Ha enviado notificaciones a los establecimientos para que retiren las estructuras, pero los empresarios se han rebelado contra la medida
01.06.2010 -
Algunos chiringuitos están ocupando más espacio del que tienen autorizado. :: SUR
A las puertas de la temporada alta -para algunos ya empieza en este mismo mes-, el Ayuntamiento ha comenzado a enviar notificaciones a restaurantes para que se adapten a la normativa y retiren las terrazas cubiertas formadas por estructuras fijas. Los primeros establecimientos que han recibido esta advertencia se encuentran localizados en la franja litoral oriental, aunque también la han recibido restaurantes de polígonos industriales y de otras zonas de la ciudad.
La inspección la realiza el Área de Vía Pública, que apela a la normativa vigente para recordar «que quedan totalmente prohibidas las instalaciones de terrazas cubiertas con elementos constructivos estables en los espacios públicos». Según la ordenanza, estas sólo podrán construirse en los casos que el Ayuntamiento expresamente lo autorice, «y en tales casos dichas instalaciones tendrán un carácter provisional y deberán realizarse con elementos constructivos muy ligeros y cubriciones con el sistema exclusivo de toldetas móviles, y sin que en ningún caso se interrumpa físicamente la circulación peatonal, ni a través, incluso, del propio espacio cubierto por las toldetas, debiendo presentarse para su aprobación el proyecto correspondiente».
Además, para toldos con sustentación fija al suelo deberá respetarse una distancia a la fachada del cuerpo saliente -por ejemplo, marquesinas, terrazas, balcones, etcétera)- de dos metros.
El establecimiento que esté interesado en instalar un toldo abatible deberá presentar una solicitud, acompañada de la documentación correspondiente, al objeto de poder estudiar la viabilidad de la misma.
La medida ha causado preocupación en el sector. Hosteleros de Pedregalejo, Las Acacias y El Palo se han quejado del inoportuno momento en el que ha activado este asunto el Ayuntamiento. «Podría haberlo hecho este invierno, cuando hemos tenido meses de lluvias y frío, y podríamos haber hecho las modificaciones, pero no; lo hace ahora, cuando empieza la temporada y sin tiempo para reaccionar», señalaba a SUR el encargado de uno de los restaurantes.
La Asociación de Empresarios de Hostelería de la Provincia de Málaga (AEHMA) ha convocado a todos los afectados a una reunión, que se celebrará hoy martes, a las 18.00 horas, en el Club Náutico El Candado, con la delegada del distrito, Teresa López, «con el fin de buscar soluciones a la actual situación», afirmó su presidente, Rafael Prado.
Exigencia excesiva
Consideró «excesiva» la exigencia de la ordenanza y recordó que la norma que iba a entrar en vigor junto al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) es menos restrictiva. Prado pidió una moratoria hasta entonces. «Propusimos un plan especial para cada zona con el fin de organizar las terrazas, cumpliendo la ordenanza de ocupación de la vía pública».
El presidente de AEHMA criticó el momento en el que ha llegado la notificación municipal. «Concede un breve plazo para desmontar la instalación e, incluso, dice que si no quitan los toldos los retirarán los Servicios Operativos a costa del afectado. El Ayuntamiento, en vez de ayudar en estos tiempos de crisis, pone palos a la rueda».
Por su parte, la concejala de Comercio y Vía Pública, Purificación Pineda, explicó que las notificaciones no se envían con carácter general a todos los establecimientos, sino a aquellos que no cumplen con la ordenanza. «Son casos puntuales, y no están todos localizados en Pedregalejo o El Palo, sino en toda la ciudad», declaró. Sin embargo, el presidente de AEHMA cree que el número de restaurantes afectados por esta «semejante barbaridad» puede llegar al centenar.
Si el Ayuntamiento no recula en esta guerra contra las instalaciones fijas cubiertas con toldos «emplearemos posturas de fuerzas y llegaremos a donde tengamos que llegar porque se está jugando con el pan de muchas familias», aseveró Rafael Prado.
Uno de los empresarios afectados esgrimió que estas estructuras llevan muchísimos años consolidadas en la calle y que nunca habían tenido problemas. «Nosotros vivimos de las terrazas, y si nos la quitan, qué hacemos», se preguntaba.
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