El equipo de gobierno insiste en que las plusvalías sólo cubrirían el 15% del coste total del futuro Carlos Haya Desplazan su ubicación hacia el entorno del cementerio
El equipo de gobierno se mantiene por el momento firme en su postura de no permitir la construcción de pisos en terrenos del actual complejo Carlos Haya para financiar parte del coste del futuro macrohospital, como pide la Junta de Andalucía. El alcalde, Francisco de la Torre, abogó ayer por consevar la totalidad de los edificios que componen ese complejo, aunque no mantuvieran el uso sanitario, incluidos el Hospital Materno y el pabellón nuevo del Carlos Haya, cuyo derribo plantea el Gobierno andaluz para permitir la construcción de viviendas.
De la Torre señaló que habría que ver si merece la pena la desaparición de esos inmuebles porque las plusvalías que podrían generar sus suelos «a lo mejor suman una cantidad reducida en comparación con la inversión que supone el hospital», ya que «lo complejo y costoso de estas instalaciones es su mantenimiento», dijo.
No obstante, el regidor valoró la nueva propuesta de la Junta de mantener algún uso asistencial o sanitario en parte de las edificaciones que no se podrán demoler al contar con protección arquitectónica. Se trata del conjunto del Hospital Civil y del pabellón antiguo del Carlos Haya. «Al menos es algo que hemos ganado», matizó De la Torre.
78 millones de euros
En el mismo sentido se expresó el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, quien calificó de «barbaridad» echar abajo el Materno y la mitad del Carlos Haya para obtener parte de la financiación del macrohospital con las plusvalías de los pisos que pudieran realizarse en esas parcelas. Díaz recordó que el Ayuntamiento ha calculado esos beneficios en unos 78 millones de euros, lo que supone en torno al 15% del coste del nuevo Carlos Haya, valorado inicialmente en unos 600 millones de euros. «A día de hoy parece una locura echar abajo unos edificios para financiar sólo el 15% del proyecto, porcentaje que podría ser incluso menor porque lo más probable es que cueste mucho más», insistió el edil, quien argumentó que los actuales hospitales podrían mantenerse con un uso asistencial que resulte lucrativo para el proyecto, como residencias de mayores o clínicas privadas.
Además, Manuel Díaz criticó los reproches de los responsables del Servicio Andaluz de Salud sobre la falta de colaboración del Ayuntamiento. «Nuestra colaboración queda demostrada en que somos los únicos que acudimos a las reuniones con documentos», explicó. Así, señaló que, en la que mantuvieron el pasado martes, el Ayuntamiento aportó unos mapas sobre ubicaciones alternativas a la de Lagar de Oliveros -al norte de El Cónsul- para hacer compatible el macrohospital con el plan residencial para este lugar, que incluye tres mil viviendas de VPO.
Ahora, la posible ubicación del complejo sanitario se desplaza hacia la zona del cementerio, en el cruce entre el trazado del metro y la segunda ronda. Uno de los sitios barajados es el sector de Cerámicas, junto al polígono de Trévenez, y también el de los Asperones.
Por su lado, el secretario general del PSOE en Málaga, Miguel Angel Heredia, pidió ayer «sensatez» al alcalde y que abandone «su estrategia frentista» para conseguir que salga adelante el proyecto del macrohospital. «El Gobierno andaluz tiene presupuesto para comenzar los estudios sobre el proyecto, pero antes debe tener un compromiso claro y manifiesto de colaboración por parte del Ayuntamiento», aseguró Heredia, quien anunció que su partido iniciará en breve una serie de contactos con asociaciones de vecinos y colectivos de toda la ciudad para informar de «la actitud del alcalde».
Inversión
«De la Torre juega con una inversión de 600 millones de euros y con la posibilidad de atraer empresas relacionadas con la salud por lo que, si le importa Málaga, tiene ahora una magnífica ocasión para demostrarlo», sentenció.
Del mismo modo, fuentes de la Administración regional criticaron que el Ayuntamiento sí permita en otras zonas de la ciudad, como el sector de la Flex y La Princesa, la construcción de pisos en antiguas parcelas industriales, lo que aumenta la densidad poblacional de estos barrios.
