Las siete familias afectadas estudian demandar al Consistorio por no proteger el muro externo tras el derribo municipal, en 1989, de una vivienda contigua
ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA Poco antes de las ocho de la mañana de ayer comenzó el desalojo de los 21 vecinos de la calle Calvo, 21, después de que Urbanismo decretara hace un mes la ruina inminente, al desplomarse parte del muro exterior de la casa a causa de las obras de un hotel.
Con lágrimas en los ojos muchos de ellos, los vecinos abandonaron la casa rodeados de un fuerte despliegue policial que molestó a algunos inquilinos. "Esta es la solución que nos da el alcalde, mandarnos las fuerzas de orden público como si hubiéramos hecho algo", explicaba Antonio Rodríguez, jubilado con una paga de 400 euros que se irá a vivir temporalmente con un familiar. Desde 1975 llevaba viviendo en la casa ya demolida.
Miguel Ángel Molina, el portavoz vecinal, informó a La Opinión de que los vecinos estudian "demandar al Ayuntamiento" porque en 1989 dejó sin protección el muro exterior de la vivienda, después de que derribara una casa adyacente, dañada por las inundaciones.
El concejal de IU Antonio Serrano, que presenció el desalojo, apoyó la iniciativa y subrayó que tanto la Junta como el Ayuntamiento son responsables civiles de los daños al inmueble. "La Junta, porque cuando fue propietaria no conservó su edificio y el Ayuntamiento por dejar todos estos años el muro desprotegido".
Miguel Ángel Molina justificó el rechazo de seis de las siete familias a la ayuda social de 1.200 euros diciendo: "Es una vergüenza, con eso no tenemos ni para alquilar una casa".
Por su parte, la edil socialista Mari Luz Reguero, que también asistió al desalojo, criticó la "frialdad" de los servicios sociales durante el desalojo, así como por el hecho de que el guardamuebles del Ayuntamiento llegara hacia las 9 de la mañana, "cuando los vecinos ya habían tenido que desalojar todos sus enseres".
Pleno. La polémica se trasladó posteriormente al pleno, donde Miguel Ángel Molina intervino en nombre de los vecinos y lanzó estas preguntas: "¿Dónde voy a dormir?, ¿dónde meto a mis hijos, señor alcalde?". Francisco de la Torre le respondió asegurando que, tras el momento "duro y trágico" del desalojo, buscaría "una solución" .
Por su parte, Rafael Fuentes, portavoz municipal del PSOE, presentó una moción sobre apoyo a los adjudicatarios de viviendas del IMV con problemas económicos por la crisis, que incluía el "realojo inmediato de los vecinos" de la calle Calvo. El portavoz de IU, Pedro Moreno, apoyó la moción, recalcando que debían recibir un "trato desigual los desiguales, sin favoritismos". La moción fue rechazada.
La concejala de Asuntos Sociales, Mariví Romero, precisó que el Ayuntamiento ha ofrecido la ayuda estipulada y que no existe otro protocolo "a no ser que haya una catástrofe en la ciudad o alguna circunstancia excepcional
ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA Poco antes de las ocho de la mañana de ayer comenzó el desalojo de los 21 vecinos de la calle Calvo, 21, después de que Urbanismo decretara hace un mes la ruina inminente, al desplomarse parte del muro exterior de la casa a causa de las obras de un hotel.
Con lágrimas en los ojos muchos de ellos, los vecinos abandonaron la casa rodeados de un fuerte despliegue policial que molestó a algunos inquilinos. "Esta es la solución que nos da el alcalde, mandarnos las fuerzas de orden público como si hubiéramos hecho algo", explicaba Antonio Rodríguez, jubilado con una paga de 400 euros que se irá a vivir temporalmente con un familiar. Desde 1975 llevaba viviendo en la casa ya demolida.
Miguel Ángel Molina, el portavoz vecinal, informó a La Opinión de que los vecinos estudian "demandar al Ayuntamiento" porque en 1989 dejó sin protección el muro exterior de la vivienda, después de que derribara una casa adyacente, dañada por las inundaciones.
El concejal de IU Antonio Serrano, que presenció el desalojo, apoyó la iniciativa y subrayó que tanto la Junta como el Ayuntamiento son responsables civiles de los daños al inmueble. "La Junta, porque cuando fue propietaria no conservó su edificio y el Ayuntamiento por dejar todos estos años el muro desprotegido".
Miguel Ángel Molina justificó el rechazo de seis de las siete familias a la ayuda social de 1.200 euros diciendo: "Es una vergüenza, con eso no tenemos ni para alquilar una casa".
Por su parte, la edil socialista Mari Luz Reguero, que también asistió al desalojo, criticó la "frialdad" de los servicios sociales durante el desalojo, así como por el hecho de que el guardamuebles del Ayuntamiento llegara hacia las 9 de la mañana, "cuando los vecinos ya habían tenido que desalojar todos sus enseres".
Pleno. La polémica se trasladó posteriormente al pleno, donde Miguel Ángel Molina intervino en nombre de los vecinos y lanzó estas preguntas: "¿Dónde voy a dormir?, ¿dónde meto a mis hijos, señor alcalde?". Francisco de la Torre le respondió asegurando que, tras el momento "duro y trágico" del desalojo, buscaría "una solución" .
Por su parte, Rafael Fuentes, portavoz municipal del PSOE, presentó una moción sobre apoyo a los adjudicatarios de viviendas del IMV con problemas económicos por la crisis, que incluía el "realojo inmediato de los vecinos" de la calle Calvo. El portavoz de IU, Pedro Moreno, apoyó la moción, recalcando que debían recibir un "trato desigual los desiguales, sin favoritismos". La moción fue rechazada.
La concejala de Asuntos Sociales, Mariví Romero, precisó que el Ayuntamiento ha ofrecido la ayuda estipulada y que no existe otro protocolo "a no ser que haya una catástrofe en la ciudad o alguna circunstancia excepcional
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