se ha ahorrado unos 400.000 euros este año.
Al Ayuntamiento de Málaga no le salen las cuentas con el botellón y busca una solución para reducir los elevados costes que supone acotar cada fin de semana el Paseo de los Curas de la capital. La decisión aún no está tomada, pero el equipo de gobierno del PP se plantea trasladarlo a otras zonas como el recinto ferial de Cortijo de Torres o Martiricos, e incluso su eliminación definitiva si no se llega a un consenso.
Los casi dos millones de euros que le cuesta a las arcas municipales habilitar el botellódromo cada año es un precio demasiado alto para mantener este espacio, donde la afluencia de jóvenes es cada vez menor desde que se trasladó allí en 2006 a raíz de la ley aprobada por la Junta de Andalucía y que prohibía el consumo de alcohol en la vía pública.
La ubicación del botellón en el Paseo de los Curas obliga cada fin de semana a acotar la zona, instalar papeleras y baños móviles, colocar una carpa de información, la presencia de la Policía Local para regular el tráfico y la posterior limpieza del Paseo de los Curas. De ahí que el equipo de gobierno el PP se esté planteando reubicarlo en otra zona donde no haya que realizar un despliegue tan amplio de medios, aunque si no se llega a un consenso con los colectivos vecinales y juveniles podría incluso decidirse dejar de disponer de un espacio específico para el botellón.
El único inconveniente es que el Ayuntamiento mantiene un contrato con una duración de dos años con dos empresas, una para la acotación de la zona y otra para la aplicación de servicios químicos, y que no finaliza hasta diciembre.
Pero no sólo los motivos económicos exigen una solución para el futuro del botellón. Las obras del puerto obligarán a trasladarlo igualmente en los próximos meses y el tiempo apremia. El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Málaga ha presentado una pregunta al equipo de gobierno del PP para que explique sus intenciones acerca de la resolución de este problema.
Según aseguró a este periódico el portavoz socialista, Rafael Fuentes, de momento no han recibido respuesta pero su propuesta pasa por "buscar ya otro sitio para anticiparnos y que no se elija de prisa y corriendo como ocurrió con el Paseo de los Curas y de manera unilateral".
El PSOE propone convocar una mesa para negociar con los colectivos juveniles más representativos y los vecinos de las zonas propuestas para alcanzar un acuerdo "que satisfaga a todos". Con lo que no están de acuerdo los socialistas es con la posibilidad de que sea eliminado, ya que "si no hay un punto de encuentro donde los jóvenes se puedan reunir habrá 200 sitios ilegales por toda la ciudad".
Desde que el botellón se trasladó de la Plaza de la Merced al Paseo de los Curas, el número de asistentes no ha dejado de disminuir. Si antes acogía a unos 5.000 jóvenes de jueves a sábado, ahora la cifra máxima no alcanza los 3.000 y sólo los sábados. Los viernes la afluencia es menor y los jueves ya no se celebra.
El área de Juventud del Ayuntamiento tomó esta decisión en agosto del año pasado por los pocos jóvenes que acudían este día, con lo que calcula que se ha ahorrado unos 400.000 euros este año.
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