Cuatro departamentos del Gobierno central no han emitido aún su informe sobre los cambios que se aprobaron en junio Vaticinan que el proceso no acabará hasta mediados de 2010
La aprobación definitiva del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para Málaga no será tan sencilla como se quiso hacer ver a finales del pasado mes de julio, tras la devolución del documento al Ayuntamiento por parte de la Junta de Andalucía con el argumento de que era necesario corregir numerosas deficiencias. Entonces se comentó que para finales de este año podría quedar resuelto el texto definitivo pero, según fuentes expertas, el proceso durará más meses y puede prolongarse hasta mediados de 2010. Así han llegado a admitirlo algunos responsables municipales consultados.
De hecho, los redactores del PGOU han iniciado el nuevo curso con el inconveniente de que aún no han llegado cuatro informes de otros tantos departamentos del Gobierno central que son precisos para poder seguir con la tramitación. Estos informes -que, en teoría, tienen un plazo de entrega de un mes- deben analizar los últimos cambios introducidos en la modificación del plan que fue aprobada por el Ayuntamiento a principios del pasado mes de junio. En concreto, aún no han emitido su dictamen sectorial la Dirección General de Aviación Civil, la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento, el Ministerio de Defensa y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).
El pronunciamiento de estos organismos es fundamental para que el equipo de gobierno sepa si los cambios introducidos en junio son válidos o si, por el contrario, hay que hacer nuevas correcciones.
El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, reconoció ayer la demora que supone el retraso de estos informes. «Así no podemos aprobar el PGOU de una manera ágil», afirmó, al tiempo que señaló que, pese a las buenas intenciones que anuncian algunos responsables políticos, «los hechos demuestran otra cosa muy distinta».
Reuniones
Al margen de la espera de estos informes, el Consistorio tiene pendiente reunirse nuevamente con algunos de los departamentos de la Administración regional y central que los emiten con el fin de conocer de primera mano qué modificaciones hay que introducir en el PGOU para que su dictamen final sea favorable. En ese sentido, Díaz indicó que han solicitado una reunión con la delegada provincial de Medio Ambiente, Remedios Martel, para debatir los últimos informes de carácter ambiental sobre el plan. Estos dictámenes han anulado algunos de los proyectos más singulares del documento, como la construcción al norte de la ronda este, en Arraijanal y el traslado del Colegio de los Maristas a la zona de La Tana, cuestión que invalida también el plan metropolitano de la Junta al prever en la zona un equipamiento medioambiental.
«Queremos que las determinaciones de los distintos organismos que tienen que pronunciarse de nuevo sobre el PGOU sean las definitivas», recalcó Díaz. Una vez que culmine este proceso de negociaciones, el Ayuntamiento modificará el plan y, siempre que no sea necesario establecer un nuevo periodo de exposición pública por una posible variación sustancial del modelo urbanístico propuesto, deberá someterse a una nueva aprobación por el pleno y a otra ronda de recepción de informes sectoriales. En definitiva, un proceso que se antoja todavía dilatado en el tiempo.
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