martes, 13 de octubre de 2009

Un museo entre ruinas (SUR)

Urbanismo arreglará el entorno de San Felipe Neri tras la apertura al público de una colección permanente de vidrio en una antigua casona. La zona sigue marcada por solares, edificios clausurados y aceras rotas
13.10.2009 -
JESÚS HINOJOSA
MÁLAGA

Un museo entre ruinas
Los coches invaden todavía el espacio entre el museo y la iglesia./ CARLOS MORET
Un oasis en medio del desierto. La expresión bien puede aplicarse a la rehabilitada casona frente a la portada de la iglesia de San Felipe Neri, en la calle Parras, para albergar una colección privada de arte y vidrio. Unas dos mil personas han visitado el Museo del Vidrio desde que se abrió al público a principios del mes de septiembre. Sin embargo, para alcanzar el encanto de la fachada restaurada del edificio que lo acoge han tenido que pasar por aceras resquebrajadas, edificios en ruina y solares que ofrecen una lamentable imagen del que podría ser uno de los rincones con más encanto del Centro Histórico.
Así lo piensa Gonzalo Fernández-Prieto, propietario del museo, quien ha insistido al Ayuntamiento para que lleve a cabo algunas mejoras en la zona que contribuyan a mejorar su imagen mientras se terminan las promociones de viviendas públicas que están pendientes de construcción en el sector. Por el momento, ha conseguido que se coloquen unas señales para prohibir el estacionamiento de vehículos ante la iglesia de San Felipe. «No es lógico que uno de los edificios religiosos más hermosos de la ciudad esté rodeado de coches», apunta este coleccionista mientras señala la negrura del humo que todavía permanece en la fachada de la iglesia tras el incendio de unos vehículos estacionados en el lugar. «Al margen de los que ardieron, muchos han sido abiertos y robados», recuerda Gonzalo, que exige una mayor presencia de la policía para vigilar la zona y evitar que los coches incumplan las señales de prohibido aparcar que han sido instaladas recientemente.
Casas clausuradas
Fernández-Prieto dice que los visitantes de su museo se quedan sorprendidos por el estado en que se encuentra el barrio y reconocen la riqueza potencial que todavía conserva. «Siempre digo que la casa que he rehabilitado para el museo es un ejemplo de lo que puede ser todo esto», comenta. Sin embargo, la realidad es por el momento muy distinta. El ejemplo más claro se encuentra justo al lado del museo, con un edificio clausurado y que está en un estado ruinoso por la dejadez de sus propietarios. La casa presenta un aspecto lamentable y el Consistorio ha tenido muchas dificultades para procurar su arreglo. Según comentaron fuentes de Urbanismo, han sido numerosas las notificaciones enviadas a los dueños desde 1997 para instarles a que efectuaran reparaciones con el fin de garantizar la seguridad de la construcción, pero ninguna tuvo éxito. El Ayuntamiento tiene intención de sacar la casa a subasta, como le permite la ley, pero la actual crisis económica y el hecho de que se hayan quedado desiertas las ventas forzosas de este tipo realizadas en los últimos meses hacen prever que no servirá para nada.
En la otra fachada que rodea a la iglesia, en concreto el número 12 de la calle Gaona, sí está en rehabilitación un edificio, pero sólo en lo referente al interior, ya que la fachada presenta aún un estado deteriorado pese a la presencia de catas que denotan la existencia de antiguas pinturas bajo las capas de cal de los siglos posteriores al XVIII.
En la calle Guerrero todavía persiste una casa clausurada y hay otras cinco en la calle Cabello, en la que se ha mantenido el peculiar pavimento de chinos que conforman dibujos. Francisco Tornay, restaurador de muebles que lleva toda su vida en la zona, apunta que si arreglaran algunas de las casas en ruinas, el barrio experimentaría un cambio cualitativo. «Todas estas calles no son feas, lo único que necesitan es un arreglo para ponerlas en valor por parte del Ayuntamiento o de la Junta», comenta.
El Ayuntamiento ya está dispuesto a llevar a cabo ese arreglo. El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, visitó la zona en días pasados junto con técnicos y responsables de la Gerencia Municipal de Urbanismo con el fin de comprobar de primera mano las deficiencias del sector. «Vamos a intentar darle algún arreglo y veremos qué se puede hacer para dar valor a este entorno», indicó Díaz, quien precisó que tratarán de llevar a cabo un proyecto de mejora de las aceras y el pavimento de la calzada en este lugar cuyos resultados se podrán ver en un corto espacio de tiempo.
Para ello, van a procurar dar continuidad al pavimento que se va a instalar en la calle Madre de Dios y la plaza de Montaño gracias a la ayuda del programa de fondos europeos de Iniciativa Urbana. Además, está pendiente la rehabilitación interior de la iglesia de San Felipe Neri, con la ayuda del Instituto Municipal de la Vivienda.
Tecnocasas pendientes
Por su parte, la Junta de Andalucía no ha empezado aún la construcción de varias promociones de viviendas públicas para jóvenes que hoy son solares. Se trata de las denominadas 'tecnocasas', ya que tendrán un espacio destinado al teletrabajo. En principio, está previsto que se ubiquen en los vacíos existentes en la confluencia de las calles Alta y Parras, en la propia Parras -un gran solar existente junto a la trasera del Centro Cultural Provincial- y en la calle Chinchilla, donde aparecieron los restos de unos antiguos hornos que se integrarán en el proyecto residencial del Gobierno andaluz.

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