El Ayuntamiento reabre la calle Salitre, cerrada casi tres años, con algunos desperfectos en la solería · Vecinos y comerciantes critican este hecho, pero se muestran satisfechos con la liberación de la vía
Calle Salitre recupera la luz y la visibilidad. Tras más de dos años y medio en los que las máquinas se agolpaban para excavar la tierra y las vallas impedían si quiera mirar al otro extremo de la vía, el tráfico volvió ayer a rodar por sus carriles y los vecinos, a pasear por unas aceras algo más anchas que las que tenían antes de que empezase a ejecutarse el aparcamiento municipal que hay en el subsuelo, que se abrió el 6 de junio pasado. Pero la transformación impulsada por la Gerencia de Urbanismo, entre Pasillo del Matadero y Plaza de Toros Vieja, parece haberse hecho con más prisa de la debida. Un repaso por la zona permite observar algunos desperfectos en la solería.
Algo de lo que no son ajenos algunos vecinos de la zona, que lamentan la precipitación por parte del equipo de gobierno del PP, encabezado por el alcalde, Francisco de la Torre, en inaugurar el nuevo aspecto de la calle. "Todos nos alegramos de que se abra, pero es necesario que se haga un seguimiento de la obra porque hay muchos detalles que no se han resuelto", comentaba Fuencisla García, residente, que añadía: "La calle no está bien terminada".
Una apreciación con la que coincidía Lola Garriga, otra vecina. A su juicio, el acto de ayer fue "un despropósito". Precisamente, los desperfectos que se pueden observar a simple vista han hecho que Salitre haya mudado su nombre por otro más irónico. "A esta calle ya se le conoce como la calle del piano, porque casi todas las losas puestas se mueven", decía.
Frente a la posición de algunos vecinos, ciertos comerciantes han visto el cielo abierto. La estampa que presenta la calle Salitre es desoladora, puesto que aproximadamente el 80% de los locales que hay en la vía han ido cerrando en los últimos años ante la imposibilidad de mantener el negocio.
Entre ellos no está Pedro López, responsable de una tienda de material electrónico. "Hoy nos han entregado las llaves de la calle", decía con una felicidad que se tornaba en resquemor cuando hablaba de los meses pasados. "Ha sido una tortura. No se ha pasado mal, se ha pasado peor", afirmaba. "Han sido unos años en los no pasaba ni un alma. Hasta hace unos días estábamos bloqueados por una valla a 60 centímetros de la fachada", criticaba.
Algo menos satisfechos se mostraban ayer Francisco Santiago Mateo, dueño de un quiosco, y Nacho Ramos, uno de los responsables de Inmobiliaria Ramos, que denunciaron la ausencia de ayudas por parte del Ayuntamiento hacia los comercios. "Hemos tenido tres años muy malos, en los que no se han cumplido los plazos", comentaba Francisco. Nacho recuerda cómo de las 40 familias que vivían de los comercios "la mayoría tuvo que cerrar" y no olvida las "deficiencias" con las que se abre la calle. "En los primeros meses apenas había seis o siete obreros y días después de que dijésemos que íbamos a hacer una manifestación, había más de 20", aseguró.
El alcalde agradeció la "comprensión" de vecinos y comerciantes y señaló que la finalización de las obras "es buen regalo de Navidad". "Es atractiva, más cómoda para pasear y va a tener una revalorización comercial y residencial clarísima", declaró. La reurbanización incluye un carril bus por el que pasará un vehículo cada 40 segundos, mientras el carril bici previsto se desplazará a Cuarteles.
Calle Salitre recupera la luz y la visibilidad. Tras más de dos años y medio en los que las máquinas se agolpaban para excavar la tierra y las vallas impedían si quiera mirar al otro extremo de la vía, el tráfico volvió ayer a rodar por sus carriles y los vecinos, a pasear por unas aceras algo más anchas que las que tenían antes de que empezase a ejecutarse el aparcamiento municipal que hay en el subsuelo, que se abrió el 6 de junio pasado. Pero la transformación impulsada por la Gerencia de Urbanismo, entre Pasillo del Matadero y Plaza de Toros Vieja, parece haberse hecho con más prisa de la debida. Un repaso por la zona permite observar algunos desperfectos en la solería.
Algo de lo que no son ajenos algunos vecinos de la zona, que lamentan la precipitación por parte del equipo de gobierno del PP, encabezado por el alcalde, Francisco de la Torre, en inaugurar el nuevo aspecto de la calle. "Todos nos alegramos de que se abra, pero es necesario que se haga un seguimiento de la obra porque hay muchos detalles que no se han resuelto", comentaba Fuencisla García, residente, que añadía: "La calle no está bien terminada".
Una apreciación con la que coincidía Lola Garriga, otra vecina. A su juicio, el acto de ayer fue "un despropósito". Precisamente, los desperfectos que se pueden observar a simple vista han hecho que Salitre haya mudado su nombre por otro más irónico. "A esta calle ya se le conoce como la calle del piano, porque casi todas las losas puestas se mueven", decía.
Frente a la posición de algunos vecinos, ciertos comerciantes han visto el cielo abierto. La estampa que presenta la calle Salitre es desoladora, puesto que aproximadamente el 80% de los locales que hay en la vía han ido cerrando en los últimos años ante la imposibilidad de mantener el negocio.
Entre ellos no está Pedro López, responsable de una tienda de material electrónico. "Hoy nos han entregado las llaves de la calle", decía con una felicidad que se tornaba en resquemor cuando hablaba de los meses pasados. "Ha sido una tortura. No se ha pasado mal, se ha pasado peor", afirmaba. "Han sido unos años en los no pasaba ni un alma. Hasta hace unos días estábamos bloqueados por una valla a 60 centímetros de la fachada", criticaba.
Algo menos satisfechos se mostraban ayer Francisco Santiago Mateo, dueño de un quiosco, y Nacho Ramos, uno de los responsables de Inmobiliaria Ramos, que denunciaron la ausencia de ayudas por parte del Ayuntamiento hacia los comercios. "Hemos tenido tres años muy malos, en los que no se han cumplido los plazos", comentaba Francisco. Nacho recuerda cómo de las 40 familias que vivían de los comercios "la mayoría tuvo que cerrar" y no olvida las "deficiencias" con las que se abre la calle. "En los primeros meses apenas había seis o siete obreros y días después de que dijésemos que íbamos a hacer una manifestación, había más de 20", aseguró.
El alcalde agradeció la "comprensión" de vecinos y comerciantes y señaló que la finalización de las obras "es buen regalo de Navidad". "Es atractiva, más cómoda para pasear y va a tener una revalorización comercial y residencial clarísima", declaró. La reurbanización incluye un carril bus por el que pasará un vehículo cada 40 segundos, mientras el carril bici previsto se desplazará a Cuarteles.
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