jueves, 13 de enero de 2011

¿Tanto Ruido para esto? (La Opinión)

JOSÉ DAMIÁN RUIZ SINOGA El Cedex ha completado su informe sobre el comportamiento hidráulico del Guadalmedina en sus últimos 3 kilómetros. Decepcionante y poco imaginativo a la vez que inútil, tanto, que incluso se lo podían haber ahorrado. Efectivamente, el cauce del Guadalmedina sigue teniendo una capacidad de evacuación de 600 metros cúbicos por segundo. Es decir, la capacidad para la que fue diseñado. Esto no deja de ser noticia, puesto que significa que el Guadalmedina no ha modificado su capacidad de evacuación, o lo que es igual, no se han producido acumulaciones de depósitos que hayan restado capacidad de evacuación hidráulica.

En el informe solicitado por Egmasa la pregunta era: ¿puede cubrirse el encauzamiento? La respuesta Cedex: todo caudal que exceda los 600 metros cúbicos al segundo producirá desbordamientos y/o daños materiales sobre infraestructuras. Es decir, todo caudal que exceda la capacidad de evacuación se saldrá por donde pueda. Por tanto, no está garantizada la seguridad ni de la infraestructura ni por supuesto de la población ante un embovedado del río en su tramo final. Y todo eso, considerando que tal obra se realizase sobre la cota de los 600 metros cúbicos por segundo, es decir, una losa sobre los actuales «paredones» del río. ¿Tanto ruido para esto?, ¿no se viene sabiendo esto desde hace más de un siglo? Si no fuese porque da pena, cansancio, hastío y vergüenza ajena, los resultados del informe son propios de una película de los Hermanos Marx. Se ha encargado un informe para comprobar si era verdad lo que decían los papeles, es decir, que por el cauce cabían 600 metros cúbicos por segundo como mucho, (y todo esto sin considerar la tensión critica en onda de avenida, y la capacidad de arrastre como sucede con el modelo matemático y el maquetado), y efectivamente el informe corrobora: Lo actualmente encauzado permite gestionar exactamente ese caudal. Lo que decían los papeles, era correcto. Las propuestas alternativas facilitadas por Cedex son bastante poco viables.

Así que parece que deberemos seguir conviviendo con el río de la ciudad (Guadalmedina). Y además, el informe se produce en tiempo y forma, es decir, justo antes de unas elecciones municipales. Considerando la importancia del tema sobre la sociedad malagueña, ¿sería posible consensuar una solución por parte de las fuerzas políticas con capacidad de gobierno en la ciudad? Sería lamentable que el Guadalmedina fuese la nueva arma arrojadiza, pero tiene toda la pinta…

Dado que no es aconsejable su embovedado, lejos de mantenerlo como la cloaca actual de Málaga, quizá sería interesante su uso como espacio de la ciudad. El río ocupa un espacio de la ciudad, pero dicho río sólo usa ese espacio en circunstancias excepcionales, por lo que puede ser utilizado el resto del tiempo por la sociedad malagueña, como espacio de ocio, lúdico, deportivo, artístico… e incluso como eje de transporte, una especie de «ribera del Guadalmedina». Eso sí, a sabiendas, de que en determinadas circunstancias, el río usara su cauce para evacuar caudales excedentarios. Para eso habrán de resolverse algunas cuestiones hidráulicas e hidrológicas. Pero está todo inventado y funcionando.
Esta puede ser la menos agresiva de todas las posibles soluciones, también la menos atractiva para determinados intereses urbanísticos y especulativos, pero sin duda es respetuosa tanto con los ciudadanos como con el propio río, y completamente financiable, dado que se inscribe en la estrategia comunitaria por parte de las instituciones europeas. Es sólo una propuesta, aunque parece claro que el tema ha dado y, por los diversos intereses que concita, seguirá dando muchas vueltas. En cualquier caso, bienvenidas las ideas imaginativas y la financiación, pero dentro de su marco normativo y conceptual.

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