jueves, 28 de enero de 2010

MARBELLA La reapertura del Don Miguel encalla en la crisis. (SUR)

La cadena Roc da marcha atrás en el último momento ante la falta de reservas.

La suerte no parece acompañar al hotel Don Miguel y a los más de 70 trabajadores que esperaban como agua de mayo la anunciada reapertura para este verano. El emblemático establecimiento, sin actividad desde hace cinco años, iba a abrir sus puertas el 1 de junio durante la temporada alta, según anunció la cadena de hoteles Roc interesada en su explotación. El grupo balear había formalizado un contrato de gestión con opción a compra con la propiedad, Sipsa; había presupuestado las reformas para la puesta a punto del hotel en 2,5 millones de euros y había contactado con varios touroperadores para garantizarse el 40% de la ocupación los cuatro meses que iba a permenecer abierto este año. Pero este último acuerdo ha fallado y sin reservas, la compañía hotelera ha decidido dar marcha atrás en su aventura empresarial.

El contrato establecía una cláusula que permitía a Roc desligarse del proyecto si fallaban sus previsiones, como así ha sido. La compañía estableció el 15 de enero como fecha tope para cerrar las reservas con dos touroperadores internacionales que adelantarían una parte del dinero, cita que se prorrogó al día 30 por petición de las agencias y con el consentimiento de la propiedad del hotel. En el último momento, uno de los dos operadores turísticos ha dado marcha atrás y ha arrastrado en su caída al otro, que decidió no embarcarse en la iniciativa.

«Me sabe muy mal porque hemos puesto mucho trabajo e ilusión en este proyecto, pero no podemos emprender esta aventura empresarial sin que tengamos garantizada parte de las reservas», apuntó ayer el propietario de la cadena Roc, Miguel Miralles. La falta de reservas por la crisis económica ha sido el último de una serie de escollos que han ensombrecido la operación comercial desde el primer momento. El grado de deterioro del hotel ha sido uno de ellos. La compañía Roc presupuestó los arreglos en algo más de un millón de euros pero una revisión más exhaustiva tras la firma del contrato duplicó la cifra. A esto se unió el conflicto laboral que mantiene la propiedad con 70 de sus trabajadores a los que adeuda 13 millones de euros en indemnizaciones, un problema que, aunque ajeno a Roc, podía perjudicarle de forma indirecta. CC.OO. le reclamó la contratación de los antiguos empleados y el pago del dinero a cambio de no ejecutar la sentencia favorable a los trabajadores en el pleito con la propiedad y que hubiera supuesto la subasta del inmueble.

Miralles aseguró ayer que estos problemas estaban en vías de solución. «No es que hayamos perdido el interés es que sin touroperadores que se mojen no es el momento de asumir riesgos con la actual crisis».
Gonzalo Fuentes, secretario regional de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CC.OO. dijo comprender la postura del empresario y apuntó la necesidad de un comprador dispuesto a asumir el riesgo y con él la deuda con los trabajadores. «Nos consta que ha habido buena voluntad. El Don Miguel se vende muy barato, por unos 30 millones de euros, y sabemos que hay muchos otros empresarios interesados en el hotel pero todos tienen el mismo problema: los bancos no financian la operación».

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