jueves, 5 de febrero de 2009

Subastas ´a la baja´ de viviendas (La Opinión)

Los compradores pueden obtener una propiedad por poco más de 54.000 euros. Los vendedores aceptan reducir significativamente el precio final

ROCÍO P. LLAMAS. MÁLAGA Situaciones desesperadas, requieren de medidas desesperadas. Parece que la crisis y aquéllos que, sin buscarla, han sufrido en primera persona sus consecuencias buscan nuevas soluciones para poder salir del bache económico. Esta vez, la luz al final del túnel la ofrece la Inmobiliaria Toré al poner en marcha la primera subasta de viviendas y locales ´a la baja´. Un proyecto pionero en la provincia de Málaga.
Aunque la apuesta era arriesgada, desde la empresa malagueña destacan que la acogida ha sido magnífica. "Hemos recibido muchas solicitudes de información, tanto de vendedores como de personas interesadas en pujar", afirmó Carmen Gutiérrez, delegada de Toré.
"La mayor diferencia con respecto a las subastas tradicionales es que los interesados realizan sus pujas por debajo del precio de salida. Normalmente las subastas de viviendas que realizan los bancos traen consigo embargos y problemas de pagos y además, el papeleo es muy largo", afirmó Gutiérrez. Con este sistema de subastas la compra de viviendas, que están en perfectas condiciones, resulta mucho más fácil, con el añadido de que los compradores obtienen propiedades a un precio inferior al mercado actual.
El proceso es sencillo. Aquellos que necesitan con urgencia vender su vivienda deciden subastarla a través de la inmobiliaria aceptando reducir el precio de la misma. Una vez creada la bolsa de viviendas, los compradores interesados formalizan su puja por escrito para que quede constancia y dejan un depósito de mil euros.
Si el pujador obtiene finalmente la propiedad, el depósito le será restado del precio final; en el caso contrario, Toré devuelve el dinero de manera íntegra. De esta manera, el comprador puede optar por pujar por varias propiedades si así le interesa.
Puja mínima. Que la subasta sea a la baja no conlleva que los interesados ofrezcan por la casa cantidades irrisorias. En el supuesto de que el precio de salida de una vivienda se sitúe en 78.000 euros, la puja mínima por la casa será de 54.600 euros, es decir, el 30 por ciento de descuento. Por debajo de ese porcentaje no serían válidas las propuestas.
"A finales de enero fueron depositadas las bases ante notario para dar la mayor seguridad a nuestros compradores. Este mismo mes hemos contactado con los posibles clientes que deseen vender con urgencia, hemos recibido las solicitudes de subastas y hemos tramitado las pujas que llegaban. Y el próximo mes se cerrará la venta de las propiedades en un plazo de quince días", detalló la delegada de Inmobiliaria Toré.
Aunque la bolsa de viviendas aún no está cerrada, en la actualidad hay 25 propiedades (75% viviendas y 25% locales) por las que se puede pujar, los compradores tienen de plazo hasta el próximo 28 de febrero.
Por su parte los vendedores, tras aceptar la reducción del precio final por su vivienda, adquieren el compromiso con la agencia inmobiliaria de no modificar las condiciones de la propiedad. En el caso de que la puja quede desierta, los vendedores podrán optar a una segunda subasta o a volver al precio inicial de venta antes del concurso. "Por la buena acogida por ambas partes que ha tenido este proyecto, esperamos realizar una segunda edición", apuntó Gutiérrez.

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