domingo, 31 de mayo de 2009

El convento de la música. Real Conservatorio de María Cristina. Málaga (LAOPINION)

Nueva vida. Sala principal de conciertos del Antiguo Real Conservatorio de María Cristina. Carlos Criado

El restaurado Real Conservatorio de María Cristina es lo único que queda del antiguo convento franciscano de San Luis del Real, urbanizado tras la desamortización de 1836

La plaza de San Francisco no es el único ´eco conventual´ que queda en este rincón de Málaga, al otro lado de las antiguas murallas. El antiguo Conservatorio de María Cristina, cuya restauración ha terminado hace unos días, fue en su origen parte de un convento y, además, el actual edificio del conservatorio albergó otras instituciones.

Pero vayamos a los comienzos. Gracias a la ´Málaga conventual´ del profesor Francisco Rodríguez Marín, sabemos que el de los franciscanos fue de los primeros conventos levantados en Málaga. Aunque en un primer momento los Reyes Católicos dieron tierras a los frailes al otro lado del Guadalmedina, no las encontraron adecuadas y los Reyes les otorgaron un terreno junto a la muralla de la ciudad, donándoles además ladrillos y azulejos para levantar la obra.


Había hornos alfareros y ollerías en la vecindad, algo que provocó las protestas de los frailes por las molestias que causaban. Es conocida además la historia de que en 1612, los frailes pidieron que se abriera una puerta de acceso a la ciudad, situada a dos pasos del convento y que fue cegada por los musulmanes durante la conquista. El cabildo autorizó la apertura siempre que los franciscanos colocaran una puerta de madera y pagaran la vigilancia. La puerta se llamó el Arco de San Francisco. Otra curiosidad es que la iglesia albergó la cofradía de Jesús El Rico, que contaba con una capilla con bóveda de enterramiento.


La desamortización en 1836 trajo el abandono y el pillaje del edificio. Los terrenos (convento y huerta) pasaron a ser propiedad del gobernador-promotor Antonio María Álvarez, que levantó en el solar casas, una plaza de toros y unos baños.


Sin embargo, quedaron en pie algunas partes del convento y la antigua iglesia. Allí se alojó, a mediados del XIX, el Liceo Artístico y Literario de Málaga. La construcción sería reformada por Gerónimo Cuervo y José María de Sancha, terminando las obras en 1871.


Poco después, en 1876, la Sociedad Filarmónica, que celebró su primer concierto de música años antes en un almacén, cambia de sitio por el más digno del ´ex convento´, convirtiendo la capilla franciscana en sala de conciertos. Será el músico Eduardo Ocón quien proponga años después crear un conservatorio para ofrecer música de calidad a los socios y de paso formar a los futuros músicos. El conservatorio se instalará en la planta alta del Liceo y pediría al mayordomo mayor de la Reina la autorización para llevar el nombre de María Cristina.


Un año importante para el Conservatorio de María Cristina fue 1894, cuando la dirección general de Instrucción Pública incorpora la institución en la Escuela Nacional de Música y Declamación. Y en 1926, se reconoce la validez administrativa de los estudios musicales.


En el último tercio del siglo XX, en 1971, este ´templo de la música´ se vaciaría con el traslado del conservatorio al Ejido. En 1975, la antigua Caja de Ahorros de Ronda se hizo cargo de la restauración que realizó el arquitecto Enrique Atencia, antesala de esta última y esperanzadora rehabilitación del viejo ´convento de la Música´.

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