La entrada de Unicaja en la operación, la petición de licencia por parte de Baensa y las dificultades económicas del Ayuntamiento embrollan el proceso.
Historia. Foto de archivo de la manzana del Astoria. C. C.
JAVIER GARCÍA RECIO
MÁLAGA Las dificultades económicas del Ayuntamiento, que obligan a recortar gastos, la posible entrada de Unicaja, la petición de licencia por parte de la promotora Baensa… están provocando que un proyecto como el de la adquisición del antiguo cine Astoria, que hace dos meses el alcalde anunció como "tema cerrado", se haya embrollado y ahora mismo nada esté ya ni claro ni arreglado.
Y es que lo anunciado por el regidor en el último debate sobre el estado de la ciudad, ahora resulta que Unicaja podría participar al 50% o en su totalidad en la compra del inmueble. Y lo que hace dos meses se presentó como un inmueble destinado a uso cultural gestionado por el Ayuntamiento ahora resulta que podría ser Unicaja quien monopolizara esa actividad cultural o quien compartiera con la corporación su gestión. Todo ello debido a que Unicaja es el valedor de un crédito hipotecario de unos 15 millones de euros que grava los inmuebles de los cines.
El Puerto. Hay otro factor que está distorsionando este asunto que parecía tan claro. Es el deseo de Unicaja de contar con una sede de uso cultural en la esquina de los muelles 1 y 2. Para ello, tanto desde la Autoridad Portuaria como desde el Ayuntamiento se le están dando todas las facilidades. Incluso se le va a permitir lo que se le negó a la multinacional Chelverton, es decir aumentar la edificabilidad prevista. Lo que antes el Ayuntamiento negó con virulencia, ahora acepta con regusto.
Detrás de estas facilidades, dicen las malas lenguas, están las pretensiones de los responsables municipales de que a cambio la entidad financiera condone el préstamo hipotecario sobre el Astoria o dé todas las facilidades del mundo. El acalde, al final, ha mezclado los intereses municipales y los de Unicaja en relación al Puerto y a los viejos cines con el resultado de este monumental embrollo.
Por ello, De la Torre propuso ayer lo que llamó ´operación triangular´: La entidad financiera condona el préstamo de 15 millones, otros 15 los abona el Ayuntamiento a Baensa (propietaria de los cines) compensándola con suelo en otros puntos de la ciudad y a cambio Unicaja se queda con la futura sede cultural en el Puerto y su exceso de edificación.
"Pero si lo que le interesa a Unicaja es la sede del Astoria, se hablaría también", aclaró el alcalde, dejando así todos los frentes abiertos. Por ello, el regidor se mostró "abierto a cualquier tipo de definición que se haga, ya que lo que quiere el Ayuntamiento es que la ciudad tenga y consolide esos dos equipamientos culturales".
A todo esto y visto que el tiempo pasa y el acuerdo definitivo no termina de llegar, el grupo Baensa ha presentado ante Urbanismo su proyecto de construcción de viviendas de lujo en los inmuebles de los cines. Su propósito es doble, de un lado presionar al Ayuntamiento para que cierre definitivamente el acuerdo de compra con ellos y de otro, y principalmente, constatar que el proyecto está hecho y que se debe de valorar económicamente a la hora de hacer cuentas.
La oposición municipal también ha entrado en liza, lógicamente. El grupo socialista acusó al alcalde de "no decir la verdad a los malagueños sobre el proyecto de los antiguos cines Astoria y Victoria de la plaza de la Merced". El portavoz del grupo municipal del PSOE, Rafael Fuentes, señaló que el alcalde aseguró durante el transcurso del debate del estado de la ciudad que el acuerdo sobre la adquisición de los inmuebles "estaba cerrado y ahora conocemos que no es así". Al final, lo dicho, todo un embrollo.
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