El Ayuntamiento y la empresa propietaria se dan hasta el 30 de junio para cerrar el acuerdo. El grupo Baensa acepta cobrar en terrenos el coste de los inmuebles, pero quiere que la hipoteca se abone en dinero
La manzana con los dos inmuebles de los viejos cines Astoria y Victoria. G. Torres
JAVIER GARCÍA RECIO. MÁLAGA El Ayuntamiento y los responsables de la empresa Baensa, propietaria de la manzana de los cines Astoria y Victoria, lograron ayer un «principio de acuerdo» en la negociación que mantienen para que los edificios pasen a manos municipales, según anunció el director regional de Baensa, Agustín del Pozo. Ambas partes se han dado de plazo hasta el 30 de junio para poder rubricar el acuerdo definitivo.
El directivo, que no quiso ofrecer detalles concretos, «que ya darán desde el Ayuntamiento» , señaló no obstante que el acuerdo definitivo está a falta de eliminar «algunos flecos, por ambas partes, que son muy difíciles» pero que una vez que se sorteen «en una o dos reuniones habremos firmado el acuerdo».
El preacuerdo alcanzado ayer mantiene que el pago de los 15 millones de la hipoteca deberá ser en dinero y que el coste de los inmuebles, tasados en unos 20 millones de euros, podrá abonarlos el Ayuntamiento ofreciendo a Baensa suelos en otras zonas de la ciudad.
Un día después
A su vez, los flecos de «difícil solución» que deben solucionarse tienen que ver con la hipoteca de 15 millones de euros que gravan esta manzana a favor de Unicaja. El directivo de Baensa señaló que ambas partes «deben hacer sus deberes en este aspecto y empujar para que logremos el acuerdo».
El Ayuntamiento, por su parte, mantuvo ayer el mutismo que se ha impuesto en los últimos días sobre este tema y no informó del preacuerdo alcanzado ni realizó ningún tipo de comentario.
El preacuerdo se alcanzó un día después de que la Gerencia de Urbanismo negara la concesión de la licencia de obras a Baensa, que la había solicitado para construir 46 viviendas y 236 aparcamientos. El alcalde, Francisco de la Torre, restó por la mañana importancia a esta decisión que consideró «coherente» con la negociación que existe y argumentó que la negativa a conceder la licencia «no puede considerarse una sorpresa pues desde el momento en que se aprueba un cambio en la calificación del suelo –como en este caso– la licencia ya no es posible».
Al otro lado, la reacción de los grupos de la oposición cada vez es más brusca. El PSOE acusaba ayer al alcalde de actuar con «improvisación», una actuación que «ha puesto en peligro el futuro del proyecto».
El portavoz socialista, Rafael Fuentes, recordaba ayer que De la Torre «ha cambiado de opinión hasta en cinco veces en dos años, dando pie a la creación de un escenario basado en la inseguridad urbanística».
Fuentes criticó que «se lleve negociando con los propietarios desde hace casi un año, y que fue un proyecto prometido por el alcalde en el debate del Estado de la Ciudad hace seis meses, sin que se haya materializado aún la compra de los antiguos cines, tal y como ha solicitado el grupo socialista».
El grupo de IU, por su parte, exigía igualmente transparencia al alcalde e insistía en su propuesta de que el Ayuntamiento adquiera la manzana de los cines para demolerla y utilizar ese suelo para ampliar el espacio de la plaza de La Merced.
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