jueves, 31 de enero de 2008

El PP defiende la búsqueda de alternativas a las demoliciones. Marbella (La Opinión)

Injustas y desafortunadas. La primera teniente de alcalde de Marbella, Francisca Caracuel, utilizó estos términos para calificar las declaraciones del consejero andaluz de la Presidencia, Gaspar Zarrías, que comparó ayer el comportamiento del actual equipo de Gobierno de Marbella "con los del Grupo Independiente Liberal (GIL) y compañía".Caracuel lamentó que estas afirmaciones procedan de un representante de una administración autonómica "que ha sido parte en el caos urbanístico de la localidad" y que ha desembocado en el problema de la construcción de viviendas no ajustadas al planeamiento, que actualmente afecta a alrededor de 50.000 vecinos.Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, afirmó ayer que el Consistorio marbellí ha dado "la callada por respuesta" ante los requerimientos del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) relativos a viviendas ilegales en la ciudad, en referencia a la investigación abierta por la Fiscalía de Málaga para estudiar si se ha producido o no una falta de actuación por parte de la Administración local a la hora de ejecutar las sentencias relacionadas con las construcciones irregulares.En opinión de Caracuel, estas afirmaciones responden a la "política de bandazos" de la Junta de Andalucía, que un día "defienden las demoliciones y al otro aseguran estar del lado de los afectados". La primera teniente de alcalde recordó que su corporación mantendrá "la misma postura" de esperar a la aprobación del PGOU para buscar alternativas a las demoliciones.

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