viernes, 24 de julio de 2009

Los jóvenes esperan hasta diez meses para cobrar las ayudas públicas al alquiler (SUR)

La subvención de la Junta sigue retrasándose cuatro años después de su inicio, al igual que la del Estado
Inmobiliarias denuncian que crecen los inquilinos obligados a abandonar su piso al no recibir el pago

Los jóvenes esperan hasta diez meses para cobrar las ayudas públicas al alquiler
Cada vez son más los malagueños con ayudas aprobadas, el problema es que los cobros de las subvenciones se eternizan. / SUR
A medio gas. Cuatro años después de la puesta en marcha de las ayudas al alquiler para los jóvenes andaluces, la maquinaria para que estas subvenciones lleguen de forma efectiva a uno de los sectores con más dificultades de emancipación no termina de engrasarse. Tras el caos del rodaje inicial la tramitación de estas cuantías -que se anunciaron a bombo y platillo allá por febrero de 2005 como la solución para sacar al mercado los miles de inmuebles vacíos- sigue eternizándose, una mala organización que da al traste con las aspiraciones de los cerca de 9.000 malagueños que han depositado sus esperanzas en este sistema. Las inmobilarias encargadas de gestionar estas partidas denuncian que a día de hoy tanto la Junta como el Gobierno central tardan hasta diez meses en hacer llegar el dinero a los inquilinos.
A juicio de las agencias consultadas esta dilación es «inadmisible». Y es que tal y como funcionan actualmente las subvenciones quienes realmente necesiten de forma urgente este balón de oxígeno para volar del nido paterno lo tienen complicado, como advierten fuentes del sector. Las propias inmobiliarias aseguran que se ven obligadas a alertar a los demandantes a fin de evitarles futuras sorpresas, como insisten que ya está pasando. «A nosotros se nos han ido inquilinos por culpa de los retrasos en el cobro de la prestación. Antes de incurrir en demora prefieren abandonar», destacan desde Unicasa al tiempo que reclaman que se acorten los plazos de las resoluciones.
Lorena Escudero, de Inmobiliaria Mediterráneo, también exige soluciones para una fórmula que, en su opinión, ha resultado bastante insatisfactoria. «Las promesas que hicieron han quedado en una gran decepción. Los jóvenes ven que pasan los días y no ven ni un duro, lo que empuja a muchos a renunciar al alquiler. Es un caos para todos, porque nosotros tampoco cobramos», se lamenta.
Descuentos del 40%
La Junta de Andalucía fue la primera administración en poner a disposición de los malagueños el denominado Plan de Fomento del Alquiler, que echó a andar a finales de 2005 con una atractiva carta de presentación: una subvención por una cuantía máxima del 40% de la renta anual satisfecha, sin exceder en ningún caso los 3.200 euros en el mismo periodo.
Esa rebaja del 40% se devuelve con carácter trimestral. Para ello, los jóvenes deben depositar en su agencia de alquiler los recibos que justifiquen el pago al propietario y cumplir un único requisito: que la suma de los ingresos de todos los ocupantes de la vivienda sean inferiores en su cómputo anual a 2,5 veces el IPREM. (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples).
Además de beneficiar a los jóvenes menores de 35 años, la ayuda autonómica se extiende a discapacitados, núcleos donde residan dependientes, víctimas de violencia doméstica, mayores, familias numerosas, monoparentales, en riesgo de exclusión social y personas procedentes de rupturas de unidades familiares.
Hasta aquí la teoría. El problema es que en la práctica estas subvenciones, por los retrasos que acumulan, no acaban de ser el bálsamo que los jóvenes ansían. Desde Inmobiliaria Marbella aseguran que el primer abono se dilata entre nueve y diez meses, «lo cual es un fastidio para el que lo requiere para pagar el alquiler mes a mes», dice Manuel Álvarez, responsable de esta agencia, al tiempo que puntualiza que aunque se hace de rogar, la cuantía acaba llegando y aliviando le bolsillo de los inquilinos.
En la Junta, por su parte, se aferran a las cifras para construir su defensa. Al respecto, recuerdan que Málaga es junto a Almería la provincia en la que se ha hecho una mayor inversión para impulsar estas ayudas: hasta 5,76 millones de euros en los últimos tres años. Esto es, un tercio del total andaluz. Desde 2005 han sido 4.460 los malagueños beneficiados por estos descuentos en la cuota del alquiler, de los que 2.236 tenían menos de 35 años.
Desde el Gobierno regional alegan que este elevado volumen de expedientes unido a la complejidad que suponía su tramitación antes del cambio normativo introducido el pasado noviembre (cuando la Empresa Pública de Suelo se hizo cargo de la gestión) ha llegado a provocar retrasos de entre «seis y siete meses», pero señalan que han efectuado mejoras para agilizar esos tiempos e insisten en que ya funcionan con «total normalidad».
El Gobierno central, por su parte, ofrece desde en enero de 2008 una subvención de 210 euros mensuales que hasta la fecha ha sido solicitada por más de 6.600 malagueños. De los expedientes tramitados han sido resueltos casi el 75%, la mayoría (4.100) a favor de los interesados, que deben cumplir una serie de requisitos como tener entre 22 y 30 años y una retribución anual inferior a 22.000 euros.
En este caso, se repite la problemática: se aprueban las solicitudes, pero se tarda en hacer efectivo el correspondiente abono. En los últimos meses la propia ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, ha pedido disculpas por la demora generada que, según las inmobiliarias consultadas, es ya similar a la de la Junta. Desde estas agencias lanzan un mensaje tranquilizador apuntando que aunque se eterniza, el dinero llega. El problema es que para muchos ya es demasiado tarde.

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