miércoles, 23 de febrero de 2011

Vecinos del Centro y hosteleros abren la 'guerra de las mamparas' (SUR)

Los residentes critican que se legalizan «hechos consumados» y los empresarios aplauden la medida porque mejora la imagen turística
23.02.2011 -
IGNACIO LILLO ilillo@diariosur.es
MÁLAGA.

Vecinos del Centro y hosteleros abren la 'guerra de las mamparas'
La nueva ordenación de las terrazas ha abierto una brecha entre vecinos y hosteleros. :: SUR
La idea del Área de Comercio deacotar el espacio que cada bar o restaurante tiene en el exterior, mediante mamparas laterales y frontales, ha causado un nuevo choque entre hosteleros y vecinos del Centro, que expresaron ayer posturas enfrentadas sobre esta propuesta. Mientras que los residentes la criticaron con dureza, por considerar que supondrá legalizar «hechos consumados» que van en contra de la normativa municipal, los empresarios la aplaudieron abiertamente, al entender que con ello mejorará la imagen turística del Casco Histórico de la capital. Los comerciantes, por su parte, pidieron tiempo para valorar las posibles repercusiones, aunque inicialmente no lo ven con malos ojos.
«Esto es un despropósito, es para que los vecinos se pongan en pie de guerra», denuncia María José Soria, presidenta de la asociación de vecinos Centro Antiguo, y añade: «Supone legalizar los hechos consumados; es la misma ocupación que antes, con el agravante de que al ser paneles fijos lo que está mal se mantiene». El colectivo pedirá una reunión a la concejala de Comercio, Purificación Pineda, para conocer los detalles de la iniciativa.
«La plaza de Uncibay ya está llena, no es verdad que se ocupe el 42% (en referencia a los datos aportados por Comercio), y ahora habrá zonas acotadas en medio. Los corralitos en el Centro solo sirven para que todo lo que se ha hecho mal se conserve. Es hacer de este barrio un centro comercial donde los vecinos no contamos para nada, espero que tengan el coraje de decirlo de esta manera». Soria asegura que el 99% de los bares incumple la normativa, por exceso de mesas y sillas, «y ahora el Ayuntamiento va a perpetuar los hechos consumados».
A su juicio, ello agravará además la situación creada por la ley antitabaco, que ha extendido los problemas de ruido a calles donde antes no se producía.
La opinión de Rafael Prado, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería (Aehma) y propietario del Café Central, en la plaza de la Constitución, es diametralmente opuesta a la representante de los vecinos. No solo aplaude la propuesta municipal sino que reivindica que el colectivo lleva años planteando esta posibilidad. A su juicio, las mamparas cumplen el doble objetivo de garantizar las zonas de ocupación y de paso en la vía pública, y al tiempo permiten que el espacio exterior sea viable en invierno y que se pueda climatizar. «Queremos terrazas bonitas, de calidad, bajo un prisma de un atractivo turístico y con criterios homogéneos», asegura.
Atractivo para el visitante
«Por fin el Ayuntamiento entiende que todos tenemos que estar bajo un prisma turístico y nos permite embellecer las terrazas, con una norma adaptada a las necesidades». Incluso aboga por que los barrios se puedan distinguir por los colores de sus establecimientos. En este punto, recuerda que la temporada fuerte de cruceros va de septiembre a noviembre, y hay que estar preparados para recibir a estos visitantes.
Por otra parte, el representante de los hosteleros afirma que la ley del tabaco hace que las zonas al aire libre sean necesarias también en invierno. «Tenemos que climatizar las terrazas como ocurre en París, en Viena y en tantos sitios fríos. Si somos Europa, seamos Europa».
Prado va un paso más allá y reivindica que las mesas y sillas puedan permanecer puestas durante la noche, para evitar los problemas del apilado diario del mobiliario. Y pone el énfasis en la importancia de los toldos: «Nuestro gran enemigo es el viento, y para evitarlo necesitamos que puedan estar anclados al suelo, aunque sean desmontables».
La tercera en mostrar su opinión es la presidenta de la asociación de comerciantes Centro Histórico, Trinidad Fernández-Baca. Aunque inicialmente la idea no le desagrada, por lo que puede suponer de ordenación y embellecimiento de las calles, pide tiempo para sondear a sus asociados y consultar la propuesta con los empresarios que puedan estar afectados por problemas de vecindad con terrazas. También pide que el Área de Comercio tenga en cuenta la opinión del colectivo.
A título particular, cree que puede ser positivo: «Siempre que sean terrazas bonitas y de calidad y que los hosteleros respeten los espacios y se cree una uniformidad de marca del Centro, que sumemos de cara al turismo. En cualquier país de Europa es así desde siempre». Fernández-Baca reconoce que la hostelería está ganando espacio frente a las tiendas en la oferta del Casco Histórico. «Tenemos que convivir con vecinos y hosteleros, llegar a un consenso porque es bueno para todos que haya vida en el Centro».

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