El Consistorio ha remitido un escrito a la Sala para solicitar el aplazamientohasta la aprobación del Plan General
La urbanización, ubicada en Nueva Andalucía, cuenta con cinco bloques de pisos y un total de 76 viviendas. / J-L
El Ayuntamiento de Marbella ha remitido un escrito a la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) solicitando la suspensión de la ejecución de la sentencia que anula la licencia de obras de la urbanización Fuentealoha, en Nueva Andalucía, según informaron fuentes municipales.
Se trata de una más de las numerosas peticiones que en los dos últimos años ha realizado el Consistorio para que no se llegue a la demolición de las viviendas concedidas de forma irregular durante la 'era GIL'. Al menos, hasta la aprobación definitiva del PGOU, sobre todo, en aquellos casos como éste donde los pisos están habitados.
El alto tribunal andaluz, por su parte, confirmó a este periódico que, de momento, no emitirá un auto de ejecución de la sentencia a la espera de la aprobación del Plan General, un acuerdo tácito al que llegaron ambas partes con la conformidad de la propia Junta de Andalucía en los casos de viviendas irregulares.
Fue la Administración autonómica la que impugnó el permiso municipal otorgado en junio de 2002 a la mercantil Fuentealoha S.A. para la construcción de 76 viviendas de lujo. En su recurso, que siete años más tarde ha sido estimado por el TSJA, la Junta de Andalucía solicita la anulación de la licencia y el derribo de los cinco bloques de pisos que excedían el volumen de edificación permitido.
Regularización
El propio Ayuntamiento de Marbella se allanó a la pretensión de la Junta y reconoció la ilegalidad de la licencia, concedida con Julián Muñoz como alcalde de Marbella. El Plan, pendiente de su aprobación definitiva, contempla la regularización de Fuentealoha y de muchas de las 18.000 viviendas ilegales que dejó en el término municipal el gilismo.
Desde el Ayuntamiento aseguraron que el caso de Nueva Andalucía no es excepcional y que se ha seguido el protocolo habitual para impedir que se llegue a un posible derribo.
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