jueves, 13 de enero de 2011

Los técnicos avalan la posibilidad de cubrir el cauce del Guadalmedina (Málaga Hoy)

El Cedex dice que el encauzamiento puede asumir el caudal para el que fue diseñado, 600 metros cúbicos por segundo, sin desbordarse · Condiciona el embovedamiento a otras acciones en caso de que el volumen de agua sea superior

SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 13.01.2011 - 01:00
La puerta a embovedar el cauce del río Guadalmedina a su paso por Málaga se abre de par en par. Las conclusiones del informe encargado por la Junta de Andalucía y la Fundación Ciedes al Centro de Estudios y Experimentación de las Obras Públicas (Cedex), dependiente del Ministerio de Fomento, mantiene en vigor la opción de cubrir íntegramente su traza desde la presa de El Limonero hasta la desembocadura de mantenerse las condiciones de capacidad actuales, previstas para un caudal máximo de 600 metros cúbicos por segundo.

Así se desprende de un resumen técnico sobre el documento del Cedex al que tuvo acceso este periódico, que también pudo consultar el informe técnico entregado a la Empresa de Gestión Medioambiental (Egmasa), de 33 páginas. En el mismo, se precisa que el embovedamiento con las condiciones actuales es factible siempre que se garantice un mantenimiento y limpieza adecuados de la traza fluvial. Pero qué pasaría si el volumen de agua fuese superior al inicialmente previsto. En ese caso, según el Cedex habrían de tomarse medidas para evitar el riesgo de desbordamiento y daños en la ciudad.

Las determinaciones del análisis del organismo estatal dejan en evidencia las posiciones que la Administración autonómica ha mantenido durante años, al rechazar el cierre del cauce por su peligro, planteamiento que quedó claro en septiembre de 2007, cuando el entonces director de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal, dijo: "Es una aventura que nunca podríamos autorizar". La línea fue mantenida por el entonces delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, quien llegó a manifestar que cubrir el río sería "una bomba de relojería".

Una sentencia ahora corregida por el Cedex. El organismo analiza dos escenarios en función del volumen de agua que debiera soportar el cauce. En el primero de ellos, acotado a un máximo de 600 metros cúbicos por segundo, se apunta que las actuales condiciones de la obra garantizan su absorción sin afecciones sobre la ciudad. "No deben presentarse desbordamientos", apostilla el texto, en el que se añade: "El encauzamiento es capaz de transportar el caudal para el que se diseñó sin causar daños a las estructuras y terrenos colindantes".

Pero el trabajo da un paso más después de que la propia Junta pidiese ampliar el análisis a un hipotético volumen superior. "¿Qué ocurriría si al encauzamiento le llegase un caudal superior, no de 600 sino de 700 u 800 metros cúbicos por segundo?", detalla el escrito. La respuesta es contundente y prevé afecciones entre la Avenida Valle Inclán y la desembocadura, con daños y desbordamientos en la mayoría de los puentes construidos en la sección, como el del Carmen; mientras que otros como los de Tetuán y Atarazanas estarían a punto de desbordarse, el puente de la Aurora podría sufrir daños en los estribos y habría desbordamientos en la rampa de áridos que hay entre los puentes de Armiñán y la Aurora. A ello se sumarían problemas en la parte del cauce entre El Limonero y el puente de Armiñán, que se traducirían en desbordamientos en la zona de los enlaces de la A-7 y el puente de Gounod.

Por todo ello, el Cedex concluye que si el caudal fuera superior a los 600 metros cúbicos "se producirían desbordamientos y/o daños materiales sobre las infraestructuras", con lo que "no sería posible cubrir el encauzamiento tal cual es en la actualidad, sin realizar previamente una serie de actuaciones de cara a evitar esos daños".

¿Y cuáles son esas acciones? Sin entrar en excesivos detalles, los técnicos del organismo estatal apuntan tres bloques: cambiar las normas de explotación de la presa de El Limonero para controlar el caudal de agua que entra en el cauce actual; ejecutar derivaciones del río en su parte alta hacia otros cauces para disminuir el caudal en la parte urbana, y mejoras que traigan consigo un aumento de la capacidad del encauzamiento a su paso por la ciudad.

Expertos consultados por este periódico admitieron que lo que hace el Cedex en su informe es confirmar lo que es evidente, es decir, la capacidad real del cauce del Guadalmedina y que con ciertas maniobras sería factible su cierre. Detalles que, recordaron, ya formaron parte de sendos estudios realizados a finales de la década de los 90. No obstante, las fuentes señalaron la necesidad de conocer en profundidad el documento para expresar una opinión concreta.

El informe del Cedex que ahora ve la luz fue remitido por la Junta de Andalucía al alcalde y presidente de la Fundación Ciedes, Francisco de la Torre, el pasado martes. El mismo fue reclamado por vez primera por Ciedes, organismo que integran las principales administraciones de la provincia y agentes sociales y económicos, en noviembre de 2007.

Ayer, el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, aseguró que tras la finalización del estudio del Cedex será la Fundación Ciedes que "tome las decisiones" sobre el proyecto para la integración urbana del río. A su juicio, la administración autonómica "ha cumplido con su palabra", dando paso a "una nueva fase". Al tiempo, dijo que se trata de "un gran proyecto" para Málaga, que "como todos los grandes proyectos necesita tiempo".

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