concejala de Juventud del Ayuntamiento de Málaga, Patricia Navarro, dijo ayer al presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, que el traslado del botellón del paseo de los Curas es un tema complicado, que requiere serenidad "y no que nadie venga a meter prisa y a generar expectativas en los jóvenes y los ciudadanos". Navarro, que respondía así a Linde, que afirmó el pasado martes que sólo se quitará la valla del puerto cuando desaparezca el botellón del paseo de los Curas, subrayó que para que la verja se retire "hace falta que se acaben las obras, que van para largo".Al respecto, la edil del PP insistió en que los trabajos van "muy lentos" y, por tanto, se mostró segura de que falta más de un año para tirar la verja que separa el puerto de la ciudad. En su opinión, con esas declaraciones, el presidente de la Autoridad Portuaria "quiso correr un tupido velo sobre otros temas como el retraso de las obras". La edil de Juventud lanzó, ante esta situación, un mensaje de tranquilidad a los jóvenes, a los que expuso que cuando se vaya acercando el momento de derribar la verja del puerto, "ya se verá cómo se actúa". Navarro hizo hincapié en que el botellón es una cuestión de gran complejidad, "que necesita unos estudios técnicos, sociológicos y de comparativa con otras ciudades, muy específicos y profundos". Precisamente, dejó claro que no se puede buscar una ubicación "de un día para otro".Según la concejala del PP, se están estudiando "todas las posibilidades, pero primero hay que ver qué quieren los jóvenes, qué tipo de molestias se causa a los vecinos, qué repercusión tiene el botellón en la hostelería, etcétera". También apuntó que el documento de revisión del PGOU será el que determine la ubicación.
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