Varios proyectos públicos y privados se encuentran bloqueados desde hace años por los trámites burocráticos que deben superar
18.12.2009 -
El entorno de la plaza de la Merced, el enclave que el alcalde, Francisco de la Torre, se ha propuesto revitalizar cara a las elecciones municipales de 2011, está sembrado de un buen número de proyectos que tras años de trámites no han arrancado todavía por los reparos burocráticos tanto del Ayuntamiento como de la Junta de Andalucía, que debe dar su visto bueno para todas las actuaciones que se realicen en la zona. La transformación que el equipo de gobierno municipal pretende dar ahora a la plaza y a la manzana de los cines Astoria y Victoria, para la que se ha anunciado un «ambicioso» edificio cultural, contrasta con la paralización de varias inversiones tanto públicas como privadas que todavía son hoy enormes solares que perjudican notablemente uno de los enclaves más turísticos de la ciudad.
El propio cine Astoria es un ejemplo de cómo la acción de las administraciones perjudica el estado del casco antiguo. Los tres años que han transcurrido desde que se presentó el proyecto para hacer un edificio de viviendas en la manzana han servido para que la obra quede bloqueada, primero por el rechazo de la Consejería de Cultura a su diseño y después por las maniobras del Ayuntamiento para adquirir la parcela. El resultado es que el inmueble, que según la normativa urbanística del centro no puede demolerse hasta que sea aprobado el que lo reemplazará, ofrece una lamentable imagen de abandono en plena ruta picassiana.
El mismo aspecto que supone la paralización de dos proyectos frente a la iglesia de Santiago, en la calle Granada. Se trata del hotel que fue proyectado para el palacio del Marqués de la Sonora y de unos baños árabes que iban a construirse en lo que hoy es un enorme solar en la calle Tomás de Cózar.
Baños árabes
Descartan la actuación por los reparos municipales
Fuentes de la empresa Aire de Sevilla, que iba a promover estos baños, confirmaron ayer a este periódico que abandonaron la actuación después de que, tras más de dos años y medio de espera y trámites, no lograron obtener los oportunos permisos de la Gerencia de Urbanismo. «Finalmente hemos optado por invertir en Almería, la lentitud del Ayuntamiento nos ha obligado a poner en venta el solar», relataron.
Hotel de lujo
Cuatro años de paralización de las obras
Justo al otro lado de la calle Tomás de Cózar se encuentra sostenido por andamios lo que fue un palacio barroco que, después de cuatro años de obras y paralizaciones, aguarda convertirse en un hotel de lujo. La promotora del proyecto llegó a iniciar los trabajos pero, según recordaron fuentes cercanas a la empresa, el derrumbe accidental de una gran parte de la estructura interna del inmueble bloqueó la actuación hasta volver a recabar los permisos del Ayuntamiento y de la Junta, que exigió nuevos sondeos arqueológicos y conocer con detalle el proyecto antes de autorizarlo. Según las fuentes, finalmente se recibieron todos los informes positivos pero ahora está en el tejado de la promotora y de la cadena hotelera Hospes, que tiene previsto explotar la instalación, empezar las obras o no. La época de crisis ha cogido de lleno a esta inversión.
Plan de la Judería
Pendiente todavía del visto bueno de Cultura
Un poco más abajo, en la misma calle Granada, también se abre el solar que todavía no alberga las actuaciones a las que quedó reducido el llamado Plan de la Judería. Allí, el Ayuntamiento restauró un antiguo torreón mudéjar para albergar una oficina de turismo y tras cinco años de espera todavía no se han iniciado las obras de un edificio de viviendas protegidas que también acogerá las oficinas del departamento municipal de apoyo a la rehabilitación del centro. El inicio de los trabajos lleva ya un año bloqueado por los reparos de la Consejería de Cultura a la fachada propuesta por el Instituto Municipal de la Vivienda.
Residencia de estudiantes
Un informe del Gobierno andaluz frena la iniciativa
Asimismo, entre las calles Álamos y Beatas, existe todavía el enorme solar de lo que fue un antiguo teatro llamado Lope de Vega. En este caso, está pendiente desde hace tres años un proyecto de residencia de estudiantes promovido por el Grupo Alfil. El Ayuntamiento intentó durante varios años abrir un expediente de expropiación para quedarse con la finca, pero este trámite no prosperó. Finalmente, la iniciativa privada es la que intenta dar uso a la parcela pero todavía no ha logrado salvar los trámites burocráticos previos para poder hacerlo.
Tras recabar un informe favorable de la Consejería de Cultura, se ha encontrado con el freno de un pronunciamiento negativo de la de Vivienda y Ordenación del Territorio, que pide una mayor justificación de la nueva calificación del suelo como equipamiento privado. Además, según una respuesta a una pregunta formulada por el grupo de IU, el proyecto debe recibir todavía un dictamen del Consejo Consultivo de Andalucía, lo que puede demorar su ejecución, junto con la necesidad de tramitar un estudio urbanístico de detalle ante el Ayuntamiento.
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