El Ayuntamiento cambia el proyecto inicial para dejar la estructura escalonada de la zona central y el vallado con una reja.
22.05.10 - 02:51 - CRONOLOGÍA
La zona central de la plaza de la Merced mantendrá su actual configuración según el proyecto de renovación de este emblemático enclave del centro histórico en el que trabaja la Gerencia Municipal de Urbanismo. Tras un primer diseño municipal que planteaba dejar todo el espacio de la plaza a un mismo nivel, lo que generó el rechazo de varios colectivos vecinales, el Ayuntamiento ha rectificado y prepara un diseño que mantendrá la estructura escalonada en torno al monumento de Torrijos y la verja que rodea a todo el conjunto y que también sirve como asiento. Eso sí, se harán peatonales los laterales norte y este del lugar.Según fuentes consultadas, se cambiará todo el pavimento de la zona, pero con pocas variaciones respecto a su actual disposición, si bien quedará todo al mismo nivel en la parte norte. Será sustituido por uno de mayor calidad y tonos ámbar, para dar continuidad a las recientes renovaciones del paseo del Parque y la que se acomete en la calle Alcazabilla. Además, se mantendrán las jacarandas -incluso está previsto poner más árboles en las nuevas zonas peatonales de los márgenes de la plaza- y se mejorará la iluminación.Como ya adelantó este periódico (SUR 12/5/2009), el Ayuntamiento hará totalmente peatonales los laterales norte y este de la plaza. La acera situada más al sur -donde actualmente existe una parada de taxis que se mantendrá- será más amplia y también se ganará en espacio peatonal frente a la fachada de lo que fue el cine Astoria, cuya compra ultima el Consistorio para realizar un gran proyecto cultural. La supresión del tráfico y las plazas de carga y descarga en este entorno será un anticipo de la transformación que experimentará con esta iniciativa cultural, para la que se convocará un concurso internacional de arquitectos.La calzada sur de la plaza quedará de doble sentido para permitir el tránsito de vehículos desde la calle Álamos hacia el túnel de la Alcazaba y la calle Victoria y el lateral oeste mantendrá un carril para los coches que quieran dirigirse desde esta última calle hasta el mercado de la Merced.Urbanismo ha estudiado restaurar los actuales adoquines de las partes rodadas de la plaza para reinstalarlos en los viales que se van a mantener, pero lo más probable es que se cambien por unos nuevos con una superficie más lisa y que tendrán un color oscuro para diferenciarse del resto de los espacios peatonales.Cuestionado por este periódico, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, destacó que el proyecto ha sido consensuado tanto con los vecinos como con los diferentes departamentos municipales. «Lo importante es que sea del agrado de todos aunque tardemos más en llevar a cabo esa confluencia de todas las opiniones», dijo el edil, quien señaló que las obras podrían salir a concurso el próximo mes de julio para comenzar este mismo verano. «Más que correr por un tema electoralista lo que queremos es acertar», aseguró. El plazo de ejecución de los trabajos será de unos seis meses y su coste rondará los cuatro millones de euros.
CRONOLOGÍA
La zona central de la plaza de la Merced mantendrá su actual configuración según el proyecto de renovación de este emblemático enclave del centro histórico en el que trabaja la Gerencia Municipal de Urbanismo. Tras un primer diseño municipal que planteaba dejar todo el espacio de la plaza a un mismo nivel, lo que generó el rechazo de varios colectivos vecinales, el Ayuntamiento ha rectificado y prepara un diseño que mantendrá la estructura escalonada en torno al monumento de Torrijos y la verja que rodea a todo el conjunto y que también sirve como asiento. Eso sí, se harán peatonales los laterales norte y este del lugar.
Según fuentes consultadas, se cambiará todo el pavimento de la zona, pero con pocas variaciones respecto a su actual disposición, si bien quedará todo al mismo nivel en la parte norte. Será sustituido por uno de mayor calidad y tonos ámbar, para dar continuidad a las recientes renovaciones del paseo del Parque y la que se acomete en la calle Alcazabilla. Además, se mantendrán las jacarandas -incluso está previsto poner más árboles en las nuevas zonas peatonales de los márgenes de la plaza- y se mejorará la iluminación.
Como ya adelantó este periódico (SUR 12/5/2009), el Ayuntamiento hará totalmente peatonales los laterales norte y este de la plaza. La acera situada más al sur -donde actualmente existe una parada de taxis que se mantendrá- será más amplia y también se ganará en espacio peatonal frente a la fachada de lo que fue el cine Astoria, cuya compra ultima el Consistorio para realizar un gran proyecto cultural. La supresión del tráfico y las plazas de carga y descarga en este entorno será un anticipo de la transformación que experimentará con esta iniciativa cultural, para la que se convocará un concurso internacional de arquitectos.
La calzada sur de la plaza quedará de doble sentido para permitir el tránsito de vehículos desde la calle Álamos hacia el túnel de la Alcazaba y la calle Victoria y el lateral oeste mantendrá un carril para los coches que quieran dirigirse desde esta última calle hasta el mercado de la Merced.
Urbanismo ha estudiado restaurar los actuales adoquines de las partes rodadas de la plaza para reinstalarlos en los viales que se van a mantener, pero lo más probable es que se cambien por unos nuevos con una superficie más lisa y que tendrán un color oscuro para diferenciarse del resto de los espacios peatonales.
Cuestionado por este periódico, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, destacó que el proyecto ha sido consensuado tanto con los vecinos como con los diferentes departamentos municipales. «Lo importante es que sea del agrado de todos aunque tardemos más en llevar a cabo esa confluencia de todas las opiniones», dijo el edil, quien señaló que las obras podrían salir a concurso el próximo mes de julio para comenzar este mismo verano. «Más que correr por un tema electoralista lo que queremos es acertar», aseguró. El plazo de ejecución de los trabajos será de unos seis meses y su coste rondará los cuatro millones de euros.
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