viernes, 18 de enero de 2008

Más de 3.000 inmobiliarias echaron el cierre en 2007 por la caída de las ventas de pisos (La Opinión)

El parón inmobiliario se ha hecho evidente en la Costa del Sol, que cerró 2007 con menos de 30.000 nuevos visados de inmuebles, la cifra más baja desde finales de los años noventa. A la caída de la oferta, se suma el freno de la demanda por el elevado coste de los pisos y la escalada de los tipos de interés hipotecario. El negocio inmobiliario se convierte, con estos datos, en víctima directa de la desaceleración del mercado de la construcción. Ya en 2007 se calculó que tres de cada diez agencias inmobiliarias quebrarían por la falta de rentabilidad ante el estancamiento de las ventas. Las previsiones parecen haberse cumplido, según explico Óscar Martínez, presidente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (APEI). En el caso de la provincia, donde hay registradas casi 10.662 agencias dedicadas a la venta y alquiler de pisos, se estima que casi 3.200 oficinas se vieron obligadas a poner el cartel de cierre o venta de local por el fin de la actividad. En gran parte de los casos, son los pequeños negocios de barrio los afectados por esta situación, aquellos que iniciaron su actividad con el auge del mercado de ladrillo a partir de 1996.Pero los expertos se niegan a hablar de crisis, y menos aún en la Costa del Sol. En este sentido, Martínez explicó que "lo normal es lo que se está produciendo ahora", con un ritmo de ventas moderado, pues "antes las agencias se quedaban sin casas para vender por la compra compulsiva". El especialista indicó que las agencias que abrieron con el ´boom´ inmobiliario son las perjudicadas, al no adaptarse a las nuevas exigencias del mercado. No obstante, aclaró que ahora se tiende a una normalización y que en ningún caso se puede hablar de burbuja inmobiliaria, ni de parón de ventas. Así, puso como ejemplo que un piso con un precio estable puede venderse en un plazo de entre 4 y 6 meses. Menos optimistas se muestran los profesionales asociados en los 46 colegios territoriales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API). El secretario del colegio de Málaga, Roberto Grandfils, aseguró que la actividad de las agencias de intermediación ha caído a la mitad y la previsión es que se reduzca más. "El mercado de las agencias está descendiendo a marchas forzadas. No hay alarmismo en el sector, pero la tendencia no es optimista", manifestó.Precisamente los indicadores que maneja la API a escala nacional apuntan a cierto pesimismo. Según los datos, unas 40.000 oficinas cerraron en 2007.En cuanto a la provincia, el secretario del colegio señaló que las agencias con bagaje y renombre sobreviven a la crisis, pero no aquellas que comenzaron su andadura en la época de crecimiento imparable del sector, que vieron dinero rápido en este mercado.Los profesionales de la intermediación inmobiliaria coinciden en que, aunque el mercado está difícil, hay que diversificar la oferta y apostar por distintos segmentos. En este sentido, el presidente de la APEI manifestó que la inmobiliaria que se adapta a los cambios y amplia su mercado con servicios paralelos se mantiene a flote. "Hasta ahora se hacían ventas de pisos y apenas se tocaba el alquiler. Esto hay que cambiarlo, tocar todo, como también la administración de comunidades o la gestión del patrimonio", dijoEl freno de las ventas ha sido más acusado en los pisos de precio medio, y en las segundas residencias. En el segmento de lujo no ha habido cambios por el mantenimiento de la oferta, según comentó Óscar Martínez.

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