viernes, 25 de enero de 2008

Evemarina busca una salida (Expansión)

La crisis inmobiliaria no cesa. Era sólo cuestión de tiempo que una empresa andaluza, la región española donde más ha crecido la actividad de construcción en los últimos años, pasase a engrosar la nómina de compañías sacudidas por el brusco aterrizaje inmobiliario, de la que ya forman parte Astroc, Habitat, Llanera o Colonial.
Evemarina, uno de los mayores grupos inmobiliarios de Andalucía, es el ejemplo más reciente –aunque previsible y lamentablemente no será el último– de que los tiempos de bonanza no duran para siempre y que crecer mucho en muy poco tiempo no es garantía de éxito y aún menos de pervivencia ante un cambio drástico de ciclo. La joven compañía malagueña, fundada en 2001, tiene un pasivo de 300 millones de euros y busca con urgencia una salida a su difícil situación financiera. Divergencias entre los accionistas, el tardío intento de diversificar su negocio y la violenta pérdida de fuelle del mercado de vivienda residencial en la costa, hasta hace poco una vía de crecimiento rápido y muy rentable, han situado a la inmobiliaria en una situación muy compleja. La historia de Evemarina, que recuerda en algunos detalles a la de la valenciana Llanera, refleja a la perfección la evolución de un sector que, en muchos casos, no ha sabido dosificar su espectacular crecimiento y aún menos anticiparse al abrupto giro de tendencia del negocio.

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