miércoles, 22 de julio de 2009

La Junta avisa de que el PGOU de Málaga no respeta la norma (La Opinión)

La administración amenaza con suspender parcialmente el documento si no se modifican los proyectos y catalogaciones urbanísticas de Arraijanal y El Morlaco, entre otras zonas


Vivienda ya negocia con los propietarios de Arraijanal Arciniega

LUCAS MARTÍN. MÁLAGA La Junta de Andalucía alertó ayer de que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga atenta en algunos de sus puntos con el ordenamiento territorial elaborado por la Junta para el área metropolitana de la capital, el conocido POTAUM, que fue aprobado a primera hora de la mañana en Consejo de Gobierno.
Así lo hizo saber el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, primero, a través de una misiva dirigida al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, y más tarde durante su visita al Puerto. De acuerdo con el mandatario andaluz, la confrontación entre ambas normativas se centra en la catalogación y los proyectos relativos a Arraijanal, el Limonar Alto, el Puerto del Morlaco y la zona inundable del río Campanillas.
Las visiones urbanísticas de ambas administraciones respecto a estos cuatro puntos no sólo están enfrentadas, sino que podrían suponer la suspensión parcial del planeamiento municipal. En este sentido, Espadas pidió al Ayuntamiento que reconsidere sus posturas de cara al próximo viernes, fecha en la que la Junta dictaminará su resolución acerca del documento.
El primer de los desencuentros, la marina de Arraijanal, viene de lejos, aunque se ha intensificado en las últimas semanas a raíz de que el Gobierno Andaluz manifestara sus intenciones de convertir la zona en un gran parque metropolitano, pretensión que requiere un acuerdo con los propietarios de los terrenos.
En su comparecencia de ayer, el consejero recordó que las intenciones municipales en torno a la parcela, declarada de protección especial en el POTAUM, consistían en construir una urbanización, iniciativa que fue rechazada tras recabar informes desfavorables a nivel ambiental, cultural y de impacto acústico.
El representante andaluz aseguró que la consecución de las parcelas será sencilla con la colaboración del Ayuntamiento, que se niega a mover ficha para ofrecer una compensación a los propietarios, lo que para la administración andaluza no es más que "una pataleta". "Bastaría con hacer un cambio en el PGOU que no les llevaría ni diez minutos, a no ser que lo que quieran es que nos salga más caro a los andaluces", apuntó. Espadas insistió en que se trata de la única franja del litoral de la capital que no está urbanizada y avanzó que su futuro como parque es algo más que una hipótesis autonómica. "Estamos buscando una solución con los vecinos y esperamos que ellos también le soliciten lo mismo porque son partidarios de que les cedan suelo en otro sitio. Si no, la ley permite la expropiación, aunque es el último recurso", puntualizó.
Junto a los terrenos de Arraijanal, la controversia se prevé de diferente intensidad en los proyectos municipales relativos a El Limonar Alto, que, de acuerdo con la Junta, aumentarían la erosión del suelo y del Puerto del Morlaco y el río Campanillas, que parecen más próximos a solventarse.

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