martes, 18 de enero de 2011

El mercado provisional de Atarazanas podría tener uso cultural durante unos años (La Opinión)

La iniciativa se tendrá que consensuar con los vecinos. Ayuntamiento, Junta y Diputación firman el protocolo para impulsar La Casa Invisible

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Autoridades e integrantes de los colectivos de La Casa Invisible firmaron ayer el acuerdo.
Autoridades e integrantes de los colectivos de La Casa Invisible firmaron ayer el acuerdo. La Opinión

J. G. R. MÁLAGA El alcalde, Francisco de la Torre, admitió ayer la posibilidad de que parte de las antiguas instalaciones del mercado provisional de Atarazanas, situado en la calle Camas, pueda tener algún uso cultural, una vez que ya no están siendo utilizadas. De la Torre aclaró que ese uso sería durante unos años, «no indefinidamente» y explicó que, de llevarse a cabo, la iniciativa tendría que ser consensuada con los vecinos de la zona, ya que está pendiente el proyecto de demolición de algunas partes y existe una propuesta para reconvertir las instalaciones en un «mercado de las artes» que dé cabida a artistas locales.
De la Torre hizo estas declaraciones en la firma del protocolo de intenciones para impulsar la actividad de La Casa Invisible en el inmueble que fue ocupado en 2007 en la calle Nosquera. El acuerdo, que ya adelantó La Opinión de Málaga, fue suscrito por el Ayuntamiento, la Junta, la Diputación, el Centro de Arte Reina Sofía y las distintas organizaciones que forman parte del colectivo y contempla el desarrollo de actividades culturales durante un año, plazo tras el cual se ampliará el convenio si se cumplen los objetivos marcados.
Mediante este protocolo, el Consistorio da autorización a las asociaciones Etrolab, Cartac y Latitud Málaga para que realicen eventos culturales y el colectivo se compromete, por su lado, a crear una fundación y a elaborar un proyecto de futuro que tendrá que ser aprobado por los firmantes del acuerdo.
Juan Díaz Ramos, representante de Metrolab y que ayer habló en nombre de los colectivos que componen La Casa Invisible, destacó que la labor realizada «no se inicia ahora, sino que lleva ya casi cuatro años de trabajo». «Es un nuevo paso en la democracia, entendiendo que los equipamientos públicos tienen que estar gestionados por la ciudadanía. Esto no es nuestro, sino que es de todos, es de Málaga».
Ramos incidió en que La Casa Invisible «seguirá funcionando como hasta ahora. No cambian los contenidos, sólo se aporta estabilidad».
De la Torre confió en que, tras la resolución de «un tema complejo», «los creadores malagueños se sientan acogidos». «Se trata de un espacio público y, por tanto, hay una obligación hacia todos», declaró, y pidió que las instalaciones «tengan la máxima apertura y sean de servicio a todos».
El delegado de Cultura de la Junta, Manuel Jesús García, resaltó el compromiso de las administraciones y destacó el aspecto novedoso de La Casa Invisible, un proyecto que cree que debe estar marcado «por la libertad y por ser diferente». La diputada provincial de Cultura, Susana Radío, por su lado, defendió la coexistencia de proyectos públicos y privados, y que éstos últimos «no siempre tienen que venir de las empresas, sino también de colectivos y particulares».
«Este protocolo es un primer paso, debe crecer, consolidarse y enriquecer a toda la sociedad», dijo la directora del Departamento de Actividades Públicas del Reina Sofía, quien insistió en la necesidad de que las instituciones y los ciudadanos trabajen juntos.

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