El primer trimestre de 2009 confirma el bajón inmobiliario, con una caída del 66% en relación al año anterior y sólo 1.641 casas proyectadas. Localidades como Estepona o Manilva sufren una debacle de más del 90%, mientras que el sector reclama que se desbloqueen ya los PGOU
JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA Los datos de viviendas visadas del primer trimestre de 2009 -que hacen referencia a los proyectos de futuras obras que se presentan ante el Colegio de Arquitectos de Málaga- han constatado que el mercado inmobiliario provincial sigue en situación de colapso, con caídas en algunos municipios tan significativos como Estepona, Torremolinos y Manilva superiores al 90%. El enorme bajón de ventas y el retraso administrativo de los diferentes PGOU propician que sean muy pocos los promotores que ahora mismo se atrevan a embarcarse en nuevas promociones, en espera sin duda de tiempos mejores. Así las cosas, en la provincia se visaron únicamente 1.641 proyectos, de los que 1.359 correspondieron a viviendas de renta libre y 282 a VPO. La cifra supone una caída del 66,5% en relación al primer trimestre del pasado año que, cabe recordar, ya fue de por sí bastante malo. Y es que entonces se vivió una caída del 48% en relación a los tres primeros meses de 2007 que, con sus 9.400 visados, representaban el ´canto del cisne´ del ´boom´ inmobiliario, antes de que la crisis de las ´subprime´, en agosto de ese año, lo pusiera todo patas arriba.
Si comparamos el nivel de visados en relación a hace dos años en Málaga, el resultado es desolador, con una caída de la actividad del 83%.O lo que es lo mismo, en 2007 se proyectaban casi seis veces más viviendas que ahora. A los primeros a los que no sorprende este nuevo desplome es a los constructores y promotores, que confirman que la crisis de ventas se ha agravado por la psicosis que sufre la población ante la posibilidad de perder el empleo. Sólo la opción del alquiler con derecho a compra gana peso: el interesado puede habitar la vivienda a cambio de una renta mensual durante un tiempo determinado -suele ser entre 2 y 5 años-, y luego formalizar la compra descontando lo abonado.
"La verdad es que se vende poquísimo, y no hay ningún síntoma de que el mercado vaya a reactivarse. No hay movimiento de compradores, ni tampoco fluye el crédito por parte de las entidades financieras", afirma la gerente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Violeta Aragón, que reconoce que el ´stock´ de viviendas sin vender que hay en la provincia -entre 25.000 y 27.000, según diversas instancias- no está encontrando salida comercial ante el empuje de la crisis. En circunstancias normales, afirma Aragón, esa cantidad sería la demanda de nuevos hogares de la población malagueña en un solo año, pero ahora mismo supone un ´tapón´ que disuade al sector de embarcarse en nuevos proyectos.
Poco puede hacerse para aliviar esta situación para reactivar un mercado que, según expertos como Analistas Económicos de Andalucía (AEA) y la propia ACP, no se reactivará hasta 2012. Aragón sí piensa que es clave desatascar los PGOU, ya que los nuevos suelos que se liberen no se traducirán en viviendas acabadas y listas para habitar hasta dentro de 6 ó 7 años. "Tenemos que prepararnos para cuando las ventas vuelvan a funcionar, aunque será volviendo a los niveles de 2002, nunca a lo que se vivió entre 2003 y 2007. Aquello es irrepetible", opinan los promotores.
JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA Los datos de viviendas visadas del primer trimestre de 2009 -que hacen referencia a los proyectos de futuras obras que se presentan ante el Colegio de Arquitectos de Málaga- han constatado que el mercado inmobiliario provincial sigue en situación de colapso, con caídas en algunos municipios tan significativos como Estepona, Torremolinos y Manilva superiores al 90%. El enorme bajón de ventas y el retraso administrativo de los diferentes PGOU propician que sean muy pocos los promotores que ahora mismo se atrevan a embarcarse en nuevas promociones, en espera sin duda de tiempos mejores. Así las cosas, en la provincia se visaron únicamente 1.641 proyectos, de los que 1.359 correspondieron a viviendas de renta libre y 282 a VPO. La cifra supone una caída del 66,5% en relación al primer trimestre del pasado año que, cabe recordar, ya fue de por sí bastante malo. Y es que entonces se vivió una caída del 48% en relación a los tres primeros meses de 2007 que, con sus 9.400 visados, representaban el ´canto del cisne´ del ´boom´ inmobiliario, antes de que la crisis de las ´subprime´, en agosto de ese año, lo pusiera todo patas arriba.
Si comparamos el nivel de visados en relación a hace dos años en Málaga, el resultado es desolador, con una caída de la actividad del 83%.O lo que es lo mismo, en 2007 se proyectaban casi seis veces más viviendas que ahora. A los primeros a los que no sorprende este nuevo desplome es a los constructores y promotores, que confirman que la crisis de ventas se ha agravado por la psicosis que sufre la población ante la posibilidad de perder el empleo. Sólo la opción del alquiler con derecho a compra gana peso: el interesado puede habitar la vivienda a cambio de una renta mensual durante un tiempo determinado -suele ser entre 2 y 5 años-, y luego formalizar la compra descontando lo abonado.
"La verdad es que se vende poquísimo, y no hay ningún síntoma de que el mercado vaya a reactivarse. No hay movimiento de compradores, ni tampoco fluye el crédito por parte de las entidades financieras", afirma la gerente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Violeta Aragón, que reconoce que el ´stock´ de viviendas sin vender que hay en la provincia -entre 25.000 y 27.000, según diversas instancias- no está encontrando salida comercial ante el empuje de la crisis. En circunstancias normales, afirma Aragón, esa cantidad sería la demanda de nuevos hogares de la población malagueña en un solo año, pero ahora mismo supone un ´tapón´ que disuade al sector de embarcarse en nuevos proyectos.
Poco puede hacerse para aliviar esta situación para reactivar un mercado que, según expertos como Analistas Económicos de Andalucía (AEA) y la propia ACP, no se reactivará hasta 2012. Aragón sí piensa que es clave desatascar los PGOU, ya que los nuevos suelos que se liberen no se traducirán en viviendas acabadas y listas para habitar hasta dentro de 6 ó 7 años. "Tenemos que prepararnos para cuando las ventas vuelvan a funcionar, aunque será volviendo a los niveles de 2002, nunca a lo que se vivió entre 2003 y 2007. Aquello es irrepetible", opinan los promotores.
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