jueves, 30 de julio de 2009

Marbella pone fin a 23 años de caos urbanístico y legado ´gilista´. (La Opinión)

El Pleno del Ayuntamiento aprueba por segunda vez el PGOU provisional que sustituye al anterior de 1986 con los votos de los concejales del PP y del PSOE, menos uno, que rompe la disciplina de partido y vota en contra, como IU. La Junta podría acotar los trámites y ratificar el plan en octubre


Alcaldesa. El pleno del Ayuntamiento, en el momento de la votación presidida por Muñoz. La Opinión

IGNACIO A. CASTILLO. MARBELLA La ciudad sin ley confirmó ayer su propósito de enmienda y compromiso por pasar página a una de las etapas más tristes de su historia. Marbella sacó ayer adelante su nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), por segunda vez y de forma provisional, para que sea ratificado por la Junta de Andalucía lo antes posible. Es el documento que pone fin a 23 años de caos urbanístico y de legado ´gilista´. Lo aprobó el pleno del Ayuntamiento en sesión extraordinaria, con los sufragios favorables de los concejales del PP y del PSOE, menos uno, que rompiendo la disciplina de partido, se unió a IU para votar en contra.
El texto del PGOU regulariza 18.000 viviendas que en su día se construyeron al margen de la legalidad, pero deja fuera otro medio millar de inmuebles habitados, algunos tan célebres como Banana Beach (con más de 300 apartamentos), las viviendas que se asientan sobre un yacimiento arqueológico en Río Real y una treintena de casas en La Víbora. Tampoco se incluyen otras mil que están vacías. Serán los promotores de estas edificaciones a regularizar y no los propietarios quienes compensen a la ciudad por la pérdida de suelo para equipamientos.
Finalmente el equipo de gobierno dio marcha atrás y retiró estos inmuebles del PGOU después de que la Junta anunciara que no iba a legalizarlos. A partir de ahora, el Gobierno andaluz tiene cinco meses para aprobar el texto, aunque existe el compromiso de acortar los trámites y ratificar el planeamiento en octubre.
Los vecinos afectados todavía tienen la opción de recurrir judicialmente para evitar el derribo de sus viviendas y mantener esta pugna que, de momento, han perdido por la vía administrativa. Es más, la propia alcaldesa, Ángeles Muñoz, les ha animado a no tirar la toalla y ayer, de nuevo, mostró su compromiso a trabajar "de manera conjunta con el resto de administraciones para buscar una solución".
"Día histórico". Durante la sesión plenaria, la alcaldesa defendió la importancia de aprobar el documento y calificó la jornada como "histórica para el municipio". Destacó que el PGOU cuenta con todos los informes favorables que corresponde tanto de servicio jurídicos, unidad técnica de planeamiento, el secretario municipal y el interventor, y agregó que su aprobación instalará la seguridad jurídica y urbanística en el municipio y poner fin al caos existente. "El plan dará tranquilidad a muchos vecinos además de generar riqueza y empleo en la ciudad", apostilló.
El nuevo PGOU establece 27,67 metros cuadrados de espacios libres por habitante, cinco veces más de lo exigido por la ley, seguramente, para equilibrar la balanza tras la etapa anterior a la gestora, presidida por el ladrillo. Además, se establecen las lides de Benahavís conforme al planeamiento, que data de 1986, siguiendo las pautas establecidas por el Consejo Consultivo de Andalucía.
La portavoz municipal del PSOE, Susana Radío, expresó que es una obligación moral aprobar el PGOU además de una responsabilidad política máxima, aunque admitió que le hubiese gustado que hubiera mayor participación ciudadana en su elaboración. Radío resaltó durante el pleno la contribución de la Junta de Andalucía, a través de la fijación de unos criterios básicos en la elaboración del documento, que se mantienen en el mismo y que sentaron el punto de partida para la normalización del urbanismo en Marbella. "Los socialistas, la Junta y la Comisión Gestora han contribuido de manera fundamental a que el documento que hoy se ha llevado a Pleno sentara las bases de la legalidad", manifestó.
Por último, el portavoz y único edil de IU, Enrique Monterroso, quien votó en contra, expresó que no se puede normalizar lo construido ilegalmente en el PGOU porque de esta manera el documento nace "viciado". Monterroso manifestó que además el plan no contiene un modelo de ciudad porque mira para el pasado normalizando irregularidades y no planifica el futuro. Del mismo modo, considera que el sistema de compensaciones es injusto.

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