Gena alerta de esta situación en un escrito remitido a la Fiscalía de Medio Ambiente
El Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía, GENA-Ecologistas en Acción, denunció ayer ante la Fiscalía de Medio Ambiente la progresiva irrupción en la comarca de la instalación de viviendas prefabricadas en suelo rústico no urbanizable. El presidente del colectivo, Rafael Yus, apuntó en un comunicado que se trata de viviendas prefabricadas de materiales plásticos o de madera, caravanas e incluso chabolas que se implantan en parcelas agrícolas de suelo rústico o en campamentos turísticos.
Según Yus, esta instalación de viviendas responde a una modalidad de turismo residencial de baja inversión. «Estas casas son altamente consumidoras de recursos hídricos, su dispersión exige un considerable gasto energético y la apertura de carriles, no suelen tener conexión a las redes de saneamiento y son contrarias a la tipología popular de la comarca», consideró el presidente de Gena.
Los ecologistas consideran que algunos de los actuales campamentos turísticos de la Axarquía «podrían estar basando su negocio en la conversión de dichas instalaciones que, por definición, deberían ser de ocupación transitoria, en auténticas urbanizaciones encubiertas, en las que puede existir un régimen de multipropiedad», matizó.
Sin saneamiento
GENA ha denunciado ante la Fiscalía hasta cinco zonas de acampada que no cumplen con la normativa turística en la comarca, «ya que presentan una ocupación permanente de parcelas, no guardan las distancias exigidas entre las viviendas, carecen del debido saneamiento y ocupan zonas de protección hidráulica o pecuaria», según apuntó Rafael Yus.
Además, el colectivo cree que estas estructuras son constitutivas de presuntos delitos ecológicos «al ser auténticas urbanizaciones en suelo no urbanizable y no ajustarse a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), ni a los planes de ordenación de los municipios».
Rafael Yus mostró su temor por la generalización de estos negocios en la comarca de la Axarquía, «como respuesta a la crisis inmobiliaria y con el afán de mantener el negocio urbanístico que en los últimos años ha cubierto el suelo rústico con un total de 20.000 viviendas», concluyó.
El Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía, GENA-Ecologistas en Acción, denunció ayer ante la Fiscalía de Medio Ambiente la progresiva irrupción en la comarca de la instalación de viviendas prefabricadas en suelo rústico no urbanizable. El presidente del colectivo, Rafael Yus, apuntó en un comunicado que se trata de viviendas prefabricadas de materiales plásticos o de madera, caravanas e incluso chabolas que se implantan en parcelas agrícolas de suelo rústico o en campamentos turísticos.
Según Yus, esta instalación de viviendas responde a una modalidad de turismo residencial de baja inversión. «Estas casas son altamente consumidoras de recursos hídricos, su dispersión exige un considerable gasto energético y la apertura de carriles, no suelen tener conexión a las redes de saneamiento y son contrarias a la tipología popular de la comarca», consideró el presidente de Gena.
Los ecologistas consideran que algunos de los actuales campamentos turísticos de la Axarquía «podrían estar basando su negocio en la conversión de dichas instalaciones que, por definición, deberían ser de ocupación transitoria, en auténticas urbanizaciones encubiertas, en las que puede existir un régimen de multipropiedad», matizó.
Sin saneamiento
GENA ha denunciado ante la Fiscalía hasta cinco zonas de acampada que no cumplen con la normativa turística en la comarca, «ya que presentan una ocupación permanente de parcelas, no guardan las distancias exigidas entre las viviendas, carecen del debido saneamiento y ocupan zonas de protección hidráulica o pecuaria», según apuntó Rafael Yus.
Además, el colectivo cree que estas estructuras son constitutivas de presuntos delitos ecológicos «al ser auténticas urbanizaciones en suelo no urbanizable y no ajustarse a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), ni a los planes de ordenación de los municipios».
Rafael Yus mostró su temor por la generalización de estos negocios en la comarca de la Axarquía, «como respuesta a la crisis inmobiliaria y con el afán de mantener el negocio urbanístico que en los últimos años ha cubierto el suelo rústico con un total de 20.000 viviendas», concluyó.
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