Oña no descarta llevar a cabo movilizaciones ciudadanas para exigir la puesta en marcha del proyecto, que afecta a la zona de Carvajal y lleva paralizado desde 2004 El último tramo por remodelar cuesta cinco millones de euros
Los cuatro años que lleva bloqueada la cuarta y última fase de la remodelación del paseo marítimo de Fuengirola se prolongará, al menos, un año más, después de que en los Presupuestos Generales del Estado para 2009 no se contemple ninguna partida destinada a la reforma del tramo de Carvajal, el único que queda pendiente y que requiere una inversión de cinco millones de euros.
Como cabía esperar, la noticia no ha sentado nada bien en el Ayuntamiento. «Ha sido una desagradable sorpresa. Ya el año pasado ocurrió que no incluyeron ninguna partida presupuestaria, pero este año es que incluso ha desaparecido la nomenclatura; por lo tanto, no existe ninguna posibilidad de que se ejecuten las obras de este proyecto que Zapatero ha paralizado de forma absoluta», denunció la alcaldesa, Esperanza Oña. En este sentido, la regidora reveló que el Grupo Parlamentario Popular ha presentado una enmienda para que se destine el dinero necesario para impulsar las obras y continuar en 2010; una propuesta que finalmente ha sido rechazada por el PSOE.
Pese a este varapalo, Oña sigue sin dar la batalla por perdida y confía en que, pese al poco tiempo de tramitación que le quedan a las cuentas estatales, su partido pueda conseguir que se incluya la nomenclatura y una partida económica para esta cuarta fase.
En su comparecencia de ayer, la alcaldesa fue a más y dejó entrever la posibilidad de llevar a cabo algún tipo de movilización para exigir la puesta en marcha del proyecto. «Ante esta situación no podemos quedarnos de brazos cruzados, no podemos aguantar lo que nos hagan. Creo que es obligatorio que el Ayuntamiento se movilice, creo que es obligatorio que se ponga en contacto con los vecinos para ver si es necesario realizar alguna actuación de urgencia», subrayó.
Retrasos
La remodelación del paseo marítimo de Fuengirola es fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y el Gobierno, por el que las arcas municipales financiarían el 25% y el Ejecutivo central, el 75% restante. De este modo, el Consistorio ejecutó la primera fase (Los Boliches), mientras que el Gobierno que entonces presidía José María Aznar se encargó de las segunda y tercera. En cuanto a la cuarta fase, quedó paralizada en 2004 con la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que decidió anular la licitación de las obras aprobada por el anterior Ejecutivo por considerar que restringía el espacio reservado para los peatones.
Dos años y medio tuvieron que transcurrir hasta que Ayuntamiento y la Demarcación de Costas alcanzaron un acuerdo para sacar adelante el nuevo proyecto presentado por el organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, cuyo principal escollo fue la anchura de los carriles reservados para el tráfico rodado. «Desde entonces llevamos reivindicando que se hagan las obras, pero sin entrar en palabrería», recordó Oña, quien añadió que «lo que está claro es que no hay por parte del PSOE ni la más mínima intención de poner en marcha la obra».
El tramo de Carvajal abarca unos 1.700 metros de longitud y, tras su remodelación, contará con 329 plazas de aparcamiento para vehículos. En cuanto al ancho de la calzada, el proyecto recoge la propuesta del equipo de gobierno municipal de añadir un carril auxiliar al único previsto para que la anchura alcance los seis metros. El plazo de ejecución es de dos años.
Los cuatro años que lleva bloqueada la cuarta y última fase de la remodelación del paseo marítimo de Fuengirola se prolongará, al menos, un año más, después de que en los Presupuestos Generales del Estado para 2009 no se contemple ninguna partida destinada a la reforma del tramo de Carvajal, el único que queda pendiente y que requiere una inversión de cinco millones de euros.
Como cabía esperar, la noticia no ha sentado nada bien en el Ayuntamiento. «Ha sido una desagradable sorpresa. Ya el año pasado ocurrió que no incluyeron ninguna partida presupuestaria, pero este año es que incluso ha desaparecido la nomenclatura; por lo tanto, no existe ninguna posibilidad de que se ejecuten las obras de este proyecto que Zapatero ha paralizado de forma absoluta», denunció la alcaldesa, Esperanza Oña. En este sentido, la regidora reveló que el Grupo Parlamentario Popular ha presentado una enmienda para que se destine el dinero necesario para impulsar las obras y continuar en 2010; una propuesta que finalmente ha sido rechazada por el PSOE.
Pese a este varapalo, Oña sigue sin dar la batalla por perdida y confía en que, pese al poco tiempo de tramitación que le quedan a las cuentas estatales, su partido pueda conseguir que se incluya la nomenclatura y una partida económica para esta cuarta fase.
En su comparecencia de ayer, la alcaldesa fue a más y dejó entrever la posibilidad de llevar a cabo algún tipo de movilización para exigir la puesta en marcha del proyecto. «Ante esta situación no podemos quedarnos de brazos cruzados, no podemos aguantar lo que nos hagan. Creo que es obligatorio que el Ayuntamiento se movilice, creo que es obligatorio que se ponga en contacto con los vecinos para ver si es necesario realizar alguna actuación de urgencia», subrayó.
Retrasos
La remodelación del paseo marítimo de Fuengirola es fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y el Gobierno, por el que las arcas municipales financiarían el 25% y el Ejecutivo central, el 75% restante. De este modo, el Consistorio ejecutó la primera fase (Los Boliches), mientras que el Gobierno que entonces presidía José María Aznar se encargó de las segunda y tercera. En cuanto a la cuarta fase, quedó paralizada en 2004 con la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que decidió anular la licitación de las obras aprobada por el anterior Ejecutivo por considerar que restringía el espacio reservado para los peatones.
Dos años y medio tuvieron que transcurrir hasta que Ayuntamiento y la Demarcación de Costas alcanzaron un acuerdo para sacar adelante el nuevo proyecto presentado por el organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, cuyo principal escollo fue la anchura de los carriles reservados para el tráfico rodado. «Desde entonces llevamos reivindicando que se hagan las obras, pero sin entrar en palabrería», recordó Oña, quien añadió que «lo que está claro es que no hay por parte del PSOE ni la más mínima intención de poner en marcha la obra».
El tramo de Carvajal abarca unos 1.700 metros de longitud y, tras su remodelación, contará con 329 plazas de aparcamiento para vehículos. En cuanto al ancho de la calzada, el proyecto recoge la propuesta del equipo de gobierno municipal de añadir un carril auxiliar al único previsto para que la anchura alcance los seis metros. El plazo de ejecución es de dos años.
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