El edificio de cuatro plantas, en estado de abandono desde hace años, tendrá que ser demolido por sus propietarios
16.06.2010 -
Vista del hotel Belarcos, ubicado junto a la autovía A-7 a la altura de Cabopino. :: JOSELE-LANZA
Lleva años dando la bienvenida a los conductores que llegan al término municipal de Marbella desde la zona este y la tarjeta de presentación es poco acorde con el marchamo de calidad que abandera la ciudad. Paredes desconchadas y llenas de grafitis, carteles amarillentos y ventanas rotas. El estado de abandono es más que evidente en un edificio, de cuatro plantas, que tiene los días contados. El Ayuntamiento ha declarado la ruina del antaño hotel Belarcos, ubicado al pie de la autovía A-7, en el kilómetro 195,2, en las inmediaciones de Cabopino. Según recogió ayer el Boletín Oficial de la Provincia de Málaga (BOPMA), el Servicio de Disciplina Urbanística del Consistorio «ha procedido a imponer la primera multa coercitiva por el incumplimiento de la orden de ejecución acordada en su día en los expedientes de infracción urbanística» y a declarar «la ruina del edificio». Tras esta publicación, obligada por los problemas para localizar a uno de los propietarios del inmuebles, los afectados podrán interponer recurso de reposición en el plazo de un mes o bien un recurso contencioso-administrativo antes de dos meses.
El objetivo final que se ha marcado el equipo de gobierno no es otro que eliminar del horizonte en uno de los lugares más estratégicos para recibir a los turistas un edificio que lleva años en desuso y que carece, a simple vista, de cualquier mantenimiento. Según las fuentes consultadas, su construcción puede datar fácilmente de hace tres décadas pero su vida como establecimiento hotelero habría sido muy corta, tanto que muchos lugareños ni lo recuerdan lleno de turistas sino más bien como está ahora, repleto de suciedad. «Vamos a requerir a la propiedad que lo demuela porque la imagen que da es lamentable», señalaron a este periódico fuentes municipales, que recordaron que la multa coercitiva es la primera de las que se podrán imponer cada mes durante un año antes de tomar una medida más drástica: ejecutar de oficio el derribo.
Suelo de uso terciario
El destino del solar -que según informaron las mismas fuentes está en manos de varios propietarios, lo que ha dilatado el trámite municipal para que la declaración de ruina dé paso a la demolición- también está meridianamente claro. Según el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el suelo está calificado como de uso terciario, esto es, comercial. Su emplazamiento también es privilegiado. En un futuro se ubicará en las inmediaciones el intercambiador del tren litoral previsto en Calahonda, ya en el término de Mijas.
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