jueves, 3 de febrero de 2011

Agentes sociales y políticos quieren un concurso de ideas para el Guadalmedina (La Opinión)

El alcalde ofrece un plazo de dos años para dar una solución, aunque defiende el embovedado del río


El río Guadalmedina
El río Guadalmedina Gregorio Torres

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA El futuro del cauce del Guadalmedina se empezará a despejar esta tarde, con la celebración de la asamblea de la Fundación Ciedes, que será la encargada de decidir qué pasos dar para abordar el uso ciudadano de los 3,5 kilómetros de tramo urbano de este río. Será un camino a largo plazo, como ayer anunció el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien planteó un plazo de dos años para definir «el método de trabajo, la hoja de ruta».

El regidor dejó claro que la reunión de esta tarde no abordará la solución definitiva para el cauce, una decisión que debe estar en manos de los técnicos «porque los componentes de la Fundación no estamos en condiciones de pronunciarnos sobre eso». «Es mejor llamar a los técnicos más habituados», apuntó De la Torre, quien considera que el concurso de ideas «no es necesario» si este asunto «lo vamos consensuando», como tampoco lo sería la consulta popular. No obstante, el alcalde defendió la necesidad de abrir canales informativos tales como una página web o foros, para dar a conocer la información sobre el río y que ésta sea clara.

De la Torre, contrario al concurso
La postura del regidor contraria al concurso de idea choca con las expectativas de otros patronos de la Fundación Ciedes, que acuden a la reunión de hoy con la mirada puesta en un concurso de ideas que permita analizar las distintas posibilidades que ofrece el uso ciudadano de cauce. De hecho, pocos son los que tienen una idea sobre qué hacer en el cauce y prefieren ponerse en manos de los técnicos, con la idea del concurso como principal vehículo.

El secretario provincial de UGT, Manuel Ferrer, recordó que el recurso al concurso de ideas es una propuesta «que se tomó cuando se adoptó la decisión de pedir el informe al Cedex». En este sentido, el representante sindical cree que este concurso «permitirá elegir la mejor opción para la ciudad entre varias». «Pocos miembros de los patronos estamos capacitados para decidir sobre el embovedado, lo mejor es que los técnicos analicen las posibilidades», insistió Manuel Ferrer.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, se decantó por una solución parecida, aunque matizó que «debe tener un sustento técnico para que sea realizable». Además, Linde recordó que el largo trazado del cauce permite diferentes soluciones «en función del tramo y de las necesidades concretas de cada zona».
La idea del concurso de ideas tiene otros apoyos, como el de la Junta de Andalucía, como ha reiterado en múltiples ocasiones la delegada del Gobierno andaluz, María Gámez, que considera que es una medida necesaria para abrir el debate a la ciudadanía.

El presidente de la Federación de Vecinos Unidad, Ramón Carlos Morales, mostró su preocupación por que se abran suficientes canales de participación ciudadana en el proyecto y reclamó que no se acuda con posturas prefijadas. Morales se mostró abierto a las diferentes alternativas, aunque siempre con la premisa del uso ciudadano y la seguridad.

En esas reclamaciones coincidió ayer con el presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero, quien pone esas mismas condiciones para cualquier solución que se adopte y que también plantea dentro de un concurso de ideas.

El secretario general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, mostró su disposición a impulsar un acuerdo y recordó que «no es momento de hacer un diseño de lo que se va hacer, sino de aunar posiciones».

El subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna, también coincide en que la reunión de hoy no será definitoria sobre el futuro del río, sino sobre el método de trabajo para estudiarlo, para lo que pidió que se escuche la opinión de expertos y de los ciudadanos.

Igual de cauto estuvo el director general del PTA, Felipe Romera, para quien el futuro del Guadalmedina pasa por «tener una información concreta y discutirla», ya que acude sin ninguna postura concreta, como la mayoría de los patronos. «Hay que entender los problemas técnicos del cauce para garantizar la seguridad y discutir la opción más interesante», insistió.

La Universidad, en cambio, afirmó que no cuenta con una postura oficial sobre el Guadalmedina, al haber profesores con diferentes ideas sobre el cauce. Esto no quita que esta institución tenga que jugar un papel muy destacado al disponer de un importante grupo de expertos en su seno.

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