viernes, 8 de octubre de 2010

Cuenta (o carrera) atrás para la Plaza de la Merced (Málaga Hoy)

El consejo de Urbanismo aprueba la remodelación del conjunto un día después de que el BOP publicara la contratación de la obra · IU y PSOE votaron en contra


El proyecto estrella del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, inició ayer su cuenta atrás. El equipo de gobierno del PP se sirvió de su mayoría absoluta para que el consejo de administración de la Gerencia Municipal de Urbanismo diera luz verde a la remodelación de la Plaza de la Merced, un día después de que el Boletín Oficial de la Provincia publicara el anuncio de la contratación de la obra. Tanto el PSOE como IU votaron en contra de la iniciativa al considerar que el proyecto no soluciona "los problemas del centro" y volvieron a poner sobre la mesa "las prisas" del equipo de gobierno y el "marcado electoralismo" del PP, como denunció la viceportavoz socialista, Mariluz Reguero, algo que volvió a ser negado por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que unas horas antes había asegurado que el calendario "es el que hay".

Lo cierto es que el acelerón en la tramitación de los documentos contribuirá a adelantar el inicio de las obras con el objetivo de que las obras puedan estar finalizadas antes de la elecciones municipales, previstas para el 22 de mayo de 2011. La reurbanización de la plaza, cuyo coste se eleva a 4,8 millones de euros con seis meses de plazo, seguirá la estela de la peatonalización de la calle Larios y la rehabilitación del Parque como iconos urbanos y atractivos electorales.

La propuesta municipal recoge una rehabilitación urbana donde elementos históricos "permanecerán en simbiosis con el nuevo espacio". El monumento a Torrijos, la franja arbórea al pie del cine Astoria, así como los bancos ornamentales que cerraban la plaza se recuperan en gran medida, combinando la composición monumental y la ciudadana, que como dos tejidos van tapizando este lugar de relación. Se propone la fluidez peatonal y la continuidad arquitectónica cosidos mediante un zócalo verde con una trama de naranjos, generando lugares de sombra, de descanso en el recorrido.

En este sentido, en el proyecto se pueden diferenciar varios ámbitos con configuraciones y funciones específicas articulados entre el recinto central de la plaza propiamente dicho; la zona norte y este; y, por último, la zona sur y oeste. La nueva ordenación dará lugar al aumento en 3.140 metros cuadrados, un 50% de los espacios peatonales existentes. El recinto central, con 4.070 metros cuadrados, se mantiene como espacio dominado por el arbolado, propicio a la estancia y a la contemplación del entorno, creando una superficie con tratamiento uniforme de losas de piedra caliza de amplias dimensiones y despieces regulares, sin elementos sobresalientes ni ornamentaciones que obstaculizan visuales y perspectivas que restan protagonismo a los valores arquitectónicos.

Frente al planteamiento de sustituir la arboleda existente por árboles de hoja caduca, se apuesta por mantener los existentes que están en buen estado sustituyendo aquellos torcidos secos por nuevas especies. Las plantaciones existentes -jacarandas- tienen ya edad y envergadura para cualificar este espacio y contribuir a acentuar su carácter público, favoreciendo la permanencia de personas en ellas. Respecto a la arboleda de la plaza, se plantarán 28 naranjos de la especie citrus aurantium, 25 jacaranda mimosaefolia de sustitución (la plaza quedará con 46 jacarandas) y 4 magnolias grandiflora.

En cuanto a la zona norte y este, se pretende cualificar estos espacios con preeminencia de lenguaje urbanístico contemporáneo en simbiosis con el del espacio central, una rehabilitación urbana que recoge elementos históricos con el nuevo espacio. La zona este se plantea como lugar vinculado a la nueva creación arquitectónica de carácter cultural prevista en la ubicación de los antiguos cines Victoria y Astoria, dando respuesta a las necesidades funcionales y formales que plantee, y que no solo sea expresión del momento sino de la cultura de vanguardia.

En la zona norte se prevé la ampliación del espacio peatonal que se extiende hasta la plaza decimonónica, fundiéndose en ella y dotando a las Casas de Campo de una alfombra acorde a su escala y calidad arquitectónica. Se delimitan zonas de sombra en el recorrido, que invitan al viandante a descansar, constituyendo elementos cualificadores del espacio urbano por dotar al mismo de mayores oportunidades de relación e intercambio social.

Respecto a la zona sur y oeste de la plaza, constituyen los lugares de paso que canalizan flujos de salida del centro histórico en sentido oeste y hacia el norte. En atención al número de vehículos que van a circular, predominante de tráfico de paso, se ha decidido que el tratamiento más acorde es el de calle convencional segregada con calzada y acera. De esta forma la sección se distribuye en acera, línea de aparcamiento de taxi, dos carriles de tres metros de anchura cada uno, carril-bici segregado de la calzada y zona peatonal.

En la oeste, con tráfico moderado en número y velocidad, se estaría en una calle de coexistencia, sin diferenciación de niveles entre bandas peatonales laterales y banda central de circulación, delimitada con una alineación de naranjos. En esta calle no se dispone reserva de espacio para estacionamiento de vehículos y los conductores deben conceder prioridad a los peatones. Para el paso vehículos se selecciona un pavimento que resiste bien el tránsito, las maniobras de parada, arranque y giros. El adoquín basáltico se amolda bien a estos menesteres con diferentes colocaciones pensadas para cada uso viario, con una superficie total de 3.755 metros cuadrados.

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