Dice que no dará permisos "de manera indiscriminada y sin saber lo que se quiere instalar" · Los empresarios creen que se quiere limitar el permiso sólo a verano
El annus horribilis por el que atraviesa el sector de chiringuitos de la provincia de Málaga podría empeorar aún más. A las sombras que se ciernen sobre la continuidad o no de estos establecimientos en las playas se suma la intención de la Demarcación de Costas de aumentar el control y las exigencias sobre los espeteros y las terrazas que sirven de complemento a estos establecimientos, dado que en muchos casos se superan las superficies legalmente establecidas y tienen usos indebidos.
La cuestión fue puesta sobre la mesa ayer por la concejala de Playas del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, y el presidente de la Asociación de Empresarios de Playas en Málaga, Miguel Arrabal, que coincidieron en señalar que la propuesta sobre la que trabaja el organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente pasa por limitar las autorizaciones de estas actividades para los meses de verano (15 de junio-15 de octubre). El resto del año, según Arrabal, los empresarios no podrían disponer de los mismos.
Este extremo no fue confirmado por el responsable de Costas en Málaga, Francisco Hermoso, quien señaló que será el próximo lunes, en una reunión con el Consistorio y los empresarios, cuando se analice el tema. "Hay que ver lo que se puede autorizar y ver si se ajusta o no a lo que marca la ley", comentó, aunque insistió en que este tipo de instalaciones "tienen que ser desmontables y con una finalidad determinada, no para usarla como almacén".
"No nos cerramos a nada", apostilló. Sin embargo, fue claro al indicar que no se permitirá "de manera discriminada y sin tener claro lo que se quiere instalar". Asimismo, señaló que la existencia de una concesión para un chiringuito no puede dar pie a "montar lo que se quiera alrededor del mismo". "Vamos a ver el periodo por el que se solicitan las autorizaciones y las características de las instalaciones. Tenemos que tener un criterio común para toda la provincia", añadió. Entre las condiciones que marca este departamento, según pudo saber este periódico, está que los espeteros sean desmontables, "no autorizándose elementos de cimentación rígida". "No se permite la ejecución de pavimentos rígidos sobre la arena, las barras o cierres laterales entre postes y otros elementos ajenos a dicha instalación, acopios de cajas, enseres o leña en el entorno de las instalaciones", apostilla el documento al que ha tenido acceso este periódico.
La postura del organismo estatal no parece contar de inicio con el respaldo ni del Consistorio ni del sector, que incluso apunta la posibilidad de movilizaciones. "Si no se soluciona, tendremos guerra", aseguró Arrabal. Una primera cita en esta línea de acción podría producirse el 22 de junio, coincidiendo con la celebración del día del espeto, que reunirá en la playa de la Misericordia a los profesionales del sector de toda la provincia.
El modelo de espetero ha de ajustarse a una superficie máxima de 20 metros cuadrados. En este espacio se incluye un chambao de entre 9 y 12 metros, donde se puede implantar un mueble para la leña y un frigorífico, y la zona donde se coloca la barca para hacer los espetos.
Porras calificó de "despropósito total" la postura de Costas y recordó que el Ayuntamiento ha alegado. "Hay algo por debajo que el Ministerio de Medio Ambiente no dice. Parece que han llegado a acuerdos con otras comunidades porque el guirigay que se está montando no tiene sentido", denunció, al tiempo que subrayó que muchas familias acuden a la costa andaluza para tomar espetos y estar en la playa. Asimismo, precisó que el Ayuntamiento en ningún caso quitará estas instalaciones. "Nosotros no vamos a hacerlo, si quieren, que lo hagan ellos", sentenció.
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