El equipo de gobierno se mantiene por el momento firme en su postura de no permitir la construcción de pisos en terrenos del actual complejo Carlos Haya para financiar parte del coste del futuro macrohospital, como pide la Junta de Andalucía. El alcalde, Francisco de la Torre, abogó ayer por consevar la totalidad de los edificios que componen ese complejo, aunque no mantuvieran el uso sanitario, incluidos el Hospital Materno y el pabellón nuevo del Carlos Haya, cuyo derribo plantea el Gobierno andaluz para permitir la construcción de viviendas.
De la Torre señaló que habría que ver si merece la pena la desaparición de esos inmuebles porque las plusvalías que podrían generar sus suelos «a lo mejor suman una cantidad reducida en comparación con la inversión que supone el hospital», ya que «lo complejo y costoso de estas instalaciones es su mantenimiento», dijo.
No obstante, el regidor valoró la nueva propuesta de la Junta de mantener algún uso asistencial o sanitario en parte de las edificaciones que no se podrán demoler al contar con protección arquitectónica. Se trata del conjunto del Hospital Civil y del pabellón antiguo del Carlos Haya. «Al menos es algo que hemos ganado», matizó De la Torre.
78 millones de euros
En el mismo sentido se expresó el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, quien calificó de «barbaridad» echar abajo el Materno y la mitad del Carlos Haya para obtener parte de la financiación del macrohospital con las plusvalías de los pisos que pudieran realizarse en esas parcelas. Díaz recordó que el Ayuntamiento ha calculado esos beneficios en unos 78 millones de euros, lo que supone en torno al 15% del coste del nuevo Carlos Haya, valorado inicialmente en unos 600 millones de euros. «A día de hoy parece una locura echar abajo unos edificios para financiar sólo el 15% del proyecto, porcentaje que podría ser incluso menor porque lo más probable es que cueste mucho más», insistió el edil, quien argumentó que los actuales hospitales podrían mantenerse con un uso asistencial que resulte lucrativo para el proyecto, como residencias de mayores o clínicas privadas.
Además, Manuel Díaz criticó los reproches de los responsables del Servicio Andaluz de Salud sobre la falta de colaboración del Ayuntamiento. «Nuestra colaboración queda demostrada en que somos los únicos que acudimos a las reuniones con documentos», explicó. Así, señaló que, en la que mantuvieron el pasado martes, el Ayuntamiento aportó unos mapas sobre ubicaciones alternativas a la de Lagar de Oliveros -al norte de El Cónsul- para hacer compatible el macrohospital con el plan residencial para este lugar, que incluye tres mil viviendas de VPO.
Ahora, la posible ubicación del complejo sanitario se desplaza hacia la zona del cementerio, en el cruce entre el trazado del metro y la segunda ronda. Uno de los sitios barajados es el sector de Cerámicas, junto al polígono de Trévenez, y también el de los Asperones.
Por su lado, el secretario general del PSOE en Málaga, Miguel Angel Heredia, pidió ayer «sensatez» al alcalde y que abandone «su estrategia frentista» para conseguir que salga adelante el proyecto del macrohospital. «El Gobierno andaluz tiene presupuesto para comenzar los estudios sobre el proyecto, pero antes debe tener un compromiso claro y manifiesto de colaboración por parte del Ayuntamiento», aseguró Heredia, quien anunció que su partido iniciará en breve una serie de contactos con asociaciones de vecinos y colectivos de toda la ciudad para informar de «la actitud del alcalde».
Inversión
«De la Torre juega con una inversión de 600 millones de euros y con la posibilidad de atraer empresas relacionadas con la salud por lo que, si le importa Málaga, tiene ahora una magnífica ocasión para demostrarlo», sentenció.
Del mismo modo, fuentes de la Administración regional criticaron que el Ayuntamiento sí permita en otras zonas de la ciudad, como el sector de la Flex y La Princesa, la construcción de pisos en antiguas parcelas industriales, lo que aumenta la densidad poblacional de estos barrios.
